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Entre Japón y Argentina de la mano del tango

Bruno Mayo es un bailarín jujeño que arribó hace 14 años al país nipón donde enseña y realiza shows junto a su pareja.
Domingo, 20 de enero de 2019 01:03

Bruno Mayo es un joven bailarín jujeño de tango que vive desde hace 14 años una vida repartida entre Buenos Aires y Japón, país al que llegó por el tango y elige siempre por la calidez de su gente.

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Bruno Mayo es un joven bailarín jujeño de tango que vive desde hace 14 años una vida repartida entre Buenos Aires y Japón, país al que llegó por el tango y elige siempre por la calidez de su gente.

Tiene 32 años e hizo muchos amigos en el país nipón en su vida dividida que le permite enseñar, hacer shows y participar de uno de los más grandes festivales de tango internacional de Fukuoka. Bruno nació en la capital jujeña y se formó como bailarín con Carlos Ovando. Estudió el secundario en el Polivalente de Arte y al finalizar se fue a Buenos Aires a estudiar en 2004, y luego comenzó a trabajar.

En 2010 hizo su primer viaje al exterior y Japón fue su destino, al que llegó con su compañera de baile Cintia Díaz, contratados por la escuela "Tiempo Iberoamericano" para dar clases y hacer shows, y se quedaron un año al principio para volver cada año y pasar muchos meses, y regresar una y otra vez y de hecho prevén volver en poco tiempo.

"Nunca me costó tener que adaptarme a ciertas cosas, lo lindo de Japón que yo admiro mucho es el respeto, la paciencia, el orden, la limpieza y son cosas que me gustaron un montón", explicó Bruno.

CON MÚSICOS/ TRAS UNO DE LOS SHOWS EN JAPÓN.

En este ir y volver, establecidos en Fukuoka, fueron aprendiendo de la cultura japonesa, las costumbres y su gente, pero también pudieron visitar lugares turísticos. De hecho recorrieron Hiroshima, Nagasaki, Kioto, y otras ciudades; la comida es una de las cosas que más le gusta, ya que probó de todo y acostumbraba que sus alumnos pidan para probar de todo. "Con el tiempo fuimos haciendo amistades, alumnos nuestros que todavía lo siguen siendo y se fueron transformando en amigos. Nos han visto llegar muy jóvenes a nosotros", agregó Bruno al destacar los vínculos que fueron capitalizando y destacó que fue una satisfacción hablarles de los paisajes y la cultura jujeña de agosto y de la Pachamama, lo que captó su atención. "En lugar de pronunciar Jujuy, lo hacen con f", explicó risueño.

Es que fueron a enseñar tango en un país que tiene gran interés por el ritmo. Para Bruno, les gusta el tango por esa cuestión de cercanía y de contacto tan cercano que ellos no tienen, porque habitualmente se marca en la vida diaria con la distancia.

Es más, explicó que enseñar al principio es importante hacerlo teniendo en cuenta esta característica, de modo de avanzar de a poco en el contacto. Más allá de las referencias sobre el tango facilitadas por las comunicaciones, internet, el gusto por el tango entre los nipones, a su entender también se da porque están cerca de grandes festivales internacionales de tango de Asia, por lo que conocen la movida.

EN GRUPO/ AL FINALIZAR OTRA DE SUS PRESENTACIONES.

Mediante la escuela con la que trabajan "Tiempo Iberoamericano", hace cuatro años empezó a organizar el festival "Sakura Tango", que se convirtió en el principal encuentro que reúne mucha gente de Seúl (Corea) y otras de Asia. Bruno participó y disfrutó del festival desde adentro y destacó su importancia.

“Jujuy está mucho más lindo”

Luego de volver para las fiestas, el bailarín jujeño explicó que ve a la ciudad cada vez más linda, con las nuevas obras. 

 

Con su compañera Cintia Díaz, con quien fue pareja durante 11 años, Bruno continúa trabajando con ella por ahora dando clases en el área de extensión de la Universidad Nacional del Norte y como coreógrafo de la Compañía de Danzas de Ituizangó. Por ahora no cerraron el acuerdo para su próxima estadía en Japón, y llegó a Palpalá para pasar las fiestas con su familia, sus padres y tres hermanos.

Una mirada desde afuera

A la hora de comentar cuál es su mirada sobre su provincia, luego de tomar distancia y por las vivencias que tuvo en Japón, Bruno explicó que suele volver en las fiestas y ve algunos cambios positivos. 

“Yo a mi provincia la veo cada vez más linda, me gusta mucho volver a Jujuy, pasear por el centro. Creo que esta obra que hicieron sobre el río (Xibi Xibi) es una cosa absolutamente buena, creo que a la gente le gusta un montón. Y el centro está lindo, creo que Jujuy está mucho más lindo, queda muy bien realmente”, dijo.