La justicia sampedreña puso fin a un verdadero infierno que vivió una menor residente en Santa Clara, quien durante cuatro años, fue abusada sexualmente por su padrastro y un hermano de éste, a quien, la víctima, lo reconocía como su tío. Luego de que el abuso fuera detectado y denunciado por personal de la Oficina de Protección de Derechos del Niño, Niñas y Adolescentes (OPD) de Santa Clara, que se ocupó de poner al resguardo a la menor, se iniciaron actuaciones en la Seccional 28 de Santa Clara, se dio participación a la Delegación Fiscal N° 3 a cargo del ayudante fiscal Juan José Calderari, quien trabajó denodadamente con la participación de la Fiscalía de Investigación N° 9 y 10 a cargo de la agente fiscal Silvia del Valle Farall, abocándose a la investigación penal y poder así, dar con los autores del aberrante hecho. Una vez cumplidas todas las diligencias que demandaron un tiempo prudencial, se procedió al arresto del padrastro en primer lugar y luego del tío.
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La justicia sampedreña puso fin a un verdadero infierno que vivió una menor residente en Santa Clara, quien durante cuatro años, fue abusada sexualmente por su padrastro y un hermano de éste, a quien, la víctima, lo reconocía como su tío. Luego de que el abuso fuera detectado y denunciado por personal de la Oficina de Protección de Derechos del Niño, Niñas y Adolescentes (OPD) de Santa Clara, que se ocupó de poner al resguardo a la menor, se iniciaron actuaciones en la Seccional 28 de Santa Clara, se dio participación a la Delegación Fiscal N° 3 a cargo del ayudante fiscal Juan José Calderari, quien trabajó denodadamente con la participación de la Fiscalía de Investigación N° 9 y 10 a cargo de la agente fiscal Silvia del Valle Farall, abocándose a la investigación penal y poder así, dar con los autores del aberrante hecho. Una vez cumplidas todas las diligencias que demandaron un tiempo prudencial, se procedió al arresto del padrastro en primer lugar y luego del tío.
Posteriormente con las pruebas recabadas, se solicitó la detención y la imputación de ambos, por el delito de “Abuso sexual con acceso carnal, agravado por la situación de convivencia y corrupción de menores”, quedando la causa a cargo de la Fiscalía habilitada en Violencia de Género y Juzgado de Violencia de Género.
Pese al hermetismo que gira en torno al hecho, fuentes consultadas por El Tribuno de Jujuy, indicaron que el complejo e impresionante caso que comenzó a investigarse en el mes de agosto, con denuncias efectuadas también en noviembre y en el mes de diciembre, salió a la luz en el último mes de año. Cuando tomó intervención el personal de la OPD de Santa Clara. Allí pudo saberse que la niña vivía junto a su progenitora, su padrastro y un hermano de este, en la citada localidad del departamento Santa Bárbara y apenas cumplidos los 11 años, la madre se separó de su pareja y se fue a vivir a Caimancito. Entre la triste y atormentada vida que llevaba junto a su madre, que según se supo “explotaba” a su hija, al separarse, la menor quedó en manos del depravado de su padrastro que sumó más dolor y desolación a su vida.
Sería imposible describir el infierno que vivió la niña durante cuatro años y que recién al cumplir los 14 y cansada del sometimiento, buscó la forma pedir ayuda. Se desconoce, por el mismo hermetismo, si fueron sus compañeros o si fue alguna docente, los que alertaron al personal de la OPD de aquella localidad, que de inmediato tomó cartas en el asunto, procediendo a sacar de esa casa a la menor, poniéndola al resguardo en una institución gubernamental, brindándole el apoyo y la contención necesaria por medio de un equipo de profesionales, quienes también denunciaron a los inculpados. Se supo que la niña comenzó a sufrir los abusos sexuales, a los 11 años cuando su padrastro la llevó a trabajar al sur país, a la cosecha de tomate. Luego, al regresar a Santa Clara, le vejación continúo y a los abusos del padrastro se sumó el del hermano de este, ambos fueron responsables del tremendo sometimiento que vivió la menor.
Comenzó luego la investigación a cargo de la Delegación Fiscal N° 3 y las fiscalías 9 y 10, se realizó la Cámara Gesell a la menor, determinando que quien comenzó con los abusos fue su padrastro, quien la abusó desde que tenía 11 años, la fiscalía le imputó el delito y solicitó la detención.
Luego se tomó conocimiento de que el hermano del padrastro, mantenía contacto con la menor que estaba al resguardo en una institución y le pedía vía WhatsApp, que se tomara fotos de las partes íntimas y que se las enviara. Allí se determinó que el tío también abusó sexualmente de la menor, por lo que la fiscalía, recepcionó la denuncia, se lo imputó y se solicitó la detención del segundo depravado, ahora, ambos hermanos están tras las rejas a disposición de la justicia.
Las actuaciones están a cargo de la Seccional 28 de Santa Clara, la Delegación Fiscal N° 3 a cargo del ayudante fiscal Juan José Calderari, las fiscalías de Investigación N° 9 y 10 a cargo de la agente fiscal Silvia del Valle Farall, pasando la causa a la Fiscalía habilitada en Violencia de Género y el Juzgado de Violencia de Género.