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¿Sabrán que se espera mucho más de ellos?

Lunes, 28 de octubre de 2019 01:00

Los tsunamis tienen siempre las mismas características: comienzan con un rumor sordo que comienza desde muy abajo. Una vez que se desata el terremoto en lo profundo, en la superficie se arma una ola que no se detendrá por nada del mundo. Arrasará todo a su paso, y al retirarse se llevará mar adentro los restos de los naufragios, dejando en las orillas a los sobrevivientes agotados esperando el regreso del sol. Nada más exacto para definir el proceso eleccionario que concluyó ayer. En Argentina y en Jujuy. La fórmula Fernández y Fernández marcará el signo de los próximos años con sus legisladores y gobernadores afines. En Jujuy, a pesar de la ya lograda continuidad de Cambiemos, la ola se llevó el enorme esfuerzo del gobierno provincial por calzar dos diputados nacionales. Repuntó mucho desde las Paso, pero si bien Jorge Rizzotti sorteó la prueba, Natalia Sarapura quedó en el intento. Surfeando sobre una tabla rajada, el Frente de Todos logró mantener un equilibrio inestable que dejó salvos -y triunfantes- sobre la playa, a Carolina Moisés y Julio Ferreyra, dueños de una victoria que ojalá los estimule a limar las odiosas asperezas que no pudieron disimular en la campaña. Porque ahora se espera más de ellos.

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Los tsunamis tienen siempre las mismas características: comienzan con un rumor sordo que comienza desde muy abajo. Una vez que se desata el terremoto en lo profundo, en la superficie se arma una ola que no se detendrá por nada del mundo. Arrasará todo a su paso, y al retirarse se llevará mar adentro los restos de los naufragios, dejando en las orillas a los sobrevivientes agotados esperando el regreso del sol. Nada más exacto para definir el proceso eleccionario que concluyó ayer. En Argentina y en Jujuy. La fórmula Fernández y Fernández marcará el signo de los próximos años con sus legisladores y gobernadores afines. En Jujuy, a pesar de la ya lograda continuidad de Cambiemos, la ola se llevó el enorme esfuerzo del gobierno provincial por calzar dos diputados nacionales. Repuntó mucho desde las Paso, pero si bien Jorge Rizzotti sorteó la prueba, Natalia Sarapura quedó en el intento. Surfeando sobre una tabla rajada, el Frente de Todos logró mantener un equilibrio inestable que dejó salvos -y triunfantes- sobre la playa, a Carolina Moisés y Julio Ferreyra, dueños de una victoria que ojalá los estimule a limar las odiosas asperezas que no pudieron disimular en la campaña. Porque ahora se espera más de ellos.

JULIO FERREYRA / PJ

En el radicalismo quizás - sólo quizás- haga una autocrítica descarnada de la campaña y de los candidatos elegidos. "Colo" Rizzotti, radical de paladar negro, laborioso ministro de Infraestructura y militante del dilecto círculo del GM, llegó a ser candidato con un perfil que dista de ser el de un referente carismático ideal. Natalia Sarapura, con las mismas características, llegó a su candidatura desde la derruida y chueca rampa de lanzamiento que fue meses el Ministerio de Desarrollo Humano a su cargo, muy cuestionado y en muchos casos de floja respuesta a la aguda crisis social instalada. Muchos radicales rumiaron durante meses su descontento. Atacaban reservadamente al dedo -o el puñado de dedos- que seleccionaron los candidatos sin consultar a las bases o sin un debate en un ámbito más amplio que los despachos de la Casa de Gobierno. Sin negar las cualidades de ambos ministros, hoy se supo que acertaron aquellos que habían leído el enorme corte de boletas de la elección Provincial, que ya marcó gran diferencia entre la fórmula Morales/Haquim y los legisladores provinciales y municipales. El frente gobernante, (error que una vez atrofió al PJ), desechó el debate y las elecciones internas, y se entregó al olfato y la visión del jefe, que a su vez fiel a sí mismo, cargó con todas las decisiones sobre su espalda. El "Colo" jurará como diputado nacional y será un legislador rotundamente leal al GM. El destino de Natalia aún es un misterio que se develaría también el 10 de diciembre.

Al peronismo se le hizo difícil costear una campaña más. Desacostumbrado a pelear desde la intemperie, su despliegue fue más modesto que aquellos que organizaba en sus épocas doradas de oficialismo. Y abundaron las denuncias de los siempre interesados de armar un rancho aparte en medio de las correntadas. Y tuvo el ingrediente de no haber podido organizar una campaña coherente y fuerte, ya que detrás de infinitos cuestionamientos a las reglas de juego pactadas, la CNE confirmó la lista de candidatos horas antes del "día D". Carolina Moisés seguirá en su banca del Congreso, como cristinista pura ahora investida de oficialista. Julio Ferreyra, el hombre que los radicales descartaron y despreciaron en una movida tan torpe como inoportuna, jurará como diputado nacional con la confesa reserva de anteponer los intereses de Jujuy a los partidarios. Primero la Patria (chica en este caso), luego el Movimiento y por último los hombres, dice parafraseando a Perón, lema que le valió miles de votos (peronistas e independientes) en la interna y el recelo de los K más sectarios. Como sea, el paraguas del PJ cobijó otra victoria y deberá darse un tiempo para lamerse las heridas antes de pensar en el futuro porque se espera más de ellos.

JORGE RIZZOTTI / UCR

Lo mejor sería mirar el mensaje que deja esta elección impar. ¿Se estarán dando cuenta los actores públicos que la gente espera mucho más de ellos, que no quiere hegemonía gobernante ni oposición boba? Se interpreta que la gente espera que la UCR, abandone su quietismo y comprenda que el aporte más valioso sería licuar el nocivo "sigerardismo" permanente y aportarle al GM un grueso de ideas que enriquezcan la gestión y que entre los radicales abundan generosamente. También esperan del GM muchos gestos: que produzca la tantas veces anunciada oxigenación de su gabinete por una perspectiva renovada frente a cuatro años bravos; que vuelva a la costumbre de su diálogo llano con el periodismo jujeño, sin los obligados libretos y los mensajes guionados y crispados de los últimos tiempos. Que recupere la serenidad y la sencillez con que se ganó afecto popular. También será importante conocer si el frente Cambia Jujuy, que nació como una arrolladora nueva forma de hacer política en Jujuy, sobrevivirá al 10 de diciembre. Y si lo hace, en qué condiciones? Porque las últimas semanas marcaron diferencias muy obvias como para permanecer barridas debajo la alfombra.

El peronismo debería abandonar el frenesí por el internismo y evitar repetirse en la intolerancia a las di sidencias. Si así no lo hiciera, estaría en vísperas de nuevos enfrentamientos encarnizados, que estuvieron cerca de destruirlo. Y quizás sería un punto importante, que interpreten que la gente ya se cansó de aquellos dirigentes que permanentemente recurren a "los amigos de Buenos Aires" buscando órdenes o instrucciones para bajarlas a la vida provincial como palabra santa. Si bien es imposible pedirles a los políticos que no piensen en las próximas elecciones, se les puede exigir que prioricen atender las realidades urgentes de Jujuy. En el PJ, siempre se ha tratado de desterrar a los pretendidos dueños del "peronómetro", que jamás les fue útil. Si ahora brotan los que quieran utilizar un "fernandezómetro", sería un horror para los peronistas.

No sólo de los partidos que hegemonizan la vida pública de quienes los jujeños esperan mucho más. Que los responsables de los gremios (expertos en olfatear sangre en las crisis) no aprovechen las debilidades que seguramente se presentarán para empujar desmedidamente y que los pedidos legítimos, reconozcan los límites que imponen la realidad y lo posible. Y las agrupaciones sociales que estuvieron freezadas no retomen en el triunfalismo el estilo de romper la paz y la armonía entre jujeños como método de conseguir sus reclamos. Que nadie desde ningún lugar aliente la grieta. Porque como decía Jorge Luis Borges, "hay que tener cuidado al elegir los enemigos, porque uno termina pareciéndose a ellos". Esto es el análisis primario de la elección de ayer, mientras todavía las urnas están calientes.