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Setenta y dos años del hospital maimareño

Se recordó al primer personal que tuvo el nosocomio, fundado el 18 de noviembre de 1947. Los detalles.
Martes, 19 de noviembre de 2019 01:04

Sobre la mesa de la sala de don Carlos Aparicio hay dos fotos que nos ilustran el tema. La primera, al dorso, dice en lápiz: 23 de octubre de 1938, vale decir que es nueve años anterior a la fecha que se memora.

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Sobre la mesa de la sala de don Carlos Aparicio hay dos fotos que nos ilustran el tema. La primera, al dorso, dice en lápiz: 23 de octubre de 1938, vale decir que es nueve años anterior a la fecha que se memora.

Allí está, con su gorra y sentado sobre el capot del automóvil, el doctor René Castañeda, que iba a ser el primer director del hospital maimareño. A su lado, Gerardo Aparicio, padre de Carlos, quien administraría el nosocomio que cumplió setenta y dos años.

La segunda foto, encabezada por el gobernador Alberto Iturbe, es del almuerzo inicial, cuando se abrieran sus puertas en 1947.

Castañeda había nacido en 1906 en la Posta de Hornillos, e iba a dirigir el hospital hasta 1952, cuando fallece.

Aparicio nos cuenta que habló esa misma noche con la enfermera Ercilia Bustamante, que formó parte de ese primer personal "y que cuenta, muy lúcida, las historias del hospital y del pueblo".

Hijos y nietos de aquel primer staff fueron quienes pensaron en colocar una placa que los recodara, y allí están en el jardín que precede al hospital que hoy lleva el nombre del doctor Miguel Miskoff.

18 DE NOVIEMBRE DE 1947 / INAUGURACIÓN DEL HOSPITAL DE MAIMARÁ.

Carlos Aparicio recuerda algunos de los nombres, "como el del ordenanza, Rómulo Vilca, que nunca faltó a su trabajo y cruzaba el río banda a banda en su caballo blanco, porque vivía en la banda de Noques, cerca de Cieneguillas".

Nos dice que "también alcancé a conocer a doña Pilar de Gaidelón, la cocinera a quien a las ocho de la noche acompañábamos a la casa porque en ese entonces había un foco de luz cada 300 metros. Iba siempre acompañadita de un perro ovejero, y su marido era un rubio alto, Pedro Gaidelón, administrador de la granja del doctor Padilla, lleno de frutales, de animales".

También nos habla de "Ramón Peralta, que era secretario y después fue enfermero. Viene de Córdoba, un hombre muy dedicado al deporte y acá conoce a quien iba a ser su esposa, Romelia Buitrago, enfermera del hospital. Hubo el caso de un chico que fue desahuciado en Jujuy porque tenía meningitis, y don Peralta dice: dejámelo en mis manos que este chico no tiene que morir, y se salvó el chico".

Aparicio dice entonces que "mi padre me contaba que el doctor Castañeda tocaba muy bien la mandolina, y se juntaban en las casas con mi abuelo, Francisco Giménez, todos buenos músicos.

MOMENTO EMOTIVO / DESCENDIENTES DEL PERSONAL DESCUBRIENDO PLACA.

El doctor decía: les aconsejo, para que mañana no amanezcan enfermos, que el vino hay que tomarlo con limón. Algunos no hacían caso y aparecían diciendo: mirá, René, me duele mucho el estómago, y el doctor decía: pues hombre, te dije que tomes con limón, porque a pesar de haber nacido en Maimará tenía tonada española".

Los recuerdos

Antes de comenzar el acto, menudean los recuerdos: los trescientos y tantos ahijados de la partera, la labor a mano de las lavanderas.

En la foto del acto de inauguración Aparicio nos señala "al gobernador Iturbe, el vicegobernador Juan José Castro, el ministro de gobierno Dr. José Humberto Martiarena y el diputado provincial Francisco Giménez, autoridades del pueblo y vecinos".

CARLOS APARICIO

En esta oportunidad, para celebrar el aniversario, estuvo presente el Dr. César Mulqui, director de Hospitales, y la directora regional, Dra. Carmen Lavadenz.

Gran emoción

Entre los recuerdos ante el micrófono del acto, Lavadenz habló de todos aquellos que, en 1975, le abrieron las puertas de su casa y sus afectos cuando llegaba, jovencita, para comenzar el ejercicio de su carrera. Su emoción, cargada de memoria, se potenciaba porque anunció que ya había presentado sus papeles para la jubilación, y ya frente a la placa descubierta me toma del brazo y me dice que "es difícil dejar este trabajo".

No es difícil, en cambio, pensar que alguna vez nosotros seremos recordados como aquellos primeros de 1947: el director René Castañeda, el administrador Gerardo Aparicio, la ecónoma Leonor Quevedo, los enfermeros Ramón Peralta, Romelia Buitrago de Peralta, Sebastián Vilte, Eva María de Guerrero, también partera, Juan de la Cruz Zerpa, Eufemia Vargas, la cocinera Pilar de Gaidelón, el ordenanza Rómulo Vilca y las lavanderas Josefa Cuellar de Rodríguez y Tomasa Toconás.