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Secuestró, torturó, abusó y fue condenado a 18 años

Pablo Catari mantuvo cautiva casi seis días a su exnovia, la atacó con un martillo, la rapó y abuso de ella reiteradas veces.Fue condenado a cumplir 18 años de prisión. La Fiscalía había solicitado 23 años, mientras que la querella pidió 25 años.
Viernes, 29 de noviembre de 2019 01:04

"Yo te voy a enseñar a hacerte la canchera", le había dicho Pablo Jesús Catari a su expareja, luego de obligarla a subir a su auto y con ayuda de un amigo y llevarla a su casa, aquella madrugada del 30 de enero del año pasado, en inmediaciones de un canal de riego en la ciudad de Monterrico.

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"Yo te voy a enseñar a hacerte la canchera", le había dicho Pablo Jesús Catari a su expareja, luego de obligarla a subir a su auto y con ayuda de un amigo y llevarla a su casa, aquella madrugada del 30 de enero del año pasado, en inmediaciones de un canal de riego en la ciudad de Monterrico.

Desde ahí, la vida de una joven cambió para siempre, porque fue brutalmente atacada a golpes hasta ser desmayada, estuvo secuestrada casi seis días, torturada y abusada sexualmente en reiteradas oportunidades, sólo porque decidió poner fin a la relación por los incontables hechos de violencia de los que justamente era víctima.

Catari escuchó la condena de pie y con la cabeza gacha, en la sala de audiencias del segundo piso del Palacio de Tribunales no estaban presentes ni sus familiares y luego de fue desalojado sin decir palabra alguna, custodiado por un efectivo de Servicio Penitenciario.

El 6 de febrero del año pasado, una mujer que apenas se podía mantener en pie ingresó a la Seccional 29º de Monterrico pidiendo desesperadamente ayuda, tenía la cabeza rapada y moretones en los pómulos. Acusaba fuerte dolores en el vientre y mostró quemaduras de cigarrillos, heridas con un punzón y con un martillo en sus brazos y piernas y sus muñecas y tobillos surcados a punto de sangrar.

Se identificó y dijo que su expareja la mantuvo cautiva casi seis días en su casa, que estuvo maniatada de pies y manos, fue torturada y abusada todo ese tiempo por Catari.

De inmediato la víctima fue asistida por el personal del Same y fue trasladada al hospital "Pablo Soria de la ciudad capital, se encontraba totalmente conmocionada y tenía signos de deshidratación.

La figura de Pablo Jesus Catari es la de un adolescente y de vez en cuando trataba de hacer un gesto amigable a los jueces que integraron el Tribunal en lo Criminal Nº 2, se abstuvo de prestar declaración y su abogado había solicitado que se lo impute por lesiones.

El fiscal de Cámara habilitado Diego Cussel había solicitado la pena de 23 años de prisión, mientras que la querella representada por Dora Geronazzo del Centro de Asistencia a la víctima había pedido que se condene a Catari a 25 años.

"Éste es un fallo ejemplar, ya que no es común un delito de tortura y privación de la libertad, es de difícil demostración, pero en este caso el Ministerio Público Fiscal pudo demostrar cuáles fueron los hechos que determinaron las torturas sufridas por la víctima. Por eso entendemos que fue un fallo muy importante", había dicho Cussel.