Hay fechas que merecen ser incluidas en el calendario de conmemoraciones oficiales y en el anuario escolar, para que las nuevas generaciones puedan conocer la historia de los pioneros, aquellos hombres y mujeres que escribieron importantes páginas y cuyo accionar fue fundamental para el progreso de los pueblos.
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Hay fechas que merecen ser incluidas en el calendario de conmemoraciones oficiales y en el anuario escolar, para que las nuevas generaciones puedan conocer la historia de los pioneros, aquellos hombres y mujeres que escribieron importantes páginas y cuyo accionar fue fundamental para el progreso de los pueblos.
Una de esas fechas, es la que se conmemora hoy, y tiene que ver con el fallecimiento del fundador de San Pedro, don Eugenio Tello, merecidamente llamado "Padre de Pueblos", por su gran labor fundacional en el territorio jujeño.
Coincidentemente el mes de noviembre, marcó su natalicio, y su partida, el pasado 14, se conmemoraron 170 años de su nacimiento y hoy se cumplen 95 años de su fallecimiento.
Tello fue el único jujeño que gobernó tres provincias argentinas, Jujuy, Río Negro y Chubut, en las cuales, se lo recuerda por su tesonera labor. Y seguramente, en alguno de los pueblos que nacieron a la luz de su descollante gestión, se recordará su nombre, como San Pedro, La Quiaca, Abra Pampa, Ledesma, Valle Grande, entre otros.
Los documentos históricos que sacó a la luz el multidoctor e historiador Jobino Pedro Sierra e Iglesias, dan cuenta que el eximio gobernador jujeño, arribó a este verde solar el 30 de julio de 1883, y en la sala principal de la Hacienda San Pedro, (hoy Museo Histórico), en presencia de dos hijos del propietario Miguel Francisco Aráoz, que por ese entonces residía en la provincia de Salta desempeñándose como diputado, firmó el decreto de expropiación de las tierras, ordenando que de manera inmediata, se proceda al trazado y amojonamiento para la fundación del pueblo de San Pedro. Cabe acotar que desde muchos años atrás, las familias residían en tierras de propiedad de Aráoz, pagando un alquiler por habitar en la zona y no eran dueños de nada.
Es por eso que amparado en la ley de expropiación, Tello asumió el compromiso de no permitir que la provincia esté en manos de pocas personas para darles la posibilidad a los jujeños de contar con un espacio propio y puedan a partir de allí, construir un futuro promisorio.
Una vez cumplida esta primera gestión en San Pedro, el gobernador siguió junto a la guardia que le designó la Legislatura provincial con destino a Ledesma y Valle Grande, fue el primer mandatario que cruzó a caballo el corredor de las Yungas, para seguir tu tarea fundacional en los pueblos de la Quebrada y la Puna jujeñas.
Jujeño con espíritu visionario
José Eugenio Tello nació en San Salvador de Jujuy el 14 de noviembre de 1849 y falleció el 30 de noviembre de 1924, a la edad de 75 años.
Fue diputado por los departamentos Ledesma, Humahuaca y capital, presidente de la Legislatura. Fue senador nacional y gobernador de las provincias de Jujuy, Chubut y Río Negro. El 30 de julio de 1883 redactó el decreto de expropiación de las tierras necesarias para fundar el pueblo San Pedro.
A los tres meses de su mandato, a fines del mes de julio, salió a recorrer a caballo la provincia, como ningún otro gobernador la recorrería por este medio y en un solo viaje. Por su espíritu visionario, cuando salió a recorrer la provincia y fundó varios pueblos comenzaron a llamarlo "Padre de Pueblos" y al fundar la "Escuela Nacional de Señoritas" y ser el autor del proyecto de ley de Educación Común, lo llamaron el "Pequeño Sarmiento Jujeño". El Sumo Pontífice lo condecoró con la Cruz Pro-Eclesial e Pontífice, por sus relevantes condiciones de hombre público.
El 25 de mayo del año 1983, familiares de don Eugenio Tello llegaron a la iglesia principal de San Pedro de Jujuy, portando una urna de color negro y de regular tamaño con tapa.
En su interior había una cajita de madera de cedro rosado, con una división central sin tapa, con la cual se formaban dos cavidades, una de ellas contenía las cenizas de Eugenio Tello y la otra las de su señora esposa María Sánchez de Bustamante y Quintana, las que fueron colocadas en una hornacina en la pared derecha del atrio del templo, protegida por una artística reja, donde se conserva en la actualidad.
El Museo Histórico custodia actualmente el busto que honra su figura, obra artística realizada por el artista y escultor Atilio Morosín.