"Hoy celebramos la Navidad, esta festividad tan esperada, tan querida para todo el pueblo de Dios. En Navidad, nos encontramos en familia, es la noche del encuentro, de acercarnos al pesebre, es una noche precisamente donde Dios también viene a encontrarse con su pueblo y lo hace en el seno de una familia. En la imagen que nos regala el evangelio, en aquella imagen que San Francisco de Asís plasmó al hacer el primer pesebre, encontramos a una familia. Hoy le pedimos al Señor la gracia de poder fortalecer nuestras familias". Fue parte de la homilía pronunciada por el padre Daniel Alberto Baca, durante la misa de Nochebuena, que se vivió con especial sentir cristiano, en el atrio de la iglesia matriz donde una multitud de fieles se convocó con sus familias.
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"Hoy celebramos la Navidad, esta festividad tan esperada, tan querida para todo el pueblo de Dios. En Navidad, nos encontramos en familia, es la noche del encuentro, de acercarnos al pesebre, es una noche precisamente donde Dios también viene a encontrarse con su pueblo y lo hace en el seno de una familia. En la imagen que nos regala el evangelio, en aquella imagen que San Francisco de Asís plasmó al hacer el primer pesebre, encontramos a una familia. Hoy le pedimos al Señor la gracia de poder fortalecer nuestras familias". Fue parte de la homilía pronunciada por el padre Daniel Alberto Baca, durante la misa de Nochebuena, que se vivió con especial sentir cristiano, en el atrio de la iglesia matriz donde una multitud de fieles se convocó con sus familias.
En otro tramo de la prédica, el sacerdote hizo fuerte referencia a la demanda de los niños, en un tiempo en que son las víctimas potenciales de los atentados que se dan a la familia y que impacta en ellos.
"Sabemos que son muchos los conflictos, en el dialogo con los chicos, se percibe los problemas que tiene la familia, el papá o la mamá que está ausente, los problemas económicos que tanto desgasta la vida familiar y que a veces es motivo de que la familia se separe, viva en clima de tensión y más, una sociedad donde se apunta a la fragmentación y la división de la familia, donde se nos enseña que el proyecto familia ya es caduco, ya es anacrónico, fuera del tiempo, un estereotipo que ya no tiene vigencia y eso consumen nuestros chicos", prosiguió.
El encuentro con Dios
Acotó que el encuentro con Dios se da a través de un niño, que ese Dios que está tan maravillosamente reflejado en el antiguo testamento, Dios creador, guerrero, sabiduría infinita, todopoderoso, se ha hecho niño, se ha hecho pequeño, incluso, su vida ha dependido de una decisión de una mama muy joven y de un papa confundido, pero que creyeron en Dios y que le dijeron sí a esa vida de Dios.
"Dios nos ha traído la salvación y en el pesebre de nuestras familias, también nos regala el don de la vida, en nuestros hijos, nietos, sobrinos, en ese niño que nace en la comunidad. Cada niño que nace es la bendición, es la salvación que Dios nos ofrece. Es la alegría con el cual bendice a su pueblo y nosotros, como María y José, a pesar de los muchos desafíos que implica hoy concebir un hijo, debemos decirle si al don de la vida, porque la vida es la salvación que Dios nos ofrece, demos gracias a Dios por nuestras familias, por la sagrada familia de Nazaret y por la vida de nuestros niños. Feliz Navidad del Señor, que la vida del Niño Jesús se haga vida en cada corazón, en cada familia y en nuestra sociedad", finalizó el padre Daniel.
Singular signo
El padre Daniel Baca ingresó hasta el altar, portando en alto la imagen del Niño de Belén, instancia que fue coronada por el canto y las aclamaciones.
Como signo especial de esta celebración tan cara de la grey católica, fueron presentadas dos familias con sus bebés recién nacidos en brazos, marcando de este modo, el llamado a la sociedad a defender la vida y proteger a la familia, más allá de todas las difíciles circunstancias por las que atraviesa, en un mundo sin valores.
La gran cantidad de fieles también presentes con las imágenes de sus Niños de Belén familiares y los pesebres de las capillas y comunitarios, participaron activamente de la misa, acompañando con los cantos.
Finalizada la celebración, el padre Daniel con el canto festivo del ministerio Río Blanco, descendió del altar hasta el pesebre erigido en uno de los laterales del atrio, para colocar allí la sagrada imagen que fue saludada por los presentes y homenajeada con la tradicional adoración por parte de los niños adoradores que se dieron cita.
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