SAN PEDRO (Corresponsal) Seminaristas jujeños, participaron del retiro espiritual que se realiza todos los años, previo al inicio del nuevo ciclo lectivo. El lugar para vivir esta experiencia, fue el Monasterio Benedictino "Cristo Rey" de El Siambón, ubicado en la provincia de Tucumán, donde los jóvenes estuvieron acompañados por el formador del ciclo introductorio, padre Marcelo Valdivia.
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SAN PEDRO (Corresponsal) Seminaristas jujeños, participaron del retiro espiritual que se realiza todos los años, previo al inicio del nuevo ciclo lectivo. El lugar para vivir esta experiencia, fue el Monasterio Benedictino "Cristo Rey" de El Siambón, ubicado en la provincia de Tucumán, donde los jóvenes estuvieron acompañados por el formador del ciclo introductorio, padre Marcelo Valdivia.
“Somos ocho seminaristas, los que viajamos a Tucumán para vivir este especial encuentro que fue de mucha ayuda para nuestra formación, estando en pleno contacto con el que los llamó al servicio, para así empezar con más energías y optimismo este nuevo año. Con la gracia de Dios, un compañero cursará el segundo año del ciclo filosófico, en tanto que dos cursaremos el primero del mismo ciclo y cinco nuevos seminaristas, harán la primera etapa introductoria hacia la vida sacerdotal. Uno de ellos proviene de la Prelatura de Humahuaca, estudiará en la Diócesis de Jujuy, pero seguirá sirviendo en su tierra”, dijo el seminarista Emanuel Ortega, en diálogo con El Tribuno de Jujuy.
Indicó que el retiro tiene como objetivo renovar y confortar la llamada de Dios en la vida de los jóvenes de entre 19 a 31 años, que decidieron ofrecer su vida al sacerdocio, como también el crecimiento y la madurez personal, y poder abrirse a la acción de Dios. “Fue importante vivir este tiempo donde comprendimos que los medios para alcanzar la gracia de Dios, son la sagrada escritura, la oración y el silencio, que pudimos vivenciar porque estuvimos en un monasterio en el que los monjes viven su vida en plenitud”.
El joven acotó que compartieron las oraciones propias de la Iglesia, el almuerzo y la cena con los monjes que siguen la regla de San Benito, pero al estar de retiro, tenían dos momentos al día, uno a la mañana y otro a la tarde, en el que un sacerdote operario que los acompaña con sus prédicas los invitaba a reflexionar sobre la vida sacerdotal.
Cabe destacar que en este monasterio, vive un monje jujeño, quien antes de decidir esta vida estudió en el seminario y una vez completado sus estudios descubrió que Dios le pedía una vida más dedicada a la contemplación y a fines del año pasado, realizó la profesión de sus votos.