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"No hay formación si no hay tiempo de trabajo"

Después de 4 años dirigiendo las selecciones juveniles de Costa Rica, el jujeño Marcelo Herrera decidió volver a su casa. La Federación de Fútbol del país caribeño quiso que siguiera, pero él optó por retornar. Actualmente se encuentra abocado de lleno a su escuelita, “Popeye Herrera”, que funciona en el barrio Los Perales. Y en charla con El Tribuno de Jujuy dejó interesantes conceptos sobre el fútbol infantil.
Lunes, 25 de marzo de 2019 01:01

-¿Costó la determinación?

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-¿Costó la determinación?

-Para nada. Estoy contento, con muchas ganas y expectativas de trabajar nuevamente en la escuela. Tuve unos muy buenos seis años afuera. Dos años en Boca (NdR: fue ayudante de campo de Carlos Bianchi) y cuatro en Costa Rica, que hicieron que me alejara un poco de la escuelita que arrancó en el 2005. Estoy con ganas de quedarme un tiempo, pero tampoco sé cuánto porque el fútbol profesional es la materia que se quiere rendir siempre. Hoy por hoy metido a full, tratando de aportar a los chicos todo el bagaje que fui aprendiendo en estos años.

-También con interesantes proyectos estructurales en el complejo del Los Perales.

-Si el tiempo nos acompaña vamos a abrir en la presente semana. La lluvia de los últimos días no nos dejó terminar de armar la nueva carpeta de césped sintético, algo que fuimos pioneros en el 2006 cuando pusimos la primera en Jujuy. Ahora, 13 años después, estamos cambiando ese piso para poner uno de última generación. También renovamos todas las luces e instalamos iluminación led, que es lo último que salió a nivel internacional y otras modificaciones que esperamos que la gente pueda disfrutar.

-Son canchas ideales para la práctica de este deporte.

-Son tres y no pudimos agrandarnos más porque el predio no nos da el espacio. Así se tienen las mejores condiciones para jugar un buen partido de fútbol. Además, quiero remarcar que nuestra escuela es inclusiva, con el afán de poderlos insertar en una estructura del deporte para que se puedan desenvolver. La idea es sumarlos deportivamente para que puedan adaptarse.

-¿Hubo modificaciones en el cuerpo de profesores?

-No. Sandro López continúa siendo el coordinador general. Reincorporamos a Leandro Calvetti, quien estuvo acompañándome en Costa Rica. Siguen los profesores Antonio Agostini y Marcos Loza. La nueva cara será Lautaro López, hijo de Sandro, que se sumará al trabajo de los más chicos.

-Siempre que hablamos con vos el tema del fútbol infantil te apasiona y da la sensación que se está apostando más en serio a las canteras.

-A mí me gusta trabajar con los chicos porque creo mucho en los procesos. No hay formación si no hay tiempo de trabajo. Los chicos van madurando naturalmente, pero si no se le agrega conocimiento o herramientas no llegan a encontrar su plenitud. En todo momento se debe aportar cosas nuevas. Sin educación, no hay deporte ni nada. Nuestra idea es la misma. Somos conscientes de que el tiempo es el único que da respuestas. Vamos a intentar insertar el fútbol femenino que tiene un crecimiento importante en el mundo. Ya tenemos un grupo de chicas que viene trabajando hace varios años con Sandro y ahora queremos incentivar a las más pequeñas y juveniles.

-Coincidís que los padres no son "buena influencia" para los hijos en el fútbol formativo.

-Todo el tiempo lo hablamos con los papás. Futbolísticamente algunas veces enfocan de manera equivocada su parecer, por ejemplo, pidiendo a los chicos hacer cosas de grandes. Ellos no están preparados. Entonces, los papás se frustran y los chicos también. No se resuelve nada. No pasa sólo en Jujuy. Es un gran problema que se debate a nivel internacional. Los padres quieren "realidades ya" cuando la cuestión es esperar. Son como cualquier semilla. Hay que regarla y cuidarla hasta que se convierta en un árbol sólido.

-Me imagino la satisfacción que debe ser encontrarse con un pibe que arrancó en el 2005 y te busque para hablar de su experiencia en la escuelita.

-Me pasó hace poco en Córdoba. Me gritan "Popeye" y me doy vuelta. Venía un muchacho, de 26 o 27 años, y me da un abrazo. Había sido alumno de la escuela, pero recordaba quién era. Cuando nos pusimos a conversar y al verlo a los ojos a medida que pasaban los minutos, lo recordé. Es mágico que con el paso del tiempo haga que los chicos te recuerden. Porque en definitiva, ellos se acuerdan de vos si les dejaste algo. No sé qué, ya que muchas veces no se trata de ser buen jugador. A veces los marcás por otras acciones. Por ejemplo, saludar siempre. Este pibe me dijo que aprendió de mí a saludar siempre cuando llegaba y cuando se iba de un lugar. Listo, me dije interiormente: el trabajo estaba realizado. Genera mucho placer alcanzar esos objetivos.

-¿Y este muchacho seguro no es futbolista profesional?

-Para nada. Se recibe en Administración de Empresas. Por eso, todo se potencia más. Que la escuela brinda herramientas para desarrollarse en cualquier ámbito nos llena de satisfacción. Siempre es importante que los chicos estudien, inclusive a los jugadores mayores. Vos no sabés hasta dónde te lleva el fútbol.

Marcial y Bianchi, maestros

EN EL TRIBUNO / EL EXVOLANTE DE LA SELECCIÓN TAMBIÉN SE REFIRIÓ A SUS MAESTROS.

“Poyeye” Herrera, en su larga carrera profesional como volante derecho, que inclusive lo llevó a la Selección Nacional, se caracterizó por la entrega. “¿Si se transmite? Seguro. No hay que regalar ninguna pelota, pero a las que no se llegan, no ir al vicio. Mi vida se marca por el sacrificio y el esfuerzo. Orgulloso de ser de mameluco”. También se refirió a quien lo marcó como técnico. “Soy un afortunado porque tuve entrenadores muy buenos. Y dos que me marcaron y que utilizo sus enseñanzas son Marcial Acosta y Carlos Bianchi. Marcial fue un adelantado en el tiempo. Hacía cosas que hoy se hacen. Y Carlos tiene una calidad de persona única. La manera de manejar grupo y transmitir su conocimiento. Un pedagogo tremendo”, precisó. Finalmente, sobre la tecnología, el ex Gimnasia, Vélez, Miami Fusión explicó que dependía desde dónde se mire. “Para los entrenadores es necesaria porque podés corregir errores y potenciar virtudes. Y está el VAR que marca el compás de las decisiones de los árbitros. Soy un poco reacio, pero no tengo una mirada esquiva”, concluyó.

Se nace y se hace futbolista

Sobre el gran debate que existe si el futbolista “nace o se hace”, Herrera dio una interesante respuesta. “Las dos cosas. Hay muchos que vienen con la genética para jugar el fútbol. No es tan difícil sumarlos a los equipos. Pero hay otros que tienen la intención, pero no la capacidad o no les sale tan natural como a los dotados. A ellos hay que ayudarlos para que se vayan puliendo. Inclusive, después, pueden ser más productivos. Es una larga discusión”, sostuvo. Mientras que al ser consultado si se debe enseñar con buenos ejemplos, remarcando que un gol es más lindo si se convierte de taco, no con la mano, el experimentado DT coincidió y agregó que “dentro de la cancha se debe tener iniciativa. No creo que Diego Maradona cuando metió la mano para hacerle el gol a los ingleses lo haya hecho pensando si iba a caer bien. Le salió porque quería ganar. Está en el argentino ser transgresor. Pero no es la idea de inculcarle a los pequeños”. En cuanto a su futuro indicó que “tengo objetivos, pero hoy pienso en el día a día. A medida que aparezcan posibilidades, serán analizadas. Primero porque no se puede. Si fuera por mí, dirigiría Real Madrid. Y segundo porque las chances que salen para trabajar no surgen a cada rato. Tengo el placer de poder elegir de estar en mi casa, algo que no muchos lo pueden hacer. Hace poco tuve dos ofrecimientos para dirigir en el fútbol profesional, pero no acepté”.