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Cultos a la Virgen de Copacabana

Se prepara el ascenso en que la imagen regresará al cerro para esperar a peregrinos.
Martes, 26 de marzo de 2019 01:04

Así como cambia la tonada de la copla tras caer el carnaval, las calles de Tilcara ya no ven pasar a los alegres ni se escuchan las trompetas a lo lejos sino el redoble y el son de los sikuris. A veces es de los ensayos, que ya se preparan para subir al cerro, pero también se tiene la suerte de verlos llegar.

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Así como cambia la tonada de la copla tras caer el carnaval, las calles de Tilcara ya no ven pasar a los alegres ni se escuchan las trompetas a lo lejos sino el redoble y el son de los sikuris. A veces es de los ensayos, que ya se preparan para subir al cerro, pero también se tiene la suerte de verlos llegar.

Aunque hay diferencias con el paso de las comparsas, tienen cosas familiares acaso por sólo ser la misma gente. Llegan formados en filas de a dos, como los disfrazados cuando bailaban, complementándose aquí el sonido de una hilera de cañas con el de la otra, y son los mismos rostros, las mismas expresiones pero con distinto atuendo.

PROCESIÓN CON LA PATRONA

Es el ciclo del año, que en cada esquina de su recorrido trae sonidos diferentes. Estos vienen delante de la Virgen de Copacabana del Abra de Punta Corral, a quien desde el 21 empezó a rezársele la novena, y a quien el sábado 30 se llevará al Santuario para que espere, allí, a los peregrinos pascuales. De cada día de la novena, participan los sikureros hasta completar un total de 77 bandas al 29 de marzo, la víspera del ascenso.

La Mamita que baja en la Semana Santa tilcareña, pasa el año en la capilla lateral de la iglesia del pueblo, pero regresa al Abra algunas semanas antes de la procesión. La subida comenzará el próximo sábado a las 5, cuando empieza a vivirse el ciclo pascual de nuestro calendario, un tiempo embebido por la cultura local que florecerá con las bandas de sikuris y el armado de las ermitas.