Al tener que subsistir mediante una "olla popular" o en un comedor que no posee muchos recursos, la calidad de la alimentación no es buena y eso repercute con mayor énfasis en el crecimiento de los más chicos.
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Al tener que subsistir mediante una "olla popular" o en un comedor que no posee muchos recursos, la calidad de la alimentación no es buena y eso repercute con mayor énfasis en el crecimiento de los más chicos.
Hay comedores que reciben ayuda de programas gubernamentales y de proveedores que les colaboran, y con eso pueden preparar comidas con mayores nutrientes, pero hay otros que solamente funcionan con el aporte de los vecinos del barrio que se las rebuscan para cocinar todos los días.
Lo mismo ocurre con aquellas familias que se juntan para comer, cada una pone lo que puede, que en su mayoría se centra en arroz o fideos.
Claudia Velez, integrante de la fundación "Manos Abiertas", al respecto sostuvo que "la situación es crítica, la gente no puede darles ni leche a los chicos. La inflación impactó de lleno en ellos, lamentablemente están padeciendo una mala alimentación y eso se verá reflejado el día de mañana en la educación".
Sobre esta mala nutrición, Paula Vidal, licenciada en nutrición, en diálogo con El Tribuno de Jujuy manifestó que "el niño necesita una dieta que sea variada y suficiente para cubrir sus necesidades de crecimiento y por las actividades que realiza durante el día, es decir, la energía que gasta".
"Necesita macronutrientes que son hidratos de carbono, proteínas y grasas, y también micronutrientes que son vitaminas, minerales, etc., muy necesarias para su crecimiento", agregó.
Asimismo, indicó que "es importante que consuma cereales y proteínas que son derivados de origen animal como leche, huevos, queso y carnes. Además de frutas y verduras para que tenga una alimentación variada".
Por la crisis se observa una malnutrición "en deficiencia que vendría a ser la desnutrición infantil y también cuando se reemplaza lo que son las vitaminas y minerales por hidratos de carbono. Entonces encontramos a niños que son obesos por el consumo excesivo de hidratos de carbono. Tenemos dos formas de mala nutrición debido a la crisis económica", señaló la especialista.
Continuó diciendo que "una mala alimentación puede generar graves problemas de memoria, crecimiento, aprendizaje y maduración, causar depresión en los jóvenes, provoca fatiga y debilidad, problemas digestivos, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, producir enfermedades renales, dañar tu hígado y aumentar el riesgo de padecer cáncer".
"Lo más grave es la desnutrición calórica o proteica, y también la obesidad y las enfermedades a causa de eso. Las patologías más comunes pueden ser hipercolesterolemia, diabetes, síndrome metabólico o alteración en los huesos por falta de calcio o anemia", concluyó Vidal.
Buscan comida en tachos de basura
Sumado a esta situación, referentes de ongs que por las noches realizan recorridos por la capital jujeña visitando a personas en situación de calle, se cruzan con situaciones de hombres y mujeres que revisan los residuos para buscar comida.
Marcela Otazo, voluntaria del grupo “Por Una Sonrisa”, comentó que “en el mercado de la avenida Almirante Brown es donde siempre vemos en el contenedor de basura a familias revolviendo. Hay una abuelita que va a buscar verduras siempre en la basura que nos espera para que le demos comida, la verdad que es muy feo ver a mayores en esa situación”.
Por su parte, Cecilia Cernuschi, miembro de “Zoom”, sostuvo que “la pobreza en las calles es algo que no escapa a la vista de cualquier vecino, solo hace falta hacer zoom para observar bien aquellas situaciones que a veces pueden parecer comunes, pero que son muy dolorosas. Hace falta involucrarse un poquito más”.
En relación a la lamentable situación de aquellas personas que buscan comida en la basura, remarcó que “en estos últimos tiempos, en que la situación económica nos afecta a todos, es más frecuente ver hombres y mujeres, rebuscando para poder tener para comer, para alimentar a los chicos, familias enteras en los contenedores clasificando verdura, ollas populares en los barrios para que las familias puedan comer”.