A casi un año de la partida del histórico jefe de Deportes, Edgar Caballero, su ausencia aún se hace sentir, pero su legado no se detiene. Su paso por esta vida y fundamentalmente por su amado diario, dejaron indudablemente huellas que jamás serán borradas.
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A casi un año de la partida del histórico jefe de Deportes, Edgar Caballero, su ausencia aún se hace sentir, pero su legado no se detiene. Su paso por esta vida y fundamentalmente por su amado diario, dejaron indudablemente huellas que jamás serán borradas.
Su legado no solamente pasó por lo personal, para todos quienes tuvimos el placer de conocerlo, sino además por lo profesional y lo pasional.
En lo profesional, su trayectoria fue intachable. El compromiso que mostró con su trabajo, dejó la vara muy alta para todos los que venimos por detrás de él.
Pero claro está que todo esto fue de la mano con la pasión. La pasión que lo llevó a ser el impulsor, creador y mentor de un fenómeno que comenzó hace años como el simple hecho de darle un espacio a los atletas de la provincia y hoy se convirtió en una gran fiesta deportiva que moviliza a miles de personas cada año. Porque hoy todos viven y realzan la organización del "evento más convocante del norte argentino", el Maratón El Tribuno de Jujuy, pero quizás solo los más memoriosos tengan en sus retinas cómo fue el nacimiento del mismo.
Aquello que comenzó en silencio y con la colaboración de pocos en el "viejo diario" de Belgrano 306, esquina Argañaraz. En perfil bajo y solo por la pasión de ofrecerles a los atletas un lugar y una fecha que agendar en sus calendarios deportivos. Porque, así como un 19 de abril nació este matutino, por esa misma fecha nació el maratón.
La idea fue celebrar el cumpleaños del diario más importante de la provincia con una fiesta deportiva. Algunos atletas se anoticiaron y concurrieron al evento. Fueron apenas un centenar, pero "Cabita" estaba orgulloso. Fue testigo del nacimiento de algo que quizás no pensó se volvería tan importante para el diario y para la provincia. O quizás lo soñó y afortunadamente pudo ver su obra en su máximo esplendor.
Nunca quiso las primeras planas o los aplausos. Él fue feliz de saber que contribuyó con su obra al crecimiento de su amado diario, y que juntos fueron labrando un camino del evento más grande del norte.
Será el primer aniversario sin él presente. Y la primera edición del maratón sin su organización y cobertura.
Porque más allá de no haber estado físicamente el año pasado con su cámara recorriendo el predio y charlando con los atletas, desde su lugar a todos los que encontró les preguntó sobre cómo marchaba todo para ese gran día.
Hasta el final amó su diario y protegió su creación. La mimó, la cultivó y seguramente desde el cielo con orgullo mirará una nueva edición, la que se celebrará en junio y congregará nuevamente a miles de personas en una fiesta que cada vez crece más. El homenaje en este nuevo aniversario del "diario de la gente bien informada", es para quien ya no está físicamente en esta redacción, pero que jamás se irá de la misma.
"Cabita", parte de la historia misma de este matutino, seguirá estando presente en todos los que formamos parte de esta familia en El Tribuno y toda la familia deportiva de la provincia.