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26 de Abril,  Jujuy, Argentina
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"La violencia es un modo de resolución de conflictos"

Liliana Sosa, psicóloga, analizó esta situación considerando que no es un acto aislado y tiene sus causas sociales.
Jueves, 04 de abril de 2019 01:00

"Al pedirles a los chicos que narren la historia de una familia de su barrio, los chicos armaron una historia de un padre que le pegaba a su hijo porque éste le rompió por accidente su celular. Justificaban el hecho en que el padre había perdido su trabajo y no podría reponerlo. Decían que no era un padre malo ni pegador, pero había cambiado por la falta de trabajo", (coordinador, taller grupal), dice uno de los testimonios que fueron difundidos en el informe de Unicef.

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"Al pedirles a los chicos que narren la historia de una familia de su barrio, los chicos armaron una historia de un padre que le pegaba a su hijo porque éste le rompió por accidente su celular. Justificaban el hecho en que el padre había perdido su trabajo y no podría reponerlo. Decían que no era un padre malo ni pegador, pero había cambiado por la falta de trabajo", (coordinador, taller grupal), dice uno de los testimonios que fueron difundidos en el informe de Unicef.

El mismo fue publicado la semana pasada y analiza los efectos de la situación económica, en Argentina, en la niñez y adolescencia, en los miembros de su familia y los referentes de su comunidad.

Algunas mujeres entrevistadas manifestaron sufrir violencia con mayor frecuencia en el último año resultado de la incertidumbre que sienten los adultos varones frente a la situación de crisis y la presión como sostén económico de hogar.

Se puede apreciar también en uno de sus capítulos que esta situación tiene más antigüedad pero se agudizó en este último tiempo.

Para analizar este panorama, Liliana Sosa, psicóloga del centro de salud del barrio San Francisco de Álava, en diálogo con El Tribuno de Jujuy explicó que en la sociedad se está viviendo mucha violencia, desde los aspectos psicológicos se puede dilucidar que hay límites que el humano vive por condiciones externas a él "que tiene que resolver cotidianamente desde lo económico, desde el que comemos y desde como cubrir las necesidades que tiene".

En ese sentido, expresó que "la violencia es un modo de resolución de conflictos, no un acto aislado. Si yo resuelvo violentamente conflictos es lo que aprendí porque lo viví, porque veo en la sociedad permanentemente actos violentos desde pequeños a aberrantes".

"Mucha gente se pone nerviosa porque no tiene trabajo, no encuentran y se sienten mal y descargan con los chicos", (hombre jefe de hogar, taller integral), es otro de los testimonios que se encuentran en el estudio de Unicef.

La violencia como mecanismo de resolución de conflictos "es un modo que uno puede poner en juego con aquel que no me resulta peligroso. No me voy a enfrentar a alguien que considero superior", comentó Sosa.

También remarcó que la persona que ejerce la violencia muchas veces lo hace porque lo aprendió en su hogar y dice que es una forma de ser de su personalidad, pero lo que no buscó es otro modo de resolver un conflicto y se justifica diciendo que siempre fue así.

Desde la terapia psicológica se le dan herramientas para que resuelvan situaciones desde otra perspectiva.

"Más amorosa, cordial, amable, respetuosa. Pero si vos te desarrollaste dentro de la violencia es altamente probable que eso no quieras para tu vida", dijo.

Siguió diciendo que "hay personas que vivieron situaciones de alta vulnerabilidad con contextos poco favorables y lograron revertir eso, eso se llama resiliencia que es la capacidad que tiene el ser humano para poder modificar experiencias dolorosas".

Un niño aprende de lo que lo rodea

Cuando el contexto de un niño no es el mejor va a aprender de lo que convive con él dentro de su casa, afuera y en los distintos espacios donde se desenvuelve.

“Por eso es importante que los adultos estén más claros porque algunos dan por sentado o naturalizado que entre hermanos se peleen, citando un ejemplo. Pero eso no está bien”, explicó Sosa.

En relación a eso comentó que “para poder enseñar respeto a un niño, lo tengo que vivir yo y tener incorporado. Si no lo tengo me voy a manejar siempre desde lo malo”. 

Sobre la violencia intrafamiliar aseguró que la misma surge desde la inseguridad, la intolerancia y de no tener elementos para construir relaciones estables desde los vínculos como ser el noviazgo. 

“En ese caos que se vive hay niños que son hijos de padres adolescentes que no saben manejar su vida y tienen bebés. O chicos que conviven con tres generaciones y eso los perjudica, o viven en situaciones de hacinamiento, donde no hay diálogo para buscar soluciones. No se sientan los padres a preguntarles a los chicos si están tristes o no”, agregó.

También aconsejó que se debe enseñar a los chicos de que todos tenemos problemas que se pueden poner en una mesa en común y tirar ideas para solucionarlos.

”La ausencia de adultos es otro factor, se ve mucho en generaciones de padres y madres. Hay padres que son muy jóvenes y les cuesta dialogar con sus hijos. También adultos que tienen muchos temores por problemáticas que hay como la drogadicción o suicidios”, dijo.

Al respecto sostiene que el humano no aprendió a vivir un modelo armónico para resolver conflictos en términos de paz. 

“Porque a nadie le resulta muy atractivo hacerlo de esa manera. Estamos todavía con esa energía de la ley de la venganza”, manifestó Sosa.

En ese contexto, promueve que una solución es el diálogo interno, que hay que conocerse y que simultáneamente hay que reponer lo externo.

No siempre se da a causa de factores económicos

La violencia en una persona se manifiesta por diversas causas, no solo por las condiciones económicas, también ocurre “porque muchos no se conocen a sí mismos, no conocen sus posibilidades ni límites cognitivos”, afirmó Liliana Sosa.

Asimismo, sostuvo que la impotencia y el desconocimiento de uno mismo nos lleva a tener un encuentro con el otro desde la violencia como un modo para resolver lo que no puede hacerlo de otra manera.

Ante esa situación, la especialista sugiere “trabajar en términos de educación en valores. Los valores no son cosas que existan en sí mismas, son cosas que existen en la medida que el ser humano los reconoce y vive”, dijo.

Según su experiencia como psicóloga mencionó que “ocurre mucho que las personas cuando están bien no saben de qué hablar, le cuesta hablar del estado de bienestar que posee cada uno. Pero cuando tienen problemas no saben cómo resolverlos, y cuando buscan un psicólogo piensan que les van a resolver todo”.

“Los relatos en consultorios suelen ser por ejemplo ’como mi papá me pegó o me abandonó yo no quiero hacer tal cosa’, el inconsciente registra lo que uno no quiere y si eso es la única posibilidad que tiene esa persona es la que va a ejecutar”, añadió.

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