Esta noche a las 20.30 en el Espacio Incaa Mercosur del Cine Auditorium, el público de la ciudad podrá disfrutar nuevamente el filme documental tucumano "Bazán Frías. Elogio del crimen", una propuesta audiovisual que gira en torno a Andrés Bazán Frías, una suerte de Robin Hood tucumano, venerado por la devoción popular. La película que hace unos días ganó el Premio Especial del Jurado en el marco del 9º Festival Internacional de Cine Político que se realizó en Buenos Aires, está dirigida por Lucas García y Juan Mascaró y se adentra en la vida de un bandolero que nació en San Miguel Tucumán a finales del siglo XIX. Rodeado de pobreza, comenzó a robar comida para repartir entre la gente de su barrio. En 1923 fue asesinado por la policía cuando intentaba escapar. Hoy es recordado como un santo de los presos. Un siglo después de su muerte, los internos del Penal de Villa Urquiza (Tucumán) deciden formar parte de un taller para actuar la vida de este bandido. Juan Mascaró habló con El Tribuno de Jujuy brindando detalles de la producción que demandó cuatro años de labor.
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Esta noche a las 20.30 en el Espacio Incaa Mercosur del Cine Auditorium, el público de la ciudad podrá disfrutar nuevamente el filme documental tucumano "Bazán Frías. Elogio del crimen", una propuesta audiovisual que gira en torno a Andrés Bazán Frías, una suerte de Robin Hood tucumano, venerado por la devoción popular. La película que hace unos días ganó el Premio Especial del Jurado en el marco del 9º Festival Internacional de Cine Político que se realizó en Buenos Aires, está dirigida por Lucas García y Juan Mascaró y se adentra en la vida de un bandolero que nació en San Miguel Tucumán a finales del siglo XIX. Rodeado de pobreza, comenzó a robar comida para repartir entre la gente de su barrio. En 1923 fue asesinado por la policía cuando intentaba escapar. Hoy es recordado como un santo de los presos. Un siglo después de su muerte, los internos del Penal de Villa Urquiza (Tucumán) deciden formar parte de un taller para actuar la vida de este bandido. Juan Mascaró habló con El Tribuno de Jujuy brindando detalles de la producción que demandó cuatro años de labor.
¿Cómo surge la idea del proyecto?
Varios compañeros queríamos repasar esta historia que estaba olvidada sobre este bandido rural de los años '20, una historia que tiene más de 100 años, pero no teníamos los elementos, no había fotos, ni registros de la vida de él, ni testimonios, no había gente viva de esa época y se nos ocurrió destacar su lado milagroso y la devoción que genera. Sus seguidores son en su mayor parte los presos, que le piden y le agradecen. Pensamos en la posibilidad que alguien la actuara, pero no teníamos los recursos para hacer una ficción tradicional, entonces comenzamos a pensar en hacer una documental ficcionado es decir una película donde la ficción y el documental se cruzaran.
¿Y cómo fue ese proceso?
Se nos ocurrió convocar a los presos que son devotos, porque Bazán se convirtió en un santo, un alma milagrosa y les planteamos a ellos que representen escenas de la vida de Bazán Frías. Así, de la película participan internos que aceptaron la propuesta de formar parte de un taller para actuar la vida de este bandolero. Y la película cuenta dos cosas: la historia de Bazán ficcionalizada dentro del taller que duro un año y todas las cosas que pasan en la cárcel mientras la película avanzaba, contamos la situación de este sector. El proceso fue intenso ellos tuvieron una predisposición valorable, hemos logrado sinceridad, momentos honestos y muy profundos.
LOS DIRECTORES / LUCAS GARCÍA Y JUAN MASCARÓ.
¿Y para ustedes como realizadores cómo fue el desarrollo de la película?
Nuestra visión del lugar que ocupan los presos en la sociedad se fue modificando, nos acercamos a sus historias de vida. Y el fondo es triste y trágico, muchos de los que participaron del filme murieron luego en distintas circunstancias, su existencia es dura, lo que les toca a ellos es difícil. Nosotros salimos y ellos se quedan.
¿Hace cuánto tiempo están trabajando en el documental?
En 2014 surgió la idea y luego se puso en marcha. Filmamos en 2016 y editamos en 2017, dos años de trabajo y ahora estamos mostrándola.
El documental ya tuvo su estreno en muchos espacios ¿Cómo fue la recepción? Se estrenó la semana pasada en Tucumán con mucho éxito de público, tuvimos varias funciones con localidades agotadas, también se entrenó en Buenos Aires, La Plata y Quilmes. Y por estos días vamos a Mendoza y a Córdoba. Los primeros que la vieron fueron los protagonistas del Penal de Villa Urquiza. Se estrenó en salas estatales y en circuitos alternativos y asociaciones donde se trabaja el tema de las cárceles y la película forma parte de un programa de cine en cárceles. La situación de la distribución está muy monopolizada y contamos con pocas pantallas para el cine nacional por eso esta bueno apoyar propuestas argentinas que plantean temáticas que tienen que tienen ver con nuestra realidad. Hay una camada de realizadores que está trabajando para contarlas.
¿Qué reflexión puede hacer sobre la situación de cine en el NOA?
Ahora las políticas de fomento son restrictivas o fueron recortadas, no se produce, los cineastas estamos atravesando una fuerte crisis no hay salida laboral . Y la lucha está puesta en trabajar por las leyes de cine de las provincias para el fomento cinematográfico, una pelea que hay que levantar entre todos. El cine da trabajo que permite producir historias con identidad regional. Y hace falta una política más activa de circulación.