El Centro de investigaciones y Desarrollo de Materiales Avanzados y Almacenamiento de Energía de Jujuy (Cidmeju), conocido popularmente como Instituto del Litio, depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju) y del Gobierno de Jujuy, en el que trabajan científicos de primer nivel, reconocidos internacionalmente. En el mes de abril pasado en una actividad organizada por el Colegio de Ingenieros de Jujuy expusieron un valioso trabajo sobre la cadena del valor del litio que se conoce muy poco, al momento de opinar respecto a las aplicaciones de este insumo en las más diversas producciones. De una de las placas del power point presentado tomo el referido a la cadena de valor que va desde el carbonato de litio hasta los materiales aeroespaciales. El cuadro de por si resulta altamente ilustrativo respecto a las escalas de valor que se logra a medida que cambia el tipo de uso del litio en sus diversas transformaciones. En esta ocasión y a los efectos de que cualquier ciudadano esté informado debidamente sintetizamos el mismo. Agradecemos profundamente a los científicos del Cidmeju por su difusión.
inicia sesión o regístrate.
El Centro de investigaciones y Desarrollo de Materiales Avanzados y Almacenamiento de Energía de Jujuy (Cidmeju), conocido popularmente como Instituto del Litio, depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju) y del Gobierno de Jujuy, en el que trabajan científicos de primer nivel, reconocidos internacionalmente. En el mes de abril pasado en una actividad organizada por el Colegio de Ingenieros de Jujuy expusieron un valioso trabajo sobre la cadena del valor del litio que se conoce muy poco, al momento de opinar respecto a las aplicaciones de este insumo en las más diversas producciones. De una de las placas del power point presentado tomo el referido a la cadena de valor que va desde el carbonato de litio hasta los materiales aeroespaciales. El cuadro de por si resulta altamente ilustrativo respecto a las escalas de valor que se logra a medida que cambia el tipo de uso del litio en sus diversas transformaciones. En esta ocasión y a los efectos de que cualquier ciudadano esté informado debidamente sintetizamos el mismo. Agradecemos profundamente a los científicos del Cidmeju por su difusión.
Partimos de la transformación de la salmuera en carbonato de litio, que es lo que actualmente obtienen las empresas que están radicadas en Jujuy, a dicho nivel se le adjudica el valor de 10 dólares por kilogramo y el equivalente de referencia es igual a uno (1), si posteriormente quienes adquieren el carbonato de litio como insumo en un proceso de avance industrial se logran fabricar baterías (automóviles, motocicletas, celulares, tablets, televisores, cámaras fotográficas) con el componente litio metálico el equivalente del kilogramo se multiplica por 12, o sea 120 dólares por kilogramo, si la aplicación se lleva a la industria farmacéutica el equivalente del kilogramo asciende a 90, o sea 900 dólares por kilogramo y el salto que podríamos definir como extraordinario se logra en la aplicación del insumo litio en la producción de energía nuclear en donde la multiplicación del valor llega a 1000 dólares por kilogramo, finalmente la cifra sideral de la aplicación del litio para materiales aeroespaciales llega a la increíble multiplicación del valor por 3 millones de dólares por kilogramo del litio componente.
Nuestro país en las actuales condiciones de las diversas industrias a las que hicimos referencia estaría en condiciones de producir en escalas importantes el litio procesado para su uso o exportación, nuestro nivel puede llegar al menos hasta la aplicación en la producción de energía nuclear, y si se piensa en un despliegue extraordinario de una Argentina con industria aeroespacial contamos con la materia prima que da origen a toda la cadena de valor que es la salmuera de litio. La pregunta entonces es ¿por qué el límite se ubica en el carbonato de litio que se exporta a variados países que si avanzan en la cadena de valor? La respuesta abarca el nivel microeconómico y macroeconómico. En el primero no existen proyectos de industrialización del carbonato de litio en escala industrial porque las inversiones de capital se reducen a la explotación y exportación del carbonato de litio, es decir a la escala1 de la cadena de valor y en este nivel logran una rentabilidad muy importante. A nivel macroeconómico se trata del abandono del proyecto industrialista de nuestro país que supo regir con altas y bajas desde la década de los años de 1940. Argentina de ese tiempo del siglo pasado desarrollo industria pesada como la producción de acero, petróleo, avances en la energía nuclear, industria aérea y otras, que configuraron el proyecto nacional de soberanía y autodeterminación. Todo esto comenzó a desmantelarse tras el golpe de Estado de 1955, el golpe mortal comenzó durante el periodo de la última dictadura militar y particularmente con la aplicación mecánica del llamado “Consenso de Washington” que elaboraron los más poderosos sectores financieros, bancarios y monopólicos de la industria y el comercio mundial para imponérselos a los países dependientes del mundo, entre ellos la Argentina. La desgracia mayor consiste en que en nuestro país la tarea sucia la hizo un gobierno surgido de la voluntad popular como fue el gobierno de Carlos Menem, que después de ganar las elecciones con la consigna de “revolución productiva y salariazo”, terminó en la más burda entrega nacional, rifando a precio de regalo las empresas nacionales y vaciando las instituciones científicas que se había construidos con el trabajo argentino y el capital estatal, los beneficiarios fueron capitales de las más variadas potencias imperialistas a quienes se las entregaron con el pretexto de la ineficiencia del Estado y la “apertura al mundo moderno”, tras la caída del Muro de Berlín.
Por lo dicho el tema de la cadena de valor del litio no depende de las políticas que aprueban gobiernos provinciales sin miras de grandeza y de reconstrucción científica y técnica plena para poner a nuestro país a la altura de los más avanzados del mundo. El problema sólo puede encararse con un nuevo proyecto nacional, contamos con recursos naturales en abundancia, nivel científico universitario, fuerza de trabajo de alta calidad y profesionales que han logrado sobrevivir pese al ataque sistemático oficial para reducirlos en cantidad y calidad tal como lo demuestra la reducción del Presupuesto en Ciencia y Técnica del actual gobierno nacional y la disminución del plantel de investigadores de carrera y becarios.