Verdaderamente, una algarabía se vivió el martes último, la escuela primaria de Potrero de la Puna festejó sus flamantes cien años de vida, con personajes de su institución que retornaron por sus huellas dejadas hace años atrás.
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Verdaderamente, una algarabía se vivió el martes último, la escuela primaria de Potrero de la Puna festejó sus flamantes cien años de vida, con personajes de su institución que retornaron por sus huellas dejadas hace años atrás.
Hubo un sinfín de anécdotas, sobre todo de acciones de sacrificio de sus docentes de turno, junto a su personal de servicio, sus alumnos y padres de familia que aportaron lo suyo para que hoy la Escuela Nº 315 se proyecte en el tiempo, fortalecida al ya tener muy firmes sus cimientos.
Potrero de la Puna es una localidad ubicada a 35 kilómetros al noreste de Abra Pampa, se accede desde la "Capital de la Puna" por la ruta provincial Nº 72.
Los preparativos y la proyección de los festejos, inclusive comenzaron hace un año y en las vísperas hubo una importante serenata que contó con la actuación de sus artistas locales y el grupo abrapampeño Puyay.
En el día de sus cumpleaños, las delegaciones de visitantes e invitados especiales comenzaron a llegar en horas de la mañana. A las 11 se inició el acto protocolar encabezado por el director Serafín Rodolfo Mirabal, exdirectivos como el caso de Hermelinda Zerpa que se desempeñó como tal en el año 1979, e Ismael Vilte. En representación del Gobierno de la Provincia estuvo Silvina Camuso, secretaria de Gestión Educativa; José Luis Liquín, intendente de Abra Pampa, entre otras autoridades. Acompañaron alumnos y docentes de las escuelas de Pueblo Viejo, Rumi Cruz y Tabladitas. El acto fue musicalizado por la Banda de Música de Abra Pampa que depende del Ministerio de Seguridad de la provincia.
"El centenario de la escuela tiene significados diferentes, para algunos es motivo de nostalgia, recuerdos y reencuentro, para otros estos 100 años plantea la posibilidad de recuperar el sentido de pertenencia, de volver a una institución de la que se alejaron hace mucho y hoy sienten el deseo de retomar, otros no se fueron nunca solo por un período corto para formarse y volver como educadores, otros transitan este espacio, pisan la misma pisada de la niñez con sus pies de sus hijos y nietos", dijo Serafín Mirabal. "Se trata de festejar un pasado y un presente que nos llena de orgullo y nos impulsa a seguir trabajando ya que esta escuela, como todas, se asemeja a los senderos, a los caminos y no solo es importante adonde se llega, sino el trayecto mismo. En ella se aprende valores y actitudes democráticas en el único clima posible, la diversidad, la tolerancia y el respeto por el otro". Mirabal también agradeció a quienes crearon y consolidaron la institución sobre los obstáculos en el camino.
Finalizadas la parte protocolar y alocuciones, hubo números alusivos a la fecha a cargo de alumnos anfitriones y visitantes y de los exalumnos. Luego siguieron presentes para la escuela cumpleañera de la mano de exalumnos, exdocentes y directivos, de igual manera los visitantes también se llevaron un recuerdo. No faltó también el descubrimiento de placas recordatorias y de un mural alusivo a los 100 años de vida.
María Noel es la madrina de la escuela de Potrero de la Puna, estuvo presente en el día especial, como desde hace un año y medio. Ella es de Buenos Aires, conoció a los chicos por una foto de ellos y sus zapatillas, lo que la conmovió, desde entonces visita de forma particular a los alumnos cada tres meses aproximadamente con cosas que son necesarias para los chicos. "Haber llegado acá para mí es tocar el cielo con las manos", indicó Noel, quien en esta ocasión estuvo presente junto a los alumnos de la institución, que al despedirla le dieron "las muchas gracias" cantando a viva voz. María Noel programó su regreso en el mes de octubre con más sorpresas para los chicos.
"Los festejos superaron las expectativas", dijo Roberto Vilte, exalumno de la escuela, agradeció a todos quienes hicieron posible dicha festividad, a la gente que pudo llegarse desde distintos puntos del país. Indicó también que según versiones de los abuelos, la escuela habría funcionado, inclusive mucho antes del año 1919.
Para finalizar hubo un almuerzo de camaradería con todos los presentes.
Relacionado al centenario, la escuela primaria de Tambillos también cumplirá 100 años de vida el 20 de agosto del corriente año.