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El trompetista de El Pepo era papá de una nena y su mujer está embarazada

Nicolás Carabajal falleció en el trágico accidente que protagonizó el cantante el sábado. 

Martes, 23 de julio de 2019 08:48


Nicolás Carabajal era el trompetista de El Pepo y fue uno de los dos fallecidos del trágico accidente que protagonizó el cantante el sábado, cuando también perdió la vida su manager Ignacio Abosaleh. El joven tenía 30 años y una nena -Alma- de poco menos de dos años y su esposa espera un bebé (está embarazada de ocho meses).

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Nicolás Carabajal era el trompetista de El Pepo y fue uno de los dos fallecidos del trágico accidente que protagonizó el cantante el sábado, cuando también perdió la vida su manager Ignacio Abosaleh. El joven tenía 30 años y una nena -Alma- de poco menos de dos años y su esposa espera un bebé (está embarazada de ocho meses).

Durante la madrugada del sábado El Pepo chocó la camioneta Honda que manejaba en la ruta 63, a la altura de la localidad bonaerense de Dolores. Había salido de un show y se dirigía a otro. El cantante de cumbia iba en el vehículo junto a la corista Romina Cándias, que sufrió varias lesiones. En los asientos traseros estaban el representante de la banda Ignacio Abosaleh y Nicolás Carabajal, quienes perdieron la vida.

Esta es la historia de vida del malogrado músico de El Pepo, que logró hacerse de abajo. Amante de la música, aprendió a tocar la trompeta solo a los 18. Fue justamente su pasión la que lo hizo encontrar la muerte, al volver de un show con El Pepo.

"Era nuestra vida", lo definió Carlos, su hermano, diez años más grande que lo recordó el día en que el músico llegó a su casa, cuando tenía un mes de vida: "Era adoptado, mi mamá lo trajo a casa de muy bebé. Era nuestro juguete, vivía a upa, cuando mi mamá lo agarró estaba desnutrido porque la mamá no lo quería amamantar, los padrinos le trajeron cajas de leche, no me olvido más eso".

Desde hace aproximadamente una década estaba en pareja con Romina y hace poco menos de dos años sellaron su amor con la llegada de Alma. "El día que me dijo 'tu ahijada está en camino', me explotó el corazón", recordó Carlos, entre lágrimas, mientras la pequeña estaba al lado suyo.

El menor de ocho hermanos era "la luz" de la casa. Aunque era reservado a la hora de contar sus cosas, no dudaba en decirle a los suyos cuánto los quería. Incluso fue él quien cuidó a su mamá, fallecida el año pasado: "Era su enfermero. Ella le decía que le daba pudor y él respondía 'si vos me cambiaste los pañales, ¿cómo no te voy a cuidar yo a vos?'".

Nicolás tenía una vida por delante y en un mes nada más, llegará su segundo hijo, a quien no llegó a conocer, más que a través de ecografías. "Era muy familiero, amaba a mi cuñada y a su hija, con tan poco eran felices, tenían mucho amor entre ellos", agregó el hermano del trompetista.

De manera autodidacta, Nicolás aprendió a tocar la trompeta: "Me acuerdo porque dormíamos en la misma pieza, desafinaba un poco", dijo Carlos, con una risa melancólica. En ese momento el joven se había hecho amigo de los integrantes de la murga Los Tachitos de San Fernando, quienes justamente a modo de homenaje tocaron en su velatorio.

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