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Un nuevo aniversario entre ruinas

Fue la obra más imponente del noroeste argentino. De exquisito estilo neoclásico recuerda en sus formas al Partenón
Martes, 09 de julio de 2019 01:02

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CLUB SOCIAL LA ESPERANZA / HOY SE CUMPLEN 91 AÑOS DE SU INAUGURACIÓN.

Resulta imposible desandar el singular paisaje de la dulce localidad azucarera de La Esperanza, sin detener la mirada y contemplar extasiados el edificio del Club Social, que pese a permanecer en ruinas, no ha perdido esa belleza que atrapa y enamora. Sin embargo, es lamentable el abandono y la falta de políticas que apuesten a su recuperación. Hoy, esa imponente obra, cumple 91 años y cuán significativo e importante sería, que un día, no muy lejano, pueblo y gobierno unan sus manos en pos de su recuperación.

El calendario del tiempo deshojaba el noveno día mes de julio de 1928, y sumándose a la conmemoración de la Independencia de nuestra Patria, los hermanos Leach, dejaban inaugurado el Club Recreativo y Social, obra que gestaron en su mente y en su corazón enamorado del progresista y pintoresco solar.

Sin dudas, la imponente obra, única no sólo en la provincia sino en todo el noroeste argentino, era admirada por quienes llegaban por estos lares y de apoco se fue constituyendo en el centro de las celebraciones de las fiesta patrias. No se sabe o tal vez duele recordar, en qué momento comenzó su decadencia, lo cierto es que paulatinamente, el vandalismo se apropió de su belleza y en busca de acaparar para sí, los muebles y otras reliquias que lo llenaron de esplendor, las hicieron desaparecer. Luego se sumaron otras manos que avanzaron con sus puertas, ventanales y hasta los cerámicos del piso. Todo cuanto pudieron sacar se lo robaron, y lo que no, fue destrozado sin contemplación alguna. Pero el edificio se negó a morir derrumbado y aún se mantiene de pie aguardando una "esperanza".

Destellos de su historia

El historiador y multidoctor Jobino Pedro Sierra e Iglesias, en las páginas de su libro "Un tiempo que se fue", describió de manera exquisita cada detalle de la monumental obra, narrando que el Club Social, tenía más de 1000 m2 de superficie. No existía en todo el noroeste una obra similar, por sus líneas arquitectónicas, por sus comodidades, por la grandiosidad del conjunto, algo adelantado para la época.

En el centro de la edificación se situaba un enorme salón embaldosado al que se accedía por una amplia escalera de mármol situada a su frente. En su interior se realizaban los actos sociales solemnes, los grandes bailes conmemorativos de las fiestas patrias y las de fines de zafra y de año. Estaba circundado de dependencias donde se hallaban instalados un gran escenario, confiterías, salones de juego, salones de estar y biblioteca. Fue inaugurado el 9 de Julio de 1928, con un gran baile. El costo de la obra fue superior a los $195.000, una suma fabulosa en aquellos tiempos. En sus amplias instalaciones se podían practicar fútbol, básquetbol, tenis y natación. Para esta última poseía una piscina, la primera construida en la zona.