La llegada de los niños a la sala de cirugía ahora resulta menos "estresante", sobre todo cuando son llevados en un divertido automóvil a control remoto, que obsequió la Asociación Jujeña de Anestesiología, Analgesia y Reanimación (Ajaar) al Hospital Materno Infantil "Héctor Quintana" de esta ciudad.
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La llegada de los niños a la sala de cirugía ahora resulta menos "estresante", sobre todo cuando son llevados en un divertido automóvil a control remoto, que obsequió la Asociación Jujeña de Anestesiología, Analgesia y Reanimación (Ajaar) al Hospital Materno Infantil "Héctor Quintana" de esta ciudad.
La iniciativa busca controlar los nervios previos por parte de la familia y los pequeños internados, y mejorar la atención en el nosocomio, brindando esta nueva herramienta para tal fin.
"Este plan de humanización ofrece a los padres de los niños la posibilidad de acompañar a sus hijos al interior del quirófano hasta el momento en que el menor ‘se duerme’ para la intervención quirúrgica prevista, ya que uno de los momentos más tensos emocionalmente para los niños que van a someterse es el de la separación de sus padres, cuando es recogido por un desconocido", explicó a El Tribuno de Jujuy el especialista en Anestesiología Pediátrica, Gonzalo Fernández Bruno, médico que propuso esta iniciativa que también se realiza en otros hospitales de grandes ciudades del país y del mundo.
Se dan llantos, terrores nocturnos, pesadillas, miedos extremos y otras alteraciones del comportamiento en las semanas siguientes a una intervención quirúrgica pediátrica.
"Para disminuir esta tensión emocional, este estrés, se ha recurrido a diferentes estrategias: cuentos educativos explicativos, premedicación farmacológica, juegos en la sala de espera y ahora sumamos otra estrategia, gracias a la donación de la Ajaar, de un auto a control remoto guiado por personal del quirófano", comentó Fernández Bruno.
En el nuevo juguete se pueden trasladar a niños de entre 1 a 3 años de edad en un entorno más amigable y divertido. La idea se suma al proyecto de "Humanización de la Cirugía Pediátrica" que consiste en cambiar las paredes de pasillos y quirófanos con ploteados de imágenes de animales y caricaturas que fueron donados por Ajaar y Ejesa.