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Se reeditó el tributo a la Madre tierra

Durante el ancestral rito, se hizo el especial pedido por el Ingenio La Esperanza, sus trabajadores y dueños.
Sabado, 03 de agosto de 2019 01:01

Con un fuerte viento norte, conjugado luego con la corriente que vino del sur, agosto se anunció bravío y en medio de las fuertes ráfagas que levantaron polvaredas en distintos puntos de la selva jujeña, se reeditó el tributo a la Pachamama, ancestral rito, que sigiloso guarda en su esencia, la herencia de los pueblos nativos, que en cada 1 de agosto, expresan su agradecimiento por los bienes, que generosamente, ofrenda la tierra.

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Con un fuerte viento norte, conjugado luego con la corriente que vino del sur, agosto se anunció bravío y en medio de las fuertes ráfagas que levantaron polvaredas en distintos puntos de la selva jujeña, se reeditó el tributo a la Pachamama, ancestral rito, que sigiloso guarda en su esencia, la herencia de los pueblos nativos, que en cada 1 de agosto, expresan su agradecimiento por los bienes, que generosamente, ofrenda la tierra.

Uno de los lugares, que congrega a gran cantidad de hijos nacidos en este verde esmeralda paisaje, que se levanta altivo, acunado por los dulces cañaverales, se ubica frente al lote La Manga, en el sector denominado el Triángulo de El Chaguaral, donde hace 79 años, el primer día de agosto del año 1940, don Modesto Gaspar, trabajador del ingenio que había llegado desde el norte, desde la puna jujeña a trabajar en la zafra, abrió el vientre de la madre tierra, y en ese mojón de rodillas, agradeció por los dones recibidos. Comida, bebida, coca, cigarrillo y velas encendidas, fueron depositados con gran solemnidad y respeto. Lejos estaba de saber aquel humilde trabajador, que estaba instaurando en este punto de la provincia, este ritual que con el paso de los años, fue sumando a más gente, hasta llegar a convertirse en una de las más grandes pachamamas comunitarias.

Y como ya es tradicional, se cumplió con cada signo que antecede a la gran celebración, como la sahumada de las banderas, que se realiza cada martes del mes de julio, la compra de todo lo necesario para la preparación de las bebidas y comidas que los pasantes ofrendarán, contando con el permanente acompañamiento de los padrinos de la Pachamama, Martina Valencia y Desiderio Gaspar.

BAILE, EXPRESIÓN DE REGOCIJO

La festiva jornada se anunció con un sorpresivo cambio climático, pero eso no fue un impedimento para que se cumpla con el ritual. Pasado el mediodía, comenzó la ceremonia en el mojón, donde todos los pasantes, actuales y de años anteriores, y los padrinos extendieron sus aguayos para comenzar con el llenado de las ollitas, las que previamente fueron sacadas del mojón y luego lavadas. Comenzó entonces otro signo, de rodillas, los pasantes, responsables de pasar la fiesta, de rodillas comenzaron a depositar en el vientre de la tierra, sus ofrendas, todas cargadas de buenos deseos, de pedidos, de súplicas y sentimientos de gratitud. Todo se conjuga en la ceremonia y se suma la religiosidad popular, oraciones que se elevan a Dios Padre creador. Una vez llenado el mojón, se colocó la tapa y arriba las cien piedras blancas que trajo don Modesto Gaspar desde los cerros de Cieneguillas en Santa Catalina, donde años después se sumó otro signo, ofrendar las mejores bebidas que son arrojadas sobre las piedras. Ya enflorado el mojón y con el nombramiento de los nuevos pasantes, comienza el sahumado y el baile, como expresión de regocijo por haber cumplido con el rito de agradecimiento a la Pachamama.

Al caer la tarde, el cielo se cubrió y bajó considerablemente la temperatura, fue entonces que por los caminos internos de las tierras de Ingenio La Esperanza, todos se encaminaron hasta el local ubicado en la localidad de Arrayanal, donde los pasantes ofrecieron un convite a los que participaron de la ceremonia.

Los fieles custodios y devotos de la Pachamama Martina Valencia, Desiderio Gaspar y Aída Gaspar, expresaron que el pedido que este año se hizo a la madre tierra, fue por el Ingenio La Esperanza, para que los nuevos dueños pongan todo su esfuerzo en sacar adelante la empresa y generen trabajo para los hijos de los trabajadores, pidieron para que renazca la esperanza y para que la tierra nutra la semilla de los verdes cañaverales.

 

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