Por Riad Quintar (H)
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Por Riad Quintar (H)
Se pone punto final a una campaña larga, deslucida, de a ratos monótona, con enfrentamientos directos entre candidatos locales y nacionales, con acusaciones de todo tipo y con muy pocas propuestas reales para la sociedad. Lo cierto es que el domingo se acaba el misterio y las encuestas pasan a un segundo plano frente a los resultados oficiales.
La polarización nacional llegó a Jujuy y se instaló en los candidatos del oficialismo y del Partido Justicialista, que a nivel local va con tres candidatos, dos de ellos con boleta corta y con la ilusión de dar el batacazo, o por lo menos ser el segundo en la lista de octubre. Volviendo a los números en Jujuy, no hay dudas que tanto Mauricio Macri como Alberto Fernández serán los animadores el próximo domingo, siendo incierto quién ganará la contienda y por atrás Lavagna intentando captar los votos de su vice Urtubey en el norte y en la provincia.
El entretenimiento de las elecciones se dará en esta especie de interna del Partido Justicialista, ya que Carolina Moisés, Julio Ferreyra y Guillermo Sapag, estos dos últimos irán con boleta corta y sin los presidenciales al cuarto oscuro, esperan ser los ganadores y los representantes directos de Jujuy en octubre. La lógica sería que Moisés, con la boleta larga, obtenga el triunfo y sea la representante en primer lugar en las generales, pero se sabe que el ex candidato Julio Ferreyra cuenta con un gran caudal de votos propios y basó su campaña en la “concientización” sobre cómo votar y elegir a los candidatos oficiales en Jujuy sin elección de nadie, por lo que esperan tener buenos resultados el domingo. Por su parte, “Narso” Sapag sabe que viene por atrás, pero la aglutinación y aceptación que logró a base de los candidatos bajados y por ser “el candidato del medio”, le permitió soñar con una sorpresa o instalarse como el segundo en la lista general de octubre.
Cruzando la vereda, el oficialismo, con Gerardo Morales poniéndose la campaña al hombro, entienden que estas elecciones son un examen para octubre y saber si los precandidatos a diputados nacionales aprobaron la misma con buenos números y esperando el final en las generales. La campaña se basó en la necesidad de que Mauricio Macri gane en Jujuy, puesto que la provincia tiene el acompañamiento permanente en todos los proyectos y en los próximos cuatro años del mismo signo político se podrá lograr muchas cosas más. Asimismo, se hizo hincapié en que una victoria de la oposición podría liberar a Milagro Sala.
Los terceros en discordia, Alejandro Snopek y Alejandro Vilca, trataron de pegar su imagen con los dirigentes nacionales que tendrán en sus boletas y convencer que no hay solo dos candidatos el próximo domingo y que sus opciones, a través de sus propuestas y mensajes, pueden realmente cambiar la realidad que se vive. el contexto mostrado en algunas encuestas lo ponen muy por detrás de los precandidatos del PJ y la UCR, pero confían en el error de las mismas y poder meterse en la discusión para octubre y ser el tercer diputado nacional por Jujuy, o jugar a la dispersión de votos y que cada sector logre un representante nacional. Tarea difícil, pero en una realidad con tanto hartazgo hacía los candidatos, la sorpresa es moneda corriente.
Se acabó el tiempo de las especulaciones, las charlas, los actos y las chicanas políticas, el domingo la gente elegirá a sus representantes en la provincia y se sabrá qué modelo de provincia y país quieren en Jujuy.