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Informes psicológicos ponen en jaque a un supuesto femicida

Las pericias dan cuenta que el imputado tiene poca tolerancia a la frustración y es emocionalmente inestable. Anibal Casimiro está acusado de envenenar a la joven con quien mantenía una relación. Se abstuvo a declarar.
Viernes, 20 de septiembre de 2019 01:04

A las 8.30 de ayer, ingresó a la sala de audiencias del segundo piso de Tribunales un joven robusto, se mostraba calmo, caminaba sin prisa y con la cabeza gacha. El recinto aún estaba vacío, pero a Jesús Anibal Casimiro le daba igual.

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A las 8.30 de ayer, ingresó a la sala de audiencias del segundo piso de Tribunales un joven robusto, se mostraba calmo, caminaba sin prisa y con la cabeza gacha. El recinto aún estaba vacío, pero a Jesús Anibal Casimiro le daba igual.

Casimiro llega a estas instancias judiciales por un hecho ocurrido en una habitación que él alquilaba en el barrio Alto Gorriti, donde Gladis Lorena Alberto murió envenenada, joven que había conocido tiempo atrás en una fiesta patronal en la localidad de Purmamarca, de donde ambos son oriundos y mantenían una relación sentimental.

Ayer declararon 10 testigos, entre ellos el licenciado en Psicología Pablo Vidaurre, quien le manifestó al Tribunal que entrevistó a Casimiro en al menos seis oportunidades y lo describió como una persona que tiene dificultades para acercarse a las otros, en especial a las mujeres por miedo a ser rechazado.

Además en el informe de Vidaurre se señala que Casimiro tiene poca tolerancia a la frustración y es emocionalmente inestable y cuando cree que puede fracasar en una relación entra en tensión.

Otra característica que revelaron los informes del imputado es que el perfil de su persona es egocéntrico y que en las entrevistas no surgió que tenga preocupación por otra persona, pero tiene plena capacidad de discernir entre lo que está bien y está mal.

Casimiro permaneció abstraído de lo que pasaba a su alrededor, incluso cuando el presidente del Tribunal Antonio Llermanos le preguntó si quería prestar declaración al inicio de la audiencia, no respondió y su representante legal de la Defensa Pública, Alejandro Gloss, tuvo que explicarle dos veces qué era lo que le había preguntado el juez.

El testimonio de Miriam Alberto, una de las hermanas de la víctima, fue determinante para reconstruir los minutos posteriores a la escena del crimen. La joven dejó en claro que su hermana era muy reservada con sus cosas y muy tímida.

Ninguna de sus hermanas tenía conocimiento que Gladis Alberto tenía una relación sentimental con Casimiro y se vieron sorprendidas cuando tuvieron que reconocer el cuerpo de la joven en el inquilinato del imputado.

Miriam Alberto le dijo al Tribunal que el sábado 26 de mayo del año pasado alrededor de las 19, su hermana preguntó si alguien la podía acompañar hasta los locales de una feria cercana a la exterminal para comprar unos productos y como nadie podía ir con ella, se fue sola.

La testigo dijo que su hermana nunca se retrasaba y antes de las 22 ya estaba en la habitación.

Fue por eso que cuando Miriam llegó de trabajar alrededor de las 22.30, le llamó poderosamente la atención que su hermana no esté y que no respondiera las llamadas de teléfono. Las hermanas salieron a buscarla, pero ya estaban casi todos los comercios cerrados, consultaron en las guardias de los hospitales y sin obtener respuestas y se dirigieron a la Seccional 30º del barrio Mariano Moreno para realizar la denuncia.

Allí un efectivo le dijo que debían dirigirse a la Seccional 2º porque escuchó por base operativa que una joven con ese apellido se había descompensado en una vivienda de la calle San Francisco y Purmamarca del barrio Alto Gorriti. Allí fueron las hermanas y se dieron con el terrible cuadro, una importante cantidad de policías, una ambulancia y un vehículo del Cuerpo de Bomberos rodeaban la calle, ante la mirada atónita de los vecinos.

Las hermanas de Gladis Alberto pidieron reconocer el cuerpo que estaba tendido en el piso y tras el hecho, un joven se presentó como el supuesto novio de la víctima, quien les explicó muy tranquilo que comieron pizzas y que tomaron alcohol, que se broncoaspiró y que el Same tardó en llegar. Versión que negaron rotundamente las hermanas de Alberto, porque la joven no consumía alcohol.

El joven quedó arrestado por averiguación de antecedentes, mientras se había solicitado la realización de la autopsia y el oficial Adrián Cari, que también fue citado a prestar declaración testimonial, le dijo al Tribunal que mientras caminaban por los pasillos de la Brigada de Investigaciones hasta la oficina del efectivo, Casimiro le confesó que puso un plaguicida en el jugo que le convidó a Gladis, porque esta había decidida terminar con la relación.

Cari relató que le advirtió a Casimiro que no podía contarle eso, hasta que sus datos fueron más que reveladores, dio detalles dónde había ocultado el veneno que ocupó, dijo que estaba en el techo de una vivienda contigua, dato que luego fue comprobado y se procedió al secuestro del tóxico. Se trata del producto químico Furadan, uno de los plaguicidas más tóxicos que existe y una mínima dosis alcanza para acabar con la vida de una persona en minutos y que causa un terrible sufrimiento y una muerte agónica.