Dos familias unidas por el amor a la tradición de armar el pesebre navideño. Jurado y Aramayo, son apellidos que trascendieron en la zona de Los Pericos por convocar a la gran mayoría de niños, adolescentes y adultos, que, para las fiestas de fin de año, son sus hogares muy visitados por que albergan a los pesebres más antiguos de la ciudad.
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Dos familias unidas por el amor a la tradición de armar el pesebre navideño. Jurado y Aramayo, son apellidos que trascendieron en la zona de Los Pericos por convocar a la gran mayoría de niños, adolescentes y adultos, que, para las fiestas de fin de año, son sus hogares muy visitados por que albergan a los pesebres más antiguos de la ciudad.
Familias enteras adoran al Niño Jesús que ha nacido y ahora ansiosos preparan la gran visita de Los Reyes Magos.
Uno de los organizadores y dueño del pesebre, Alfredo Jurado, dijo que "todo esto hemos heredado de nuestros abuelos y tíos, Vicente Jurado y Tomasa Aramayo, ya no están con nosotros, pero dejaron a mi padre y a mis tíos. Ellos nos enseñaron y la tradición quedó, así como antes, la alegría de los niños cada año se renueva, la familia sigue viniendo y es un orgullo para nosotros y cierta añoranzas porque los abuelos no están pero esto sigue llenándose, son las mismas piezas, las mismas figuras, el mismo pesebre desde aquel entonces pero con otra gente que sigue adorando como en los años 40".
Otro familiar del pesebre vecino, Liliana Aramayo, manifestó que "soy una de las hijas, del creador de éste pesebre que tiene cerca de 77 años, al principio lo hacía mi padre, luego lo siguieron armando mis hermanos, es la herencia más hermosa que recibimos y está aquí en el árbol de la familia, sus fotografías brillan junto a otros que también fueron grandes colaboradores en todos estos años, en lo alto está la estrella de mi papá Primitivo Aramayo, mi mamá y mis hermanos que son los esclavos directos, Rubén, René y demás familiares sobrinos, nietos, amigos".
Es notable la gran participación de los vecinos que desde la novena que se rezó al Niño Jesús y hasta ahora las tardes, están colmadas de niños que quieren adorar, muchos de ellos por primera vez.
También la banda de música que toca los villancicos, tiene músicos nuevos, es que todo se renueva, pero la tradición sigue su curso de la gran devoción al niño que ha nacido y todos están dispuestos a vivir una nueva Navidad.