La de Melisa Maita es una historia de amor que comenzó a través de las redes sociales y terminó con una propuesta de compromiso del otro lado del océano Atlántico.
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La de Melisa Maita es una historia de amor que comenzó a través de las redes sociales y terminó con una propuesta de compromiso del otro lado del océano Atlántico.
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Desde Palpalá, la jujeña, enamorada de su tierra, se puso como meta contactarse con personas de diferentes países para enseñarles a través de fotos y videos las bellezas naturales de Jujuy.
En ese recorrido virtual llegó a contactarse con personas de Italia y de Finlandia, logrando que algunas de ellas vinieran a la provincia para conocer en persona todos los encantos y atractivos que el norte de la provincia ofrece.
DE FESTEJO/ MELISA JUNTO A TORSTEIN EN EL CASAMIENTO MEDIEVAL DE SU CUÑADA.
Pero fue en las conversaciones con noruegos donde el curso de su vida cambió completamente de rumbo.
Largas y entretenidas conversaciones durante las noches con Torstein Gunnæs le quitaban el sueño, mientras sus vivencias y secretos iban quedando registrados día tras día en una exageradamente extensa conversación virtual que se convirtió en el compendio de su historia de amor.
Al tiempo llegaron las videollamadas y las incontenibles ganas de concretar el tan anhelado encuentro. Y así ocurrió. Torstein la invitó a Larvik, su ciudad de residencia, y casi sin pensarlo aceptó la propuesta.
Llegó a Noruega el 13 de diciembre de 2017, fecha inolvidable, en la que por primera vez Melisa y Torstein se fundieron en un abrazo.
Y a los 17 días de su llegada "él me pidió que sea su prometida", recordó emocionada la jujeña.
Y así comenzó la aventura, tres meses en Argentina y tres meses en Noruega, por cuestiones de visas y demás burocracias. Actualmente Melisa Maita se encuentra en el país resolviendo los últimos detalles para su regreso definitivo a la ciudad de Larvik, provincia de Vestfold, y para fijar la fecha de la boda.
Extrañando la comida
Pero no todo es color de rosas. La jujeña añora los platos típicos de Jujuy. Asoció un cálido locro con el recuerdo de su padre, quien era el que lo preparaba. "También extraño las humitas. Pero por lo menos puedo hacer empanadas, ya sea con carne molida de pollo o de cerdo".
DE PASEO/ LA JUJEÑA DISFRUTANDO DEL PAISAJE DE LA LOCALIDAD DE STAVERN.
Es que en Noruega la carne vacuna es extremadamente cara y la única que se consigue es la importada de Uruguay. Al igual que las frutas y las verduras que también son importadas.
Pero el mate no puede faltar: "yo me llevo mi yerba. Paquetes de medio kilo de diferentes sabores", y contó que en un almacén turco comenzaron a venderla, pero que al ser de origen árabe tiene un sabor muy distinto.
El idioma y otros detalles
Es así que de a poco las cosas se van acomodando a favor de la jujeña. Pese a que el idioma no fue un obstáculo para comunicarse porque ella maneja el inglés al igual que su pareja, el país le exige a los residentes que están tramitando el permiso permanente que aprendan el noruego, motivo por el cual Melisa Maita ya comenzó con los cursos de idioma.
Como un dato curioso, la jujeña contó que le llamó la atención que en Larvik, en sus salidas al bosque junto a su perro Inky, se encontró con muchas personas que hablaban castellano, facilitándole la comunicación y creación de nuevos lazos con los ciudadanos.
INCONDICIONAL/ ÉL ES INKY, SU COMPAÑERO DE CAMINATAS POR EL BOSQUE.
Y un factor que para muchos sería insoportable, son las bajas temperaturas que se registran durante todo el año.
"Por suerte a mi me encanta el frío. Cuando llegué a Larvik era invierno, estaba todo nevado, pero no sentía tanto frío. La temperatura llegó a bajar hasta los -17 y durante los veranos las mínimas llegan a los 10 grados", contó.
Por su parte, su prometido Torstein Gunnæs todavía no conoce Jujuy. Pero esa será otra historia.