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La naturalización de violencia de género en el trabajo

Gremialistas indican que la desigualdad a la que son sometidas las mujeres en el trabajo está naturalizada.

Viernes, 31 de enero de 2020 01:01

Es muy común escuchar en estos tiempos que pasamos más horas de nuestro día en nuestro trabajo que con nuestra familia, por lo que es vital analizar cuáles son las condiciones concretas en las que las mujeres habitamos esos ámbitos de trabajo en donde la discriminación, desigualdad y violencia de genero parecen estar naturalizados.

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Es muy común escuchar en estos tiempos que pasamos más horas de nuestro día en nuestro trabajo que con nuestra familia, por lo que es vital analizar cuáles son las condiciones concretas en las que las mujeres habitamos esos ámbitos de trabajo en donde la discriminación, desigualdad y violencia de genero parecen estar naturalizados.

Según estudios realizados por la Cippec, Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, que es una organización independiente, apartidaria y sin fines de lucro, las mujeres enfrentan más obstáculos que los varones para insertarse plenamente en el mercado de trabajo.

En particular, existen brechas en el acceso al mundo laboral, en su trayectoria y en sus posibilidades de alcanzar puestos de decisión.

Las mujeres tienen más probabilidades de ser excluidas del mercado de trabajo, particularmente cuando tienen hijos de menos de 6 años, alcanzan niveles educativos menores y son más jóvenes.

En cuanto a la trayectoria, incluso cuando logran insertarse en el mercado laboral, las mujeres enfrentan peores condiciones de trabajo. Ellas están más expuestas al desempleo 11%, la subocupación demandante 13% y la informalidad laboral 36% que los varones, 8%, 9% y 31%, respectivamente.

El Tribuno de Jujuy dialogó con gremialistas jujeñas que luchan por la paridad de género en el ámbito laboral estatal quienes coincidieron en señalar que la discriminación y la violencia en ámbitos laborales es continua y esta naturalizada. Al mismo tiempo que señalaron que la maternidad se convierte en una excusa para la exclusión de la mujer trabajadora de su carrera profesional.

Las jefaturas estereotipan a las mujeres madres, como trabajadores menos productivas o menos predisposición para viajes o tareas con mayor carga horaria que los varones y disfrazan de condescendencia la exclusión a la que son sometidas.

Por otro lado, coincidieron en indicar que existen muchos estereotipos ligados a roles laborales como por ejemplo que las secretarias tiene que ser mujeres con cuerpo estilizados priorizando cuestiones estéticas por encima de la capacitación y desempeño de las trabajadoras.

Miriam Cossio, secretaria Adjunta de Upcn, indicó que es necesario que las trabajadoras se animen a denunciar las situaciones de violencia de género en el ámbito laboral. La dirigente gremial indicó que la violencia laboral está presente en las reparticiones, pero hay mucho miedo de las trabajadoras a hacer la denuncia escrita.

Cossio señaló que la violencia en ámbitos de trabajo golpea con mayor fuerza hacia las mujeres "el hombre siempre subestima a las mujeres y las obliga a duplicar los esfuerzos laborales llevándolas a situaciones que afectan la salud. Las mujeres siempre están rindiendo cuentas de su idoneidad y rendimiento laboral.

Paredes de cristal en las trayectorias laborales

:Las mujeres se enfrentan con “paredes de cristal”: participan más en los sectores menos dinámicos y peor remunerados de la economía. La tenencia de un hijo o hija afecta diferencialmente el derrotero laboral de varones y mujeres: se asocia con una reducción o incluso con la interrupción de la dedicación de ellas a sus carreras laborales. La proporción de mujeres de 25 a 44 años con hijos en el hogar que transitan desde la ocupación a la inactividad es 18 veces la de sus pares varones, y asciende a 20 veces para el caso de las mujeres de 18 a 24 años con hijos en el hogar. Aquellas mujeres que logran sostener sus trayectorias laborales pese a los obstáculos experimentan una última brecha de género en el acceso a puestos de decisión, lo que se conoce como “techos de cristal”. En el sector privado, el 72% de los puestos de decisión son ocupados por varones, incluso cuando, en el resto de los puestos del sector, ellas representan el 42% de la dotación, según los datos de Cippec.

“Es necesaria la aplicación de la Ley Micaela en la provincia”

En tanto Susana Ustarez, titular de Apoc, gremio que nuclea a los trabajadores del Tribunal de Cuentas, e integrante de la Multisectorial de la mujer, indicó que es necesario enfocarse en la capacitación, la educación, legislación y seguimiento de la aplicación de las normativas y espacios de denuncias en los sindicatos para que haya un seguimiento de los hechos de violencia o discriminación hacia las mujeres.

Por otro lado, indicó que prioritario la aplicación de la Ley Micaela. En la provincia esta ley fue aprobada pero no se le asignó presupuesto, lo que dificulta su aplicación. Esta ley ayudaría que los funcionarios tengan la perspectiva de genero para aplicar en el ámbito laboral. Lo principal es tener un buen ambiente laboral en donde no haya destrato y la grosería que afectan a grupos minoritarios como mujeres, personas mayores, los más jóvenes y la diversidad sexual.

Por otro lado, considero que es necesario erradicar estereotipos que abundan en el ámbito laboral.

“Una vez que ocurre la violencia, tenemos que dar una discusión sobre el protocolo de actuación que presentó el Consejo de la Mujer que puede mejorar a partir del intercambio con los sectores gremiales que mantienen contacto directo con las trabajadoras”, acotó.

Dijo “otra deuda es la ley contra la violencia laboral, la ley de paridad de género que garantice un sueldo equivalente para tareas iguales”.

“El tema de preferencia del hombre sobre la mujer en ciertas edades tiene que ver con la asignación a la mujer el rol de cuidado de los hijos. Se piensa que el hombre esta mas libre de estas tareas porque culturalmente no esta ligado a las tareas del cuidado. La mujer es discriminada cuando va a buscar trabajo”.

La dirigente gremial señaló que “La mujer es marcada o señalada si tienen muchos hijos y no es por una cuestión económica porque los empleadores no pagan la asignación familiar sino Anses. Lo que hace que la maternidad este contrapuesta a su carrera profesional”.

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