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Un argentino en Silicon Valley: empezó en un garage, estuvo a punto de fundirse y ahora lanzó un nuevo emprendimiento.

Luis Schilling (29) emigró a los Estados Unidos hace ya cinco años para liderar un proyecto, pero tuvo altas y bajas. Vivió en un trailer y se especializó en un curso en Stanford. Ahora, en medio de la pandemia, decidió volver a empezar con un proyecto propio

Sabado, 10 de octubre de 2020 13:29
Fotos de Pandemia. "Acá estoy trabajando dentro de mi trailer RV, me armé mi escritorio", dice Luis Schilling orgullos de su emprendimiento

“El ingrediente más importante es levantarte y hacer algo. Así de simple. Muchas personas tienen ideas, pero solo algunas deciden hacer algo hoy. No mañana. No la siguiente semana. Sino hoy. El verdadero emprendedor actúa en lugar de soñar”. La sentencia corre por cuenta del prestigioso creador de videojuegos Nolan Bushnell.

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“El ingrediente más importante es levantarte y hacer algo. Así de simple. Muchas personas tienen ideas, pero solo algunas deciden hacer algo hoy. No mañana. No la siguiente semana. Sino hoy. El verdadero emprendedor actúa en lugar de soñar”. La sentencia corre por cuenta del prestigioso creador de videojuegos Nolan Bushnell.

Lejos de quedarse quieto, Luis Schilling (29), se propuso hacer ese “algo” que cambiaría el rumbo de su vida. Eligió escribir su historia lejos de casa, nada más ni nada menos que Silicon Valley, California. El lugar donde emergieron gigantes revolucionarios como Apple, Google, Facebook, eBay y Tesla Motors.

Antes de emigrar, tuvo que descubrir su pasión, que llegó casi sin que la buscara. Mientras estudiaba la carrera de ingeniería industrial en la Universidad de Palermo, empezó a trabajar en una local de computación, donde se metió de lleno en el universo IT. “Fue donde obtuve el know how, porque estaba a cargo de la reparación de las computadoras. Ahí entendí todo su funcionamiento y también el servicio de venta”, le cuenta a Infobae, como el inicio de todo.

Stanford Latino Entrepreneurship Initiative, el programa que participó para seguir formándose

Entre la facultad y el trabajo, usaba su poco tiempo libre para brindar el servicio de instalación de audio y video integral para salas de reuniones a distintas empresas, desde buscadores online hasta compañías de redes sociales. “Transformaba a través del diseño tanto el software como el hardware los espacios coorporativos. Cada vez tenía más demanda”, relata.

Frente a la demanda del mercado, Luis no tenía tiempo para lidiar con sus tres actividades. “Me propusieron asociarme a la startup Palermitano y dejé por completo los estudios, inclusive mi trabajo. Ese fue el hecho bisagra”, dice.

En poco tiempo, con dedicación y visión, junto a sus socios dieron vida a un proyecto autofinanciado que cruzó fronteras, operó en seis países y entregó proyectos en 35 ciudades del mundo. Hasta que llegó la propuesta más gratificante: la de un gigante como Google.

La primera oficina en EEUU fue un garaje


“Nos ofrecieron hacer lo mismo pero en California. Valoraron nuestra proactividad, y empuje", recuerda. Fue una zanahoria sumamente tentadora, una oferta difícil de declinar. “Ni lo dudé y me lancé solo ”. Desarmó su vida en Buenos Aires, y voló.

Pero una vez en San José, región que forma parte del gran polo tecnológico, no todo era como había investigado previamente. “Es un mercado muy rápido y sobre todo competitivo. Tienen un mindset agresivo. Tampoco me resultó fácil conseguir talentos, algo que en Argentina sobra. La tuvimos que remar mucho para crecer", confiesa.

Estuvo a punto de fundirse más de una vez. “En total habrán sido dos... Así es la vida del emprendedor. No es fácil penetrar en un mercado tan agresivo y pecamos algunas veces de inexpertos, pero salimos a flote”.

El primer tiempo tuvo que montar una oficina improvisada en un garage junto a su equipo. Pero todo valía la pena para llevar a cabo su sueño. De a poco fue creciendo e insertándose. Y se adaptó a la necesidades del contexto.

Fotos de Pandemia. Vivió durante 4 meses en un trailer, mientras atravesé el proceso de separación de sus socios

Ya consolidado y estable económicamente pudo comprar un auto, un trailer y alquilar un departamento en San José. Así, durante casi tres años. “También formé parte de un curso para emprendedores latinoamericanos en la Universidad de Stanford para potenciar el crecimiento de la empresa, algo clave para pensar en grande”, resalta como una de las mejores experiencias que vivió.

Hasta que llegó la pandemia. “Un golpe durísimo para todos, en especial para nuestro rubro, porque las oficinas quedaron obsoletas y por ende nuestro servicio", reconoce. El contexto global hizo que Luis tomará la decisión dura, pero acertada: separarse de sus socios y abrirse solo. Debía volver a empezar casi de cero. "Me encargué de conseguirle trabajo a todos aquellos que tuve que despedir en Argentina y los Estados Unidos. Y emprendí mi proyecto nuevo”.

Para este nuevo plan resignó comodidades: dejó su departamento, redujo su sueldo casi al 40% y vivió tres meses en un trailer. Más tarde alquiló una casa compartida para achicar los gastos y volvió al garage como oficina. “Ahí es donde todo nace”, asegura. Ahora sumó a su hermano, Alfredo, que también vive en los Estados Unidos para seguir con su plan.

En poco tiempo, lanzaron Weinstall.IT que va creciendo poco a poco. “Hacemos solamente servicio de instalación. Básicamente, nuestra industria se pausó ya que nadie va a las oficinas. La mayoría de las empresas de la industria (llamadas integradoras) sufrieron el mismo problema. Despidieron a todos sus instaladores, porque no tenían trabajo. Pero estamos encaminados, trabajando, y eso es lo que importa".

Vivir en Silicon Valley, donde no todo es tecnología

En lo personal todo cambio es movilizante, la vida social para un joven millennial fue bastante aburrida al principio. “Estaba solo y salía para conocer gente”. Pero al poco tiempo pudo hacer de la bahía su lugar. Hoy no duda en decir: “Esta es mi casa”.

En Davenport haciendo windsurf

La rutina diaria supera el mundo techie. Además de su emprendimiento, es amante de la música, el surf, el windsurf y los viajes en su trailer. “Planes al aire libre hay miles, es un gran lugar y siempre hay algo para hacer. Los hobbies me salvan".

Luis aclara que Estados Unidos pone varias trabas para los inmigrantes. Hay distintos tipos de visa a las que aplicar. Y, en cualquier caso, para quien decida estar legal en el país es casi fundamental contar con un abogado migratorio.

“Una vez que obtenés la visa es bastante sencillo armar tu vida", señala Luis. Y concluye: "Básicamente, todo requiere de mucho menos esfuerzo. Tengo varias cosas que en Argentina sé que no tendría, pero claro lo que tira son los amigos y la familia”.

 

Fuente: Infobae

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