El santuario de la Virgen de Río Blanco y Paypaya fue el epicentro de la congregación de algunos fieles que llegaron para expresar toda su fe y devoción hacia María.
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El santuario de la Virgen de Río Blanco y Paypaya fue el epicentro de la congregación de algunos fieles que llegaron para expresar toda su fe y devoción hacia María.
Sucede que la pandemia no permitió al pueblo jujeño peregrinar como un año normal. De todas maneras, se pudo notar la presencia de alrededor de 250 fieles que, quizás, fueron los representantes del sentir de toda una provincia que año tras año renueva su fe.
Al respecto, el Obispo Fernández destacó que la gente pone en las manos de la Virgen la reconstrucción de este mundo, podemos aprovechar para tomarlo como una nueva oportunidad de empezar de nuevo, dejando de lado todas las desigualdades que hoy existen. Debemos tener la conciencia que ahora somos una sola familia y apoyarnos en la salud, en el trabajo y la vida.
Al ser consultado por la gente que llegó hasta el santuario, el obispo dijo: “sabemos que la virgen mueve nuestros corazones y nuestras ganas, siento los impulsos de tanta gente que habría querido estar acá, pero a ellos les digo que todavía nos queda todo el mes para visitar el santuario de forma espaciada”.
Cabe destacar que las actividades continuarán todos los domingos de octubre con misas que serán transmitidas por los medios de comunicación. Además, el próximo 31 de octubre se celebra el centenario de la coronación de la Virgen, ese día también se realizará una misa y la virgen recorrerá los barrios de la provincia.