La gran cantidad de personas que visitan el río Yala, sumado a la contaminación que generan, tanto con residuos como de tipo sonora, implica un daño directo al ecosistema, lo que repercute en la fauna silvestre que allí habita. En los últimos años se ha evidenciado una fuerte alteración en ese espejo de agua, lo que derivó en una llamativa ausencia de aves, especialmente del Pato de los Torrentes y el Mirlo de Agua, especies características de la zona que dejaron de avistarse.
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La gran cantidad de personas que visitan el río Yala, sumado a la contaminación que generan, tanto con residuos como de tipo sonora, implica un daño directo al ecosistema, lo que repercute en la fauna silvestre que allí habita. En los últimos años se ha evidenciado una fuerte alteración en ese espejo de agua, lo que derivó en una llamativa ausencia de aves, especialmente del Pato de los Torrentes y el Mirlo de Agua, especies características de la zona que dejaron de avistarse.
Esta lamentable situación fue advertida por el Club de Observadores de Aves (COA) "Parque Potrero de Yala", una ong que integra el grupo Aves Argentinas y que nació hace unos meses con el fin de preservar la biodiversidad de la zona, a través de la concientización de la comunidad. "Desde el COA hemos advertido un problema en cuanto a la falta de información tanto por parte de quienes ocupan cargos en el municipio de Yala como de las propias personas que acuden a la zona de los ríos, porque vemos mucho desconocimiento que lleva a que se provoque un severo daño en el ecosistema, alterando la biodiversidad, especialmente en el río Yala", señaló Bettina Alonso, coordinadora del COA.
"En estos últimos tres años sobre todo, se está destruyendo el río Yala" dijo y remarcó que "la elevada actividad antrópica, es decir, la gran cantidad de personas que se aglomeran en el río y lo usan como un balneario municipal, sumado a que hacen asados, prenden fuego, consumen bebidas alcohólicas, modifican el cauce del río para hacer pozos de agua, ponen música, generan basura, todo eso altera el ecosistema del río. El gran problema es que en el lugar habitan aves como el Pato de los Torrentes y el Mirlo de Agua, este último en peligro de extinción; al modificarse su hábitat estas aves migran, de hecho, este año ya no se vieron ejemplares, lo cual nos preocupa muchísimo".
Alonso explicó que hasta hace un tiempo atrás había parejas de Mirlos de Agua, pero al haber sido avasallado parte del río, esas parejas no han podido reproducirse y últimamente ya no se las ve.
Concientización
Ante esta situación desde el COA comenzaron a realizar acciones de concientización a fin de preservar el ambiente y a la vez promover la conservación de las aves que allí habitan. “En este contexto de pandemia solo hemos podido realizar charlas y capacitaciones de forma virtual, pero la intención es poder trabajar con el municipio y concientizar a la gente de que puede ir al río, puede disfrutarlo, bañarse, pero que debe hacerlo de forma proporcionada, sin generar basura, sin destruirlo; el río es para disfrutarlo, conectarse con la naturaleza, disfrutar del agua, los animales, no para otra cosa”, señaló Alonso.
Por otra parte, advirtió que además de charlas, la intención es sumar cartelería informativa para brindar pautas de convivencia a quienes concurran al lugar. También aseguró que se está trabajando en conjunto con el Ministerio de Ambiente de la Provincia. “El director de Áreas Protegidas nos ha escuchado y nos ha provisto de un espacio para dar charlas informativas, cursos sobre aves y pensamos sumar caminatas para hacer avistajes”, indicó.