Un hombre que en diciembre de 2018 abusó sexualmente de una joven discapacitada, en una vivienda del barrio 40 Hectáreas de Libertador General San Martín, será llevado a juicio luego de que la Fiscalía de Violencia y Género Sexual Nº 2, recibiera los resultados de ADN, realizados sobre las manchas seminales que estaban en una prenda de vestir de la víctima, las que arrojaron resultado positivo.
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Un hombre que en diciembre de 2018 abusó sexualmente de una joven discapacitada, en una vivienda del barrio 40 Hectáreas de Libertador General San Martín, será llevado a juicio luego de que la Fiscalía de Violencia y Género Sexual Nº 2, recibiera los resultados de ADN, realizados sobre las manchas seminales que estaban en una prenda de vestir de la víctima, las que arrojaron resultado positivo.
Mientras el sujeto estaba detenido, la Fiscalía solicitó la prisión preventiva, recibiendo la anuencia del Juzgado interviniente, pero la defensa apeló ante la Cámara de Apelaciones, cuyos magistrados ordenaron la libertad, sin que se hayan recibido las pruebas de las pericias realizadas.
Tras recepcionar el informe del laboratorio, la fiscalía solicitó la elevación a juicio, al que el imputado, identificado como Ángel Alfredo Ibáñez (40), llega en libertad, acusado del delito de "abuso sexual con acceso carnal".
Ayer, los padres de la víctima, una joven que sufre retraso madurativo, se presentaron en la Fiscalía interviniente, para conocer el estado de la causa y la elevación a juicio.
Los padres expresaron su dolor por lo que vivió su hija, y consideraron un acto de injusticia al ver al sujeto que abusó sexualmente de su hija, pasearse por las calles, como si nada hubiese sucedido, y pidieron justicia.
Solicitaron la detención del sujeto y lamentaron la orden emanada desde la Cámara de Apelaciones, que se apresuró en dejarlo libre, poniendo en peligro a otras jóvenes de la localidad.
De acuerdo a los datos recabados por nuestro diario, se supo que en diciembre de 2018, mientras los padres atendían un kiosco de venta de sándwich, se acercó un asiduo cliente y les preguntó si conocían a alguna persona que efectuara tareas de limpieza, lavado y planchado.
Ante la requisitoria, los comerciantes respondieron que tenían una hija, que podía realizar esos trabajos domésticos.
Fue así que, al otro día, la joven que tenía en ese entonces 18 años, se presentó en la vivienda del sujeto, ubicada en barrio 40 Hectáreas.
Una vez finalizada la tarea, la muchacha se percató de que el dueño de casa, había salido a la calle, dejando la puerta cerrada. Al regresar, el sujeto la tomó del cuello y la llevó por la fuerza a la habitación y la atacó sexualmente.
Momentos más tarde, abrió la puerta y le dijo que se retire.
La víctima, que tiene un certificado de discapacidad por un retraso madurativo, salió corriendo hasta su casa y desde ese entonces su comportamiento empezó a cambiar.
Al otro día, la joven le relató a su madre lo ocurrido y de inmediato, se dirigió a la dependencia policial, donde radicó la correspondiente denuncia.
El expediente, pasó a la Fiscalía de Violencia y Género Sexual Nº 2, a cargo del agente fiscal José Alfredo Blanco, quien ordenó todas las diligencias de rigor, registro domiciliario, secuestro de ropas de vestir, se realizó la cámara gesell y pericias psicológicas las que arrojaron resultado favorables, dando cuenta de que el relato de la víctima era verídico. Se supo que el informe médico, también confirmó el abuso sexual, certificando que había sufrido la vejación, presentando lesiones en la zona vaginal.
Se dejó en claro, que la víctima por su contextura física, no pudo enfrentarse con el agresor para evitar el abuso y que presentaba heridas en los brazos.
En tanto se aguardaban los resultados de cada prenda que fue entregada al laboratorio, la fiscalía, con las pruebas con que contaba, solicitó la prisión preventiva del sujeto, en noviembre del año pasado, pero la defensa apeló ante la Cámara de Apelaciones, donde se dispuso hacer lugar y dejarlo en libertad.
En el mes de septiembre, se recepcionó el informe del laboratorio, dando cuenta de que la prueba de ADN dio positivo, coincidiendo con los efectuados al sujeto. Pese a contar con esas pruebas contundentes, el imputado sigue en libertad. Una vez que el expediente fue devuelto a la Fiscalía, se adjuntaron todas las pruebas restantes y se solicitó la elevación de la causa a juicio.