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"Ahora me siento fuerte y estoy muy empoderada"

Los golpes de la vida la llevaron a tener problemas alimenticios y a estar angustiada hasta que fue al grupo "Sol".
Miércoles, 12 de febrero de 2020 01:03

Florinda Arancibia atravesó duras situaciones a lo largo de su vida desde su infancia que la entristecieron a tal punto de no tener ganas de seguir y de sufrir problemas alimentarios, pero conoció al grupo de contención "Sol" y allí descubrió que vivir mejor es posible, salió adelante y hoy se siente "empoderada y fuerte".

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Florinda Arancibia atravesó duras situaciones a lo largo de su vida desde su infancia que la entristecieron a tal punto de no tener ganas de seguir y de sufrir problemas alimentarios, pero conoció al grupo de contención "Sol" y allí descubrió que vivir mejor es posible, salió adelante y hoy se siente "empoderada y fuerte".

 

El grupo "Sol" funciona los viernes de 10 a 11.30 en el hospital "Néstor Sequeiros", ubicado en el barrio Mariano Moreno.

Hace un año y ocho meses que llegó a "Sol" que funciona en el hospital "Néstor Sequeiros", "yo estaba gordita, me sentía mal y una amiga me recomendó que vaya al hospital. Fui y me encontré con Claudia Dagum, nutricionista del hospital Sequeiros, me atendió y me mandó al psicólogo. Allí inicié el tratamiento con ellos que me cambiaron la vida. Ellos son mis ángeles, me sacaron de todo el dolor que tenía, Claudia me recomendó ir al grupo y no dudé", mencionó en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

En ese sentido explicó que "en el grupo me sentí muy bien, es hermoso, me llevo bien con todos, ahí aprendí muchas cosas como a valorarme y a poner límites como mujer hacia personas que me violentan. Se aprende de los profesionales pero también de la gente que va con sus historias. Me dio cuenta que la gordura no solamente es el hecho de comer y comer, y también las personas que tienen otros problemas en la alimentación, tenemos un trasfondo mucho más feo porque pasamos cosas duras que nos llevaron a tener esos inconvenientes en nuestra alimentación".

Empezar a soltar

"Esas cosas feas que nos pasaron nosotros generalmente las guardamos y las llevamos adentro, pero cuando las empezamos a soltar, nos sacamos esos problemas y yo me di cuenta que no era sólo comer y comer, era ese dolor que me tenía mal. Yo ahora me siento renovada, mi vida cambió muchísimo en varios aspectos, en mi persona y en mis pensamientos, porque ahora me siento fuerte y estoy muy empoderada, no soy la misma gracias al grupo. Ahí me esperan los profesionales y mis compañeras, a veces voy decaída y allí encuentro una paz única que me llena y me hace volver todas las semanas", añadió.

Indicó también que ahí encontró muy buena compañía y conoció otras historias de pacientes que la pasaron peor que ella y sin embargo luchan día a día para superar esas adversidades y vivir felices.

Al respecto sostuvo que "desde que llegué al grupo todo cambió, antes no sabía decir no, antes me quedaba callada cuando alguien me violentaba pero ahora estoy empoderada y me siento feliz. Entré en el año del empoderamiento de las mujeres y me siento una reina. Estoy empoderada en todo, yo todo lo puedo hacer sola".

"Recuerdo que Martín (psicólogo del grupo) me preguntaba de forma insistente sobre cuándo iba a volver a hacer lo que hacía antes, yo me recibí en repostería, pero no ejercía hasta que volví a hacerlo. Ahora hago tortas, masitas, etc, eso me hace feliz, soy muy feliz haciendo mis cosas", comentó.

Problemas de autoestima

Antes de ingresar a "Sol" confesó que "la autoestima la tenía por el piso, me pasaron tantas cosas y yo las quería tapar pero lo hablé, lo dije y me empecé a abrir en mi casa o en la calle. Yo ahora siento que nadie me va a pasar por encima, eso es hermoso".

"Durante mi vida pasé por situaciones muy duras que aparecieron desde mi niñez porque yo no tuve ni mamá ni papá. Yo tapaba solo eso, de grande tuve más sufrimientos, tengo un hijo que tiene esquizofrenia. Ahora él está re bien, tuve que pasar cosas tristes con él, y todo eso fue influyendo en mi vida. En mi alimentación, me decían que tenía sobrepeso porque comía mucho pero no era así, tenía dolores muy grandes", finalizó.

Se sacó todo el dolor

Algo que recuerda con mucha nostalgia es el día en que la nutricionista, Claudia Dagum, le dijo que se saque kilogramo por kilogramo de su cuerpo, entonces “yo empecé a sacarme las tristezas más grandes, los desengaños y todo el dolor que llevaba adentro. Todo eso no me dejaba vivir, yo ahora estoy muy contenta por todo lo que logré por mí que es mucho, ahora cuando algo no me gusta me voy y listo. Antes me quedaba con la bronca y aguantaba, pero ahora ya no sufro y me siento mejor para afrontar cualquier desafío”, aseguró Florinda Arancibia.

Por todos estos logros que fue teniendo desde su ingreso al grupo les recomienda a todas aquellas personas, tanto hombres como mujeres, que estén atravesando por una situación de angustia a que se acerquen a “Sol” todos los viernes en el hospital “Sequeiros”.

Por último remarcó que “a mí me llegaron a decir que en el hospital me llenaban la cabeza, pero yo sé que lo que piensa la otra persona es lo que ellos son, no lo que soy yo. Por eso es importante que los que se sienten mal que vayan cuanto antes. Tenemos que aprovechar este espacio, a veces nos da vergüenza contar lo que nos pasa, cuando nos maltratan, yo pasé eso pero de a poco fui sacando eso y ahora es una historia que quedó atrás porque vivo tranquila. Todas las personas que quieran ir serán bien recibidas, ahí nos mimamos y nos apoyamos para salir juntos de los malos momentos que nos golpean”.

“Sol” para contener y apoyar


HOSPITAL/ POSEE VARIOS ESPACIOS PARA PERSONAS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD.

En el hospital “Néstor Sequeiros” funciona el grupo “Sol” de autoayuda para personas que sufren trastornos alimenticios; está encabezado por la nutricionista Claudia Dagum y por el psicólogo Martín Iturburu.

Este espacio cumple 18 años en abril y en todo este tiempo nunca dejó de funcionar los viernes de 8.30 a 10 de forma gratuita en el nosocomio. Incluso cuando es feriado o fecha de fiestas un viernes se mueve para otro día, a fin de que no se pierda ningún encuentro semanal.

Una de las principales causas de los trastornos alimenticios es un trasfondo familiar: “los prejuicios sociales en una persona que tiene su estructura de autoestima, seguridad y afectos asegurados pasan a ser totalmente secundarios, pero es distinto que de pequeño nos digan dentro del ámbito familiar ciertas cuestiones que a uno lo marcan y le afectan. El hecho de no valer para tu familia, desde el psiquismo del niño implica que no vales para nadie y nadie te va a querer”, señaló Claudia Dagum, nutricionista y referente del grupo de autoayuda “Sol” que está destinado a personas con enfermedades alimenticias.

Asimismo afirmó que “este espacio es abierto y gratuito, pero para ingresar primero deben tener una entrevista con los profesionales que están al frente que son los que fundaron y sostienen el espacio. Es un grupo de apoyo terapéutico para personas con dificultades en la alimentación, es decir, no es la terapia en sí, es el apoyo para alguien que asume que tiene esa dificultad, y ese es el requisito que exigimos. Antes éramos más flexibles con el ingreso pero no nos sirve que venga a trabajar alguien que no tiene conciencia de enfermedad”.
 

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