Un joven de 24 años de edad murió apuñalado en la madrugada de ayer cuando llegaba a la casa de su abuela.
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Un joven de 24 años de edad murió apuñalado en la madrugada de ayer cuando llegaba a la casa de su abuela.
"Era un hermoso chico, muy bueno, por eso los vecinos están acá", expresó Paula, la tía de la víctima, entre lágrimas.
El violento hecho de sangre se produjo alrededor de las 5.45 en la calle Lucio Mansilla, frente a la plaza del barrio San Isidro, durante una riña que se produjo en un intento de robo.
La víctima, Franco Rivero, recibió una herida de arma blanca en la zona del abdomen, lo que le provocó la muerte, como consecuencia de haber sufrido una hemorragia interna, según las primeras versiones.
Siete personas fueron demoradas por este hecho, tras el allanamiento de una vivienda próxima al lugar en donde se produjo el asesinato. La medida se realizó en el marco de un importante operativo con personal de Infantería y la presencia del jefe de la Policía, Juan Segovia.
"No sabemos por qué se produjo el hecho", indicó a El Tribuno de Jujuy el ayudante fiscal, Guillermo Beller, que se encuentra llevando adelante la investigación.
Explicó que se sabe que el joven regresaba de un baile cuando se produjo el ataque, y señaló además que "hay testigos presenciales".
Los vecinos habían apedreado una vivienda exigiendo justicia y asegurando que en ese lugar se habían ocultado los agresores.
Denunciaron además que allí se comercializan estupefacientes.
El ataque al joven se habría producido cuando la víctima volvía de bailar junto a un amigo, cuando fue abordado por otras personas que habrían intentado robarle.
Al resistirse habría recibido una puñalada, relataron los vecinos.
Cuando arribó al lugar personal del Same 107, el joven ya estaba sin vida, según confirmaron los familiares de la víctima, quien falleció a metros de la casa de su abuela.
"Era un muy buen chico"
"Cuando yo vine, ya estaba muerto", relató Analía, la madre del joven, entre lágrimas y rodeada de familiares y amigos.
Con voz entrecortada, la abuela del muchacho asesinado dijo que "era un excelente muchacho que no se metía con nadie".
"Esa gente está acostumbrada a hacer eso. A mi hijo lo mataron, pero ya pasaron dos o tres por ese puñal", indicó Analía, en alusión a las siete personas demoradas.
“Aquí los policías no vienen y ellos saben qué pasa”,dicen los vecinos
Vivo aquí desde los siete años y sé lo que es esta gente”, afirma María Salva, empleada municipal.
Junto a María hay más de treinta vecinos que reclaman justicia y que se adopten medidas de seguridad urgentes. Con los ojos llenos de lágrimas la mujer recuerda los difíciles momentos que les tocó vivir, especialmente con esta gente que “desde hace más de veinte años se dedica a la venta de droga”, agregando que es así como “tienen camionetas, autos y se burlan de todos nosotros”.
A su lado Javier afirma que “esto no es la primera vez que sucede, ya mataron a otras personas y siempre son ellos”. “Ellos nos gritan en la cara que están protegidos por jueces y policías”, afirma María, a la vez que recuerda que “hace unos años violaron a un niño porque la madre salió de testigo en un procedimiento”.
“Varios vecinos hicimos denuncias y sin embargo nada hace la policía”, remarca. “Logramos que una casa que vendía droga del otro lado (señala una casa ubicada frente a donde ocurrieron los hechos) la cierren, pero esta sigue como si nada”, a la vez que indica: “Aquí vino el ministro Ekel Meyer cuando hace mucho ocurrió lo mismo y colocaron una gazebo que estuvo una semana, después de haber dicho que iban a inaugurar una subcomisaría”.
Finalmente, María señala que “pedimos que saquen a esta gente del barrio, porque ni siquiera podemos salir a trabajar seguros”. Javier, por su parte, indica que “estamos cansados de esta gente que se ha enriquecido con la venta de droga, no podemos vivir, no podemos salir a la plaza”. Recuerda que “después que apuñalaron a una persona tal como dijo la señora (por María) pusieron una carpa, estuvieron tres días y se fueron porque aquí hay prendida”.
Javier aclara que “seguramente hay buenos policías pero no los que nos tienen que cuidar”. Consultado si realizaron denuncias, informa que “están cansado de denunciar a esta familia en la comisaría de San Francisco de Álava, en la 6º pero no pasa nada, al final esto está cada día peor” y se suma a los reclamos de los vecinos.