La declaración de una testigo que la fiscalía insistió en su presentación complicó a los tres imputados por el crimen de Benito Saturnino Gutiérrez, hecho ocurrido el 27 de junio de 2017.
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La declaración de una testigo que la fiscalía insistió en su presentación complicó a los tres imputados por el crimen de Benito Saturnino Gutiérrez, hecho ocurrido el 27 de junio de 2017.
Adelma Haydee Alaniz al llegar al estrado afirmó que el día del hecho llevaron a Víctor Alejandro Rodríguez, Antonio Cayetano Berrueta y Luis Rodolfo Quinteros hasta la entrada a una finca y ella se fue con Arrueta porque quería salir con él.
Alaniz en todo momento hizo hincapié en que habían bebido bastante y que en el rodado de Jorge Arrueta en la parte trasera viajaban las tres personas que bajaron en el campo.
Después de recibir un llamado a través de un handy fueron a buscarlos y los llevaron a la finca de Arrueta donde discutieron pero no sabía por qué.
No pudo precisar en qué momento llegaron Jonatan Garzón y Juan Carlos Peñaloza, aunque reconoció que por estar Arrueta enojado se fueron en el auto de Jonatan dejándola en su casa de Monterrico.
Recordó que Berrueta le dijo en Salta, cuando estuvieron detenidos por el robo a un colectivo de tour de compras, que "se quede callada y no diga nada".
Careo con dos imputados
Finalizada la declaración de Adelma Alaniz pidieron declarar Víctor Alejandro Rodríguez y Antonio Cayetano Berrueta.
Rodríguez reconoció haber estado en el lugar siendo la mujer la que ingresó primero conteniendo a los perros y que con un muchacho redujeron al hombre al cual habrían golpeado.
En el lugar se dedicó a buscar la plata y que en un momento dado la mujer le dijo que se retiren, agregando además que era amante de la víctima.
Todos estos dichos fueron negados por la mujer al carearse con el inculpado.
En el caso de Berrueta afirmó no haber estado en el lugar y recién conocer a la mujer después del hecho de la noche del 27 de junio cuando ella planificaba el robo al tour de compras.
Aclaró además que es imposible haber podido hablar con ella cuando se encontraban presos en Salta porque las celdas son individuales y no hay posibilidad de tener contacto.
Al enfrentarse a la mujer ambos se mantuvieron en sus dichos, afirmando Berrueta que la mujer debía estar presionada por alguien porque todas las declaraciones no coincidían, incluso en un momento dado Alaniz nombró a una mujer como supuesta esposa de Berrueta y desconoció ese nombre.