A comienzos del 2015, los anuncios oficiales hicieron despertar las ilusiones de los vecinos del barrio maimareño de Sumay Pacha: estaba en marcha su sueño de tener una escuela para sus hijos. Lo ameritaban la cantidad de niños, las dificultades que acarrean los viajes hasta las del Tilcara, Maimará o Huichaira, y las matriculas ya saturadas de los pueblos vecinos, pero al día de hoy no comenzaron las obras que fueran aprobadas por el Ministerio.
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A comienzos del 2015, los anuncios oficiales hicieron despertar las ilusiones de los vecinos del barrio maimareño de Sumay Pacha: estaba en marcha su sueño de tener una escuela para sus hijos. Lo ameritaban la cantidad de niños, las dificultades que acarrean los viajes hasta las del Tilcara, Maimará o Huichaira, y las matriculas ya saturadas de los pueblos vecinos, pero al día de hoy no comenzaron las obras que fueran aprobadas por el Ministerio.
Nos lo cuentan los vecinos en una reunión de su centro vecinal. Teresa Jordán empieza por recordar que "el barrio nació como una toma de tierras y se fue organizando de a poco. Los lotes, las calles, por cada una de las cosas que necesitábamos, comprendimos que debíamos organizarnos. Así tuvimos la luz, el agua, y en parte por el riesgo de la ruta, en parte porque entonces no era tan fácil trasladarse a Tilcara o a Maimará, muchas mamás pensamos en poder tener una escuela en el barrio".
Nos dice que "en un barrio tan joven, tener una institución como una escuela sentíamos que nos iba a unir como comunidad. Teníamos noticias de que la supervisora de la región la había pedido, y un día nos dicen que el gobernador, que entonces era Walter Barrionuevo, venía a Maimará, y estaba con la ministra de Educación, Liliana Domínguez, así que unas vecinas nos fuimos con una nota firmada por los vecinos. Esa fue la primera nota que dejamos, y desde entonces hubo gestiones permanentes".
Verónica Cardozo agrega que "del proyecto empiezan a participar autoridades municipales, miembros del Centro Vecinal y del Ministerio de Educación, de la Región II. Todos han hecho su aporte, y fue aprobado en el 2015". Jorge Maidana, presidente del centro vecinal, recuerda que "a mediados del 2014 empezó a tomar forma, y en noviembre se solucionaron los problemas que se planteaban".
Adriana Quispe nos dice que "se anunció por los medios de comunicación, diciendo que se construirían cinco escuelas, entre ellas la de Sumay Pacha", y Maidana nos cuenta que "en 2017 fue mencionado en el mensaje inaugural del gobernador, luego se llamó a licitación con cuatro empresas. Una fue la ganadora, era con fondos de nación, y tenía que empezar en un tiempo determinado. En 2018 vinieron de esa empresa, hicieron algunas observaciones, gestionamos las soluciones y desde entonces no hubo más noticias".
Una vecina saca la cuenta de lo que le sale mandar a sus hijos a una escuela de Tilcara, son cerca de $ 400,- por semana. Jordán explica que "se han hecho gestiones para el tema de Begup, pero se complica cuando eso se aplica acá. Los chicos no siempre pueden tomar micros de la misma empresa porque a veces llegan llenos, porque se retrasan en la escuela, y es una pena porque es una buena política del gobierno que a veces los chicos no pueden usar".
Otra vecina nos habla de que "a las mamás, tener una escuela de nivel inicial y primario en el barrio nos tranquilizaría mucho en el tema de seguridad. Muchos niños se van solos porque los papás salen temprano a trabajar, hay robos y estar a la vera de una ruta nacional es un peligro". Marcela Guanuco agrega que "pensamos en los chicos que vienen a futuro, porque los hijos de quienes empezamos estas gestiones ya están terminando la primaria. Es algo muy importante para el barrio".
Una de las causas que les hizo volver a plantear el tema fueron los anuncios de nuevas líneas de financiamiento, desde Nación, para la educación de nuestra provincia. Cardozo nos dice que "tenemos la esperanza que se destine parte de esos fondos para la construcción de la escuela. En sus momentos estuvieron los fondos pero no se ejecutó, ahora con estos financiamientos ojalá que se tenga en cuenta la prioridad de este barrio, el proyecto está, no es que tienen que empezar de cero".
Teresa Jordán nos explica que "si todavía, después de tanto tiempo, seguimos teniendo ese terreno libre, es por los propios vecinos que están con el ojo en ese terreno. Cada época preelectoral prestamos más atención porque ese terreno no se toca, es de la comunidad y tiene un destino".
Preocupación
Claudia Avalos nos cuenta su situación personal, que es ilustrativa: "mi nena va a la escuela de Huichaira, y hasta el año pasado tuvimos una trafic que en este momento no tenemos. Somos varias las madres que mandamos los chicos a esa escuela, y ahora no tenemos transporte. Los chicos perdieron días de clase por eso. Son cerca de veinte chicos que van a la escuela de Huichaira, y si van caminando esos cuatro kilómetros es un peligro, tiene que atravesar el basural, la jauría de perros que hay".