¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
27 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Laberintos humanos: Llanto ulu

Sabado, 25 de abril de 2020 01:04

Les contaba ayer que me despertaron, en la madrugada, los aullidos lastimeros de los perros. No es que reconociera a alguno en particular, que fuera el de los vecinos del fondo, los tres pequeños de los niños de enfrente o aquel bravo y malote que me ataca cuando saco las bolsas de basura en la mañana.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Les contaba ayer que me despertaron, en la madrugada, los aullidos lastimeros de los perros. No es que reconociera a alguno en particular, que fuera el de los vecinos del fondo, los tres pequeños de los niños de enfrente o aquel bravo y malote que me ataca cuando saco las bolsas de basura en la mañana.

Era un llanto ululante que se alzaba multiplicando la pena de quien pudiera estarlo escuchando, como yo, que estaba ya tomando mate y fumando de mi pipa como si se tratara del rato que le sigue a la siesta. Recordé entonces que esa misma noche había soñado con un zorro que se escabullía entre mis piernas yendo y viniendo.

No sé bien en qué lugar lo soñaba, pero caminaba entre tolares, sobre esos suelos terrosos de esta quebrada, y el zorro aparecía a mis espaldas, se asustaba un poco, muy poco, al verme, me pasaba de largo y se perdía más allá para aparecer pronto de regreso, volver a asustarse un poco, muy poco, y alejarse a mis espaldas.

Nunca estuve tan cerca de un zorro. Su confianza me asustó y preferí no temerle, pero aquello había sido un sueño y no era probable que los perros lloraran por su presencia. Si fuera un perro real ladrarían para asustarlo, pero ¿qué hacen los perros del barrio cuando uno de los vecinos sueña con un zorro?

Supuse que sería la hora de la noche la que me llevaba a semejantes pensamientos, porque nunca se me hubiera ocurrido relacionar algo que soñé con algo que estaba pasando, como eran esos aullidos tenebrosos, y sin embargo no había forma de sacarme esas ideas de la cabeza.

 

Temas de la nota