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27 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Una mirada de rechazo de la sociedad a las cárceles

María Inés Codesido, jefa de la Comunidad Terapéutica del Penal Nº7 analizó la situación de los presos en la actualidad.

Domingo, 26 de abril de 2020 01:03

Tras lo acontecido en la cárcel de Devoto el viernes y en otras instituciones penales en este último tiempo, María Inés Codesido, referente de la Comunidad Terapéutica y jefa del Departamento de Adicciones del Servicio Penitenciario Nº 7 brindó un análisis sobre cómo la sociedad interpreta a las personas que están privadas de su libertad.

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Tras lo acontecido en la cárcel de Devoto el viernes y en otras instituciones penales en este último tiempo, María Inés Codesido, referente de la Comunidad Terapéutica y jefa del Departamento de Adicciones del Servicio Penitenciario Nº 7 brindó un análisis sobre cómo la sociedad interpreta a las personas que están privadas de su libertad.

Mencionó, en diálogo con El Tribuno de Jujuy que "a pesar que la cultura carcelaria, excede en estos momentos a las distintas prisiones y forma parte de la sociedad global, la mayoría de los ciudadanos comunes, se siente ajeno a las cárceles y a quienes habitamos en ellas. Gran parte de la sociedad, prefiere no ver la institución penal, elige omitirla porque el ámbito carcelario y todo lo que contiene y significa, representan ni más ni menos que nuestro fracaso como sociedad".

Explicó que cuando una persona delinque y resulta condenada a una pena privativa de la libertad, significa que todas nuestras escalas de valores como sociedad y fundamentalmente todas nuestras redes primarias de formación y protección social (familia, escuela, religión, amigos, deportes) han fallado.

"El microcosmos que constituyen los sistemas penitenciarios de una sociedad dada en un momento determinado, es nada más y nada menos que una parte, una muestra de laboratorio de esa misma sociedad y de los individuos que la integran. En esta retroalimentación que se genera entre la sociedad civil y el sistema penitenciario, los aportes que hacen en la sociedad las prisiones son lo negativo, lo que no debe hacerse", añadió.

Siguió diciendo que "en este momento del coronavirus, la cuarentena, las cárceles están aportando un problema a la sociedad, se ve esta situación en el motín de la cárcel federal de Devoto, o de las diferentes huelgas de hambre que los distintos establecimientos penitenciarios bonaerense atraviesan. Como otros ámbitos sociales, los internos tratan de tener ventajas en esta pandemia, solicitando la libertad o arrestos domiciliarios por el riesgo de contagio que sienten por el Covid-19".

Una cultura

"Hace quince o veinte años atrás la persona privada de su libertad se cortaba el cuerpo, comúnmente sus antebrazos y si le preguntabas el motivo de dichos cortes, decía que tenían tanto dolor emocional, tanta tristeza, que necesitaba sacarlo afuera a través del dolor corpóreo. Baja tolerancia al dolor interno y alta tolerancia al dolor físico, pensaba yo en ese entonces", dijo.

En ese contexto señaló que actualmente esa cultura de la cárcel se traspasó a la sociedad en general, muchos adolescentes se cortan alguna parte del cuerpo para poder sacar el dolor que llevan adentro. Lo mismo sucede con los tatuajes, que antes sólo eran de los presos y marineros y actualmente la mayoría de las personas poseen una marca de ese tipo en su cuerpo.

En estos últimos años aparecieron series televisivas, películas, ritmos musicales con letras sobre cárceles y delincuentes.

Comunidad Terapéutica

Indicó que algo distinto a lo comentado anteriormente sucede en la Comunidad Terapéutica de adicciones del Servicio Penitenciario de Jujuy donde ella desempeña funciones.

Al respecto sostuvo que "desde el momento de su creación en enero del 2018, lo que se intentó hacer fue rever las fallas primarias (psicológicas, familiares, educativas, sociales) en la construcción de cada interno que hace tratamiento por su problemática del consumo de drogas. El tratamiento consiste en que cada paciente pueda sanar su pasado, se conecte con el presente y pueda expresar lo que le pasa, siendo protagonista de su historia".

Para eso llevan a cabo encuentros que se realizan dentro del penal con especialistas.

Programa radial “Nunca es tarde para soñar”

COMUNIDAD TERAPÉUTICA / MARÍA INÉS CODESIDO (AL MEDIO) JUNTO A DOS DE SUS OPERADORES.

Los objetivos que tienen dentro de la Comunidad Terapéutica se logran a través de diversas actividades y talleres, poniendo en palabras lo que le pasa a cada interno. “Una de las actividades que venimos haciendo es un programa de radio, que sale los sábados de 14 a 15 por FM Jujuy: "Nunca es tarde para soñar’, donde los pacientes en forma conjunta con el equipo tratante, rompemos los muros, reflejamos la misión y visión que tenemos del tratamiento y a través de los distintos segmentos no sólo hacemos prevención, sino que también es una herramienta terapéutica donde cada persona privada de su libertad se reconoce a sí mismo”, manifestó María Inés Codesido. 

La mayoría de los segmentos de este espacio radial se relacionan a situaciones que ellos viven en el trabajo que realizan con los internos durante la semana. Por ejemplo, “el tema de la semana, siempre es un tema que se trató durante esa semana en los grupos terapéuticos. Desde que empezó la cuarentena el tema que se está abordando es el de apropiarse de su deseo, el pasaje de objeto a sujeto, de empezar a construir una identidad diferente a la de "drogadicto y delincuente’”, aseguró. Otro segmento importante es el de los testimonios, cada uno cuenta su historia de vida, en la cual está reflejada también su historia del consumo de sustancias psicoactivas, su decisión de dejar de consumirlas y los cambios que tienen a partir de este tratamiento. Hay uno nuevo donde cada paciente elige a una persona con la cual tiene una asignatura pendiente (padre, madre, pareja, hijos, etc.).

En ese sentido expresó que “ahora que todos estamos encerrados, quedándonos en casa, donde aparecen distintas cuestiones que habíamos postergado o bien nos hicimos los tontos de resolver, o enfrentar, el programa de radio "Nunca es tarde para soñar’ brinda un aporte positivo a la sociedad en general. Como la población común, los pacientes huyeron mucho tiempo de sí mismos y cuando ingresaron a la comunidad se empezaron a encontrar”. “La radio ayuda no sólo a los pacientes, a sus familiares y a nosotros como equipo, sino que en este momento histórico este programa podría ayudar a la sociedad en general”, finalizó Codesido.