Calles inundadas y rutas cortadas fue el saldo que dejó la fuerte tormenta desatada ayer en la provincia. Una de las consecuencias se registran sobre ruta provincial 35, camino a la localidad de Ocloyas, donde hubo desmoronamiento de sedimento, caída de arboles y la destrucción casi completa de un puente, que fue llevado por el agua.
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Calles inundadas y rutas cortadas fue el saldo que dejó la fuerte tormenta desatada ayer en la provincia. Una de las consecuencias se registran sobre ruta provincial 35, camino a la localidad de Ocloyas, donde hubo desmoronamiento de sedimento, caída de arboles y la destrucción casi completa de un puente, que fue llevado por el agua.
La situación es de suma importancia debido a que familias que viven en los alrededores quedaron incomunicadas, por cual se solicita intervención de Personal de Vialidad.