¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
26 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Una tarea actual: repensar la economía quebradeña

La crisis de un sector dependiente del turismo nos obliga a imaginar fuentes de ingresos que la sustituyan.

Domingo, 03 de mayo de 2020 01:03

Los puestos de artesanía cerrados son una imagen descriptiva de sociedades que, como las quebradeñas, deben empezar a pensar en alternativas económicas.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Los puestos de artesanía cerrados son una imagen descriptiva de sociedades que, como las quebradeñas, deben empezar a pensar en alternativas económicas.

 

En el 2018 la actividad hotelera de distintos niveles generaba 655 empleos contra 588 estatales, más 600 del comercio y 570 de servicios

 

En cifras que en el año 2018 recogieron Sergio Iván Braticevic y Javier Rodríguez, la actividad hotelera de distintos niveles generaba 655 empleos contra 588 estatales, pero al primer número habría que sumarle buena parte de los 600 que emplea el comercio, que incluye los servicios gastronómicos y otros directa o indirectamente vinculados al turismo, 110 de venta callejera y 570 de servicios, entre ellos los remises, sobre un total de 3.046 trabajos en Tilcara.

Dicen en su escrito que "las actividades económicas más importantes son todas las relacionadas con el turismo, el comercio que emerge desde esta última, la producción agropecuaria en Quebrada y Valles; por último, y en menor medida, el segmento relacionado con los servicios (fundamentalmente transporte). Hay que señalar que una gran proporción de quienes desarrollan dichas tareas combinan sus ingresos con empleo público o participación en programas sociales".

Utopía y necesidad

Pensar en una reorientación de la economía local, en momentos como los que se viven, podría tenerse como una utopía pero es a la vez una necesidad. Aún se ignoran los tiempos que quedan hasta que se vuelva a trabajar el rubro turístico, pero la misma pandemia demostró la fragilidad de una economía que no varía sus fuentes de ingreso.

Vale decir que, aunque se reactive en un plazo no demasiado lejano, sería sano para lo sociedad tener en cuenta su diversificación.

El tema, para muchos, dejó ya de ser una especulación para convertirse en una realidad.

Si bien la temporada veraniega fue buena, la de Semana Santa siempre fue necesaria para llegar a las vacaciones de invierno, que este año tampoco será una fuente de ingresos. Los primeros afectados son aquellos cuentapropistas o de ingresos precarizados que vivían del turismo, desde los vendedores de la plaza y callejeros, músicos que tocaban en las peñas, guías independientes, empleados en negro, etc.

Los propietarios de emprendimientos turísticos seguían "tirando" con lo trabajado en el verano, sostenidos en buena parte por las medidas de Nación y de Provincia que postergaron vencimientos y la ayuda desde Nación para el pago de salarios en blanco, pero llamaban la atención sobre la situación de aquellos que debían pagar alquileres de locales tanto gastronómicos como comerciales, y dudaban de lo que pudiera suceder a partir del mes de mayo.

Parte de la oferta gastronómica se volcó a la modalidad de delivery, pero para muchos los mayores ingresos dependían del turismo más que del consumo local. Algunos comerciantes de la plaza nos manifestaron que se estaban reuniendo para pensar en la necesidad de plantearse alternativas, y ese tema fue parte de lo expuesto por el intendente de Tilcara, Ricardo Romero, en su discurso inaugural de las sesiones del Concejo Deliberante.

En lo referente a la salud, quedaron en el olvido las primeras preocupaciones que pudo haber sobre la presencia del virus en la temporada que llegó hasta el Carnaval. Hoy que ya esos miedos se descartaron, la ausencia de casos en la región quebradeña y los pocos que se registraron en la provincia acaso apuntalen la esperanza de poder recomenzar actividades que otras regiones del país se ven imposibilitadas de realizar.

El regreso a la actividad agroganadera parece ser la ilusión más extendida, sostenida por la memoria de lo que fue la Quebrada de Humahuaca hasta el estallido turístico. Tradicionalmente, la mano de obra local abasteció industrias como la minera o la zafrera, y acaso se pueda volver a pensar en ellas una vez que se reactiven plenamente.

En cuanto a las alternativas locales, el trabajo citado de Braticevic y Rodríguez señala ramas pasibles de desarrollo como la agricultura agroecológica, la producción cárnica y láctea, los tejidos artesanales, la textil industrial y la luthiería.

En ese sentido, apuntaban que "se cuenta con un mercado de magnitud considerable y con capacidad instalada ociosa..., cierta especialización productiva y una reserva de cultura con diferentes conocimientos que pueden ser aplicados en las cadenas de valor que se intentan mejorar.

No obstante, en todos los casos es necesario apoyo financiero, técnico, capacitación y la constitución de mesas de concertación, con una fuerte presencia del Estado en sus distintas escalas, para mediar y apoyar los procesos tendientes a lograr estas mejoras".

Acaso sea obligación de las clases dirigentes plantear seriamente estos temas, pero es el conjunto de la sociedad el que debiera buscar canales para debatir, pensar y encarar alternativas económicas que nos hagan pensar en un futuro posible, tanto por lo que resta de cuarentena como para los tiempos por venir.