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¿La autoridad y la popularidad... son puro cuento?

Lunes, 04 de mayo de 2020 01:01

Con qué rapidez ocurre todo! Y los nuevos acontecimientos pasan a segundo o tercer plano y hasta parecen olvidarse. Pero quedan guardados para reaparecer en el momento oportuno. O tal vez, en el momento menos oportuno. Hoy todo sucede detrás del cristal de la pandemia, pero cada instante afloran hechos que se instalan en la realidad. Y esta cuarentena que a los argentinos y jujeños nos viene salvando de males mayores y nos tienen satisfechos por los bajos índices del ataque del virus, poco a poco se va relajando. La gente soporta menos el encierro, sobre todo con los bolsillos vacíos, mientras los expertos siguen corriendo el arco: afirman que el pico máximo debe ser esperado para fin de este mes o para junio. El gobernador Morales ya advirtió que si aparecen malas noticias, habrá que volver atrás con la rigidez del confinamiento. Pero la otra plaga, la propia, la que no importamos de China sino que es hija del esfuerzo propio de los argentinos, la ruina económica, se pasea amenazante y crece día a día, y a Jujuy un informe de la consultora Analytica la puso en un podio horrible, entre las tres provincias con peores respuestas económicas frente a la crisis. Y hay otra peste más, que muchos soñaban olvidada: la grieta, como para dar testimonio que toda protagonismo o autoritarismo es puro cuento.

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Con qué rapidez ocurre todo! Y los nuevos acontecimientos pasan a segundo o tercer plano y hasta parecen olvidarse. Pero quedan guardados para reaparecer en el momento oportuno. O tal vez, en el momento menos oportuno. Hoy todo sucede detrás del cristal de la pandemia, pero cada instante afloran hechos que se instalan en la realidad. Y esta cuarentena que a los argentinos y jujeños nos viene salvando de males mayores y nos tienen satisfechos por los bajos índices del ataque del virus, poco a poco se va relajando. La gente soporta menos el encierro, sobre todo con los bolsillos vacíos, mientras los expertos siguen corriendo el arco: afirman que el pico máximo debe ser esperado para fin de este mes o para junio. El gobernador Morales ya advirtió que si aparecen malas noticias, habrá que volver atrás con la rigidez del confinamiento. Pero la otra plaga, la propia, la que no importamos de China sino que es hija del esfuerzo propio de los argentinos, la ruina económica, se pasea amenazante y crece día a día, y a Jujuy un informe de la consultora Analytica la puso en un podio horrible, entre las tres provincias con peores respuestas económicas frente a la crisis. Y hay otra peste más, que muchos soñaban olvidada: la grieta, como para dar testimonio que toda protagonismo o autoritarismo es puro cuento.

Alberto Fernández, debe haber comprobado qué frágiles son la enorme popularidad y altísima aprobación que las encuestas le asignan por su lucha contra el coronavirus. Su intempestivo retiro del Mercosur, la osadía de su secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla para pedir por la libertad del condenado Ricardo Jaime; la de la jefa de asuntos legales del Senado Graciana Peñafort, apretando a la SCJ para validar sesiones virtuales, son ejemplos. La debilidad frente a los motines en las cárceles y la ausencia de rumbo económico (en pandemia y postpandemia), también. Y el escándalo de la liberación de presos -asesinos peligrosos y reincidentes, violadores, femicidas, etc. legalmente escabullidos con la excusa del virus- terminó en un gran "cacelorazo" de desaprobación nacional. AF, que en principio había avalado las prisiones domiciliarias -sin poder controlarlas ni dar ninguna garantía a la sociedad- terminó echando la culpa a los jueces. Ya era tarde: AF se había disparado un tiro en un pie, porque los jueces obran presurosos según los direccionamientos explícitos o tácitos que el poder político notifica. En Jujuy, el tema no entró: la Justicia y los jueces federales locales, por aquello de la sintonía con el jefe político, se abstuvieron de liberar a nadie. El GM hizo correr por todas las vías su posición en ese sentido. Una sola domiciliaria más en Jujuy hubiese tenido una repercusión monumental en este momento.

GOBERNADOR MORALES / ¿POPULARIDAD A PLAZO FIJO?

La interna en la coalición gobernante nacional sube de tono. Lo marcó la eyección de Alejandro Vanoli -quien tenía el boleto picado desde el episodio de millones de jubilados mandados a las calles en plena pandemia-. Fernanda Raverta llegó a la Anses desde el equipo de Kicillof y con el sello de La Cámpora en su frente. En el lugar que dejó en el Ministerio de Desarrollo de la comunidad bonaerense, desembarcó Andrés Larroque, fundador de la agrupación K. Dos balcones sociales privilegiados, espacios de poder inconmensurable, y dos cajas poderosas para el trabajo político. Los analistas se preguntan si el AF seguirá cediendo frente al fuerte avance de CEFK, que no disimula su estrategia para empoderarse cada día más, ni sus tácticas de arrasar lo que se oponga. Esa grieta en el Frente de Todos promete crecer. A Jujuy, por redes sociales y mensajes de Whatsapp se trasladaron las diferencias entre uno y otro sector. La satisfacción del cristinismo, contrastó con el pesado silencio del albertismo, herido en un ala, en pleno vuelo. Pero otras razones abonan la grieta, sin que se sepa todavía si se calmarán las iras o la sangre fluirá hasta el Xibi Xibi.

La coalición opositora jujeña también tiene sus líos. Algunos propios como siempre por desencuentros y rencores acumulados durante años. Otros, producto de las diferencias afloradas en aquella última sesión, porque el Gobierno otra vez aplastó contra la pared al PJ para obtener el acompañamiento a sus decisiones, ahora con el argumento irrebatible de la pandemia. Para los duros, fue el momento ideal para golpear al oficialismo (del Gobierno y del PJ). Y lo aprovecharon. Los K creen que es tiempo de tomar por asalto nuevas posiciones. Hasta el sábado seguían los chisporroteos. En el sector del bloque que preside Pedro Belizán -afirman que son mayoría- y en el partido que conduce Rubén Rivarola se encolumnaron, intendentes y comisionados agradecidos por el oxígeno prometido tras el crédito autorizado, y siguen dispuestos a no ceder, aunque el conflicto escale. Parecen no caer en cuenta de que pueden estar arrojando a los perros la oportunidad de oro que -aún con problemas- supieron labrar con el resonante resurgir de sus últimos avances en las urnas. Especialmente cuando en Cambia Jujuy, no apareció un peso pesado que pueda heredar el Gobierno del GM. Porque entre todos los voluntarios que hay, ninguno se anima ni a pensarlo en voz alta para no desafiar la popularidad y la autoridad actual del jefe.

La coalición del Gobierno, también tiene sus internas. La reactivación de la Legislatura lo demostró. Se aprobó de manera ultrarrápida y dudosa, -algunos legisladores aseguran que esa ley no tuvo los treinta y dos votos que exige la mayoría agravada- el tope salarial para empleados de la Administración Pública. Detrás de esas sospechas, varios oficialistas no gerardistas, (difícil de entender, pero real), juran reservadamente que el "borrador" que había trascendido incluyendo descuentos de adicionales fue tan verdadero como la indignación que ganó a gran cantidad de jujeños que se enteraron del mismo. Si fue un globo de ensayo estalló apenas inflado, si fue una "filtración exprofeso" que el fiscal de Estado Mariano Miranda tuvo que descartar como un documento falsificado aún con las firmas del gabinete, nunca se sabrá. Y ya no importa. Pero dejó broncas en sectores oficialistas que aún hoy rumian su desacuerdo con medidas que el Ejecutivo decide en soledad.

Como se ve, las maravillas de las encuestas pueden volverse espejismos al primer traspié. Y los errores pueden licuar cualquier autoridad y volatilizar toda popularidad en un periquete. Las autoestimas desmedidas y el "fuego amigo" pueden ser los detonantes letales de los status quo con pies de barro.