¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

13°
11 de Mayo,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Romper con los estereotipos de masculinidad tradicional

Sucede que está signada por la violencia, la competitividad y la falta de expresión emocional en los hombres.
Viernes, 12 de junio de 2020 01:04

Hay una vieja idea de la masculinidad que es necesario ir extinguiendo con el paso del tiempo ya que se arraiga a concepciones que perjudican tanto al hombre como a su entorno. Estas características "machistas" que deben romperse son la violencia, la competencia y la inexpresividad emocional, explicó el psicólogo Facundo Calvó, miembro de "Psi Salud", en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Hay una vieja idea de la masculinidad que es necesario ir extinguiendo con el paso del tiempo ya que se arraiga a concepciones que perjudican tanto al hombre como a su entorno. Estas características "machistas" que deben romperse son la violencia, la competencia y la inexpresividad emocional, explicó el psicólogo Facundo Calvó, miembro de "Psi Salud", en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

 

En las redes sociales se puede encontrar a "Psi Salud" donde continuamente suben videos y reflexiones sobre salud mental.

 

En ese contexto, el especialista remarcó que los hombres debemos preocuparnos en terminar con ese machismo que nos convierte en potenciales agresores.

"A los hombres nos enseñan que si estamos en pareja, en caso de que otro hombre se acerque (competencia) debemos increparlo violentamente (agresión), antes que demostrar miedo o temor (restricción emocional) y una solución es educarnos en salud mental. Los hombres también somos responsables de acabar con la desigualdad, no es una tarea que empieza y termina en las mujeres. Lo que pasa es que eso lleva a tener que cuestionarnos, aceptar que somos parte del problema, y eso es lo más difícil", dijo.

Tres componentes

Hay diversas investigaciones de la psicología que elaboraron conceptos sobre lo que se llama "masculinidad tradicional", y que la explican a partir de estos tres componentes, "cuando uno plantea esto piensa en uno mismo y en sus amigos, esto es lo que mayormente los hombres hemos hecho y que fuimos favorecidos por este contexto. Los hombres mayormente reproducimos este comportamiento, cuando, por ejemplo, en un asado uno le dice al otro, "cómo vas a dejar que tu novia se vista así, o haga tal cosa", también competimos y nos medimos", mencionó.

"Esos componentes los tenemos en mayor o menor medida, competimos, somos agresivos, no nos expresamos. Los mismos pueden potenciarse y cuando están exacerbados existen mayores riesgos para la salud individual y colectiva, como la violencia de género en la pareja o el suicidio consumado por ejemplo", añadió.

Asimismo comentó que "debemos cuestionar este modelo, ya que trae muchas consecuencias para el hombre. No expresar lo que nos pasa, guardarlo, no pedir ayuda y no reflexionar puede traducirse a mayores problemas para el bienestar psicológico, como la depresión. Las estadísticas demuestran que la tasa de suicidios de hombres triplica al de las mujeres pero ellas son las que más lo intentan".

"Nos tenemos que aguantar"

También, Facundo Calvó sostuvo que "hoy en día se habla mucho de ideología de género y se trata de desprestigiar esta cuestión, pero el género es una variable social que intercede en cómo utilizamos los servicios de salud y en la etiología de diversas enfermedades tanto médicas como trastornos psicológicos. Entonces la gente tiene que entender que el género es una variable que influye directamente en la percepción de la salud y nuestro acceso a la misma".

"Siempre está latente el comentario de que todos los hombres tenemos que aguantar cuando nos pasa algo, no tenemos que llorar, no pedir ayuda y que nada nos tiene que doler. Efectivamente a veces nos duelen muchas situaciones, nos sentimos mal y con una consulta al psicólogo podemos estar mejor, pero no se lo hace porque hay que demostrar esa hombría que no nos hace bien", aseguró.

“Todo el tiempo comparando quién es el más guapo”

Facundo Calvó realizó un análisis de la falsa idea de ser guapo que sigue la masculinidad tradicional a partir de una frase del escritor Alejandro Dolina, “cuando un grupo de hombres molesta a una mujer que pasa lo hace principalmente para sus amigos, se siente fuerte por hacerlo. La idea de Dolina es que efectivamente nosotros estamos todo el tiempo comparándonos quien es el más guapo”.

“En películas y novelas se exalta la figura del hombre violento con cero compromisos emocionales, y tendemos a identificarnos con ellos. La competencia con otros genera un gran desgaste, y lo más peligroso de esta situación es entender lo que pasa alrededor, la cantidad de femicidios que existen y que aún muchos varones no tomen conciencia”, agregó.

Difusión en redes sociales

EXPRESARSE EMOCIONALMENTE / LOS HOMBRES TAMBIÉN PUEDEN HACERLO.

Además de realizar atención especializada, “Psi Salud” lleva a cabo la tarea de brindar concientización y mensajes de expertos a la población en general a través de las redes sociales y gracias a esa labor la cantidad de hombres que llega al consultorio se acrecentó. Calvó aseguró que asisten más mujeres que hombres, “las mujeres tienen una mayor conciencia de la importancia que tiene el cuidado de su salud mental y en general, mientras que en los hombres eso está sujeto a la idea absurda de que no hay que pedir ayuda. Por eso cuando un hombre llega a nuestro consultorio, en su mayoría, llega con un proceso avanzado de su malestar psicológico”

Sus vivencias sobre la problemática

Al reflexionar sobre su vida en particular en relación a las antiguas masculinidades y el impacto que tenían en cuestiones de violencia de género, Facundo Calvó relató que “personalmente a mí me tocó aprender sobre la desigualdad de género a través de mi mamá que era abogada de violencia de género y me tocó sufrir mucho, llorar mucho, ir a la policía y volver mal porque a las mujeres no le tomaban la denuncia por el hecho de que no iba golpeada, abusada, fracturada o muerta directamente”. Siguió diciendo que “me acuerdo un caso que me marcó mucho. Había una chica que su pareja en invierno la desnudaba en un patio y la obligaba a que diga conceptos de palabras de un diccionario, si ella contestaba mal la definición la escupía y ninguneaba.

Mi mamá presentó esa denuncia pero se la rechazaron porque no presentaba graves lesiones”. “Yo pensaba mucho sobre qué es violencia y ahí empezó la estructuración de pensar que no sólo la violencia empezaba en parejas, también era institucional, política o económica. Cuando empecé a estudiar psicología compartía mucho con mujeres”, agregó. Asimismo manifestó que “el gran click me pasó hace poco porque yo entendía la causa y la apoyaba, pero nunca la hablaba en mis grupos de amigos, de pares, de hombres. Entonces me di cuenta que la dirección de ese cambio la están llevando las mujeres y de repente los hombres estamos excluidos y distraídos porque no es algo que queramos recapacitar porque significa dejar ciertas comodidades”. “En realidad a nosotros los hombres, el machismo también nos trae consecuencias pero como es parte de nuestra identidad hemos sabido identificarnos con los caracteres del machismo, efectivamente es más difícil desarraigarlo y reflexionar”, finalizó el especialista.