El tiempo pasa y las heridas se cierran. No desaparecen, porque dejan cicatrices. Pero a medida que pasan los días, semanas o meses, la tristeza por la ausencia de un ser querido se va "mutando".
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El tiempo pasa y las heridas se cierran. No desaparecen, porque dejan cicatrices. Pero a medida que pasan los días, semanas o meses, la tristeza por la ausencia de un ser querido se va "mutando".
Del dolor inicial se pasa a recordar con una sonrisa cada momento vivido.
Hoy, hace exactamente dos años, nos dejaba Edgar Caballero, quien había sido el jefe histórico de la Sección Deportes del diario El Tribuno de Jujuy. Y lo recordamos con cariño en esta redacción, donde compartimos alegrías y tristezas, laborales y personales.
"Caba" fue un hombre que hizo honor a su apellido. Trabajador incansable, honesto y siempre dispuesto a dar una mano. Es algo que siempre resalto: la generosidad que tuvo.
Precursor del gran maratón, Edgar tuvo puesta la camiseta del diario en toda ocasión. Es más, por pedido suyo nos contó su hijo Manuel, en la última morada fue vestido con la tradicional campera roja de este medio. Todo un símbolo.
Trabajó a la par de nosotros y dejó lo mejor de sí en cada jornada laboral. Estaba convencido de que El Tribuno de Jujuy tenía que darle un espacio importante al deporte amateur y fundamentalmente a los chicos. Entonces, cada disciplina tuvo y tiene su lugar en estas páginas.
Parece ayer, antes que se jubilara, cuando nos juntábamos a tomar un café y seguíamos hablando de deportes. Su pasión, nuestra pasión.
"Caba" fue un hombre que dejó huella. Y qué mejor irse de esta Tierra sabiendo que en vida se cumplieron objetivos para ser recordado así.
Los 15 de junio, en el diario y en la sección principalmente, son días diferentes. Alguna lágrima se escapa. Pero pensamos a Edgar con una sonrisa. Seguro que él también le gusta que sea de esta manera o con un abrazo de gol.