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"La noche anterior soñé que se quemaba la mitad de mi cuerpo"

Fue una premonición que tuvo Zulma Burgos antes de la confirmación de que el submarino había sufrido una implosión."Si caemos debemos levantar la cabeza y mirar hacia adelante", son las palabras que recuerda de su hijo Jorge Luis Mealla.
Miércoles, 17 de junio de 2020 01:03

Eran las 10 de la mañana del 15 de noviembre de 2017. Zulma Burgos se encontraba limpiando su casa ubicada en el barrio Mariano Moreno cuando recibió una llamada que la destrozaría por completo. Un dolor inexplicable. De la Armada Argentina le informaban sobre la desaparición del submarino ARA San Juan con cuarenta y cuatro personas a bordo, entre ellos su hijo Jorge Luis Mealla, teniente de fragata de 30 años de edad. Le dijeron que los estaban buscando, pero al cabo de dos días no había ninguna explicación de forma oficial, por lo que decidió viajar hasta Mar del Plata, Buenos Aires. Luego arribarían su marido e hijos para acompañarla en la larga espera en torno al destino del navío siniestrado.

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Eran las 10 de la mañana del 15 de noviembre de 2017. Zulma Burgos se encontraba limpiando su casa ubicada en el barrio Mariano Moreno cuando recibió una llamada que la destrozaría por completo. Un dolor inexplicable. De la Armada Argentina le informaban sobre la desaparición del submarino ARA San Juan con cuarenta y cuatro personas a bordo, entre ellos su hijo Jorge Luis Mealla, teniente de fragata de 30 años de edad. Le dijeron que los estaban buscando, pero al cabo de dos días no había ninguna explicación de forma oficial, por lo que decidió viajar hasta Mar del Plata, Buenos Aires. Luego arribarían su marido e hijos para acompañarla en la larga espera en torno al destino del navío siniestrado.

 

Submarino. Se hundió a una profundidad de 907 metros, a unos 550 kilómetros al este de Comodoro Rivadavia.

 

Cinco días de incertidumbre y angustia vivió hasta el día que le anunciaron que el submarino había implosionado. La noche anterior Zulma tuvo un sueño premonitorio, vio que la mitad de su cuerpo se quemaba.

El 15 de noviembre de 2017 ocurrió una de las tragedias que enlutó a todo el país: la desaparición del submarino ARA San Juan. El 30 ese mes, la Armada, en su carácter de autoridad SAR a nivel nacional, dio formalmente por finalizadas las operaciones de rescate (no así las de búsqueda). En la práctica esto implicó que seguiría buscando un submarino probablemente hundido, pero ya no había esperanzas de encontrar vida en su interior. Sin embargo, las familias de los tripulantes nunca bajaron los brazos. Entre los 44, había ocho marinos oriundos de Jujuy.

"Al principio, cuando ellos dijeron que había desaparecido el submarino, yo tenía la esperanza de que lo encuentren pero hablé con uno de los jefes de mi hijo y me dijo que no había posibilidad de encontrarlos vivos. Fue un golpe muy duro y doloroso para mí, tuve que enfrentar esa realidad porque tengo a mis hijos que también me necesitaban", expresó.

Zulma dijo que su hijo no debió haber estado en el submarino por cuanto recién estaba haciendo el curso de submarinista y aún no se había recibido, entendió que debieron haber embarcado a otro personal y no a él junto a un compañero.

FOTO FAMILIAR / JORGE LUIS MEALLA JUNTO A SUS PADRES.

A todo su dolor, lo lleva luchando para que se haga justicia y se conozca la verdad. A donde la llaman ella asiste para hablar y que la gente no se olvide de los 44 tripulantes. A diario tiene presente las palabras que en su momento le dijo su hijo. "Me acuerdo que cuando él se fue a rendir me dijo que si caemos y nos golpeamos debemos levantar la cabeza hacia arriba y seguir adelante. Cada vez que yo quiero decaer me acuerdo de lo que él me decía y me da la fortaleza para seguir. Él era el mayor de mis hijos y era como un padre más para ellos. Se encargaba de todo, venía en las vacaciones de julio y después en diciembre", relató.

Emocionada expresó que recuerda que era un joven que buscaba siempre progresar, le gustaba lo que hacía y amaba a lo que se dedicaba. Ese es uno de los momentos más hermosos con los que convive y le dan la energía para seguir adelante ayudando a los otros padres en este camino tan duro.

En un tramo de la entrevista contó que desde que sucedió este trágico hecho lo sueña a su hijo sonriendo y contento y tiene la ilusión de que algún día sonará el teléfono y será su hijo quien la esté llamando, "pero la realidad es otra y vivo con ese dolor día a día, le prendo una vela a su imagen todos los días 15", sostuvo.

"Queremos saber qué paso"

A un año de haberse determinado el lugar en el fondo del mar donde están los restos del submarino, para Zulma no bastó las imágenes de la magnitud de la tragedia. "En todas las fotos que nos mostraron no vimos nada más que agua. Queremos saber qué es lo que realmente pasó. Cuando los tripulantes se perdieron llamaron para que los auxilien pero desde la Armada esperaron armar primero un protocolo y no salieron a buscarlo dentro de esa semana", resaltó.

Cabe mencionar que por la cuarentena, los familiares jujeños de los tripulantes del ARA San Juan tuvieron que dejar de hacer marchas pero se siguen apoyando y comunicando a través de la redes sociales y mediante un grupo de WhatsApp.

 

Las causas del hundimiento y las eventuales responsabilidades, penales, profesionales y políticas aún son materia de investigación.