¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
26 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

La tarea en los corrales que fortalece el amor fraterno

La familia Álvarez compartió una jornada de "marcada" de la hacienda en una finca de Palma Sola.Suelen realizar las tareas dos veces al año y vacunan al ganado, pero ahora se unificaron por la pandemia.
Domingo, 21 de junio de 2020 01:02

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El saber y hacer de cada familia es el tesoro que se transmite de generación en generación fortaleciendo los lazos entre sus miembros.

El contacto con la tierra y los animales es una forma de vida muy arraigada en la familia Álvarez que desde varias generaciones atrás se dedica a la cría de ganado en la finca San Antonio paraje Las Vertientes a orillas del arroyo La Ronda, a 4 kilómetros de la ruta provincial 25 en la localidad de Palma Sola.

EL PARAJE LAS VERTIENTES Y EL ARROYO LA RONDA / CAPTADOS DESDE EL AIRE POR EL DRON DE EL TRIBUNO DE JUJUY.

El fin de semana pasado, la familia Álvarez se reunió el día del patrono de la finca, la fiesta de San Antonio para cumplir con las tareas de señalada y marcada del ganado.

CUIDADOS PERMANENTES / PEDRO ÁLVAREZ LLEVANDO EL CONTROL DE LA VACUNACIÓN

Dada la situación epidemiológica, este año se reunió un grupo reducido de trabajadores, ya que en años anteriores estas ocasiones de laboreo suelen ser la excusa para juntarse también con un importante grupo de amigos.

Dionicio Álvarez, compartió con El Tribuno de Jujuy la historia de su familia.

EN EL CORRAL / EL GANADO RECIBIÓ VACUNAS, FUE MARCADO Y SEÑALADO.

Su padre Ramón Alvarez que hoy tiene 94 años fue siempre productor ganadero, tuvo hacienda propia y también trabajó para otras fincas. Ramón Alvarez y su esposa Jovina Iscazati tuvieron 7 hijos de los cuáles 5, a pesar de tener trabajos en otras localidades y en otros rubros, vuelven asiduamente a la hacienda que los vio crecer y marcó a fuego la conexión con las tradiciones gauchas.

LOS MÁS CHIQUITOS / DILAN EL NIETO MENOR DE RAMÓN ALVAREZ, CON LAZO EN MANO.

Hoy lo hacen junto a sus hijos y nietos que también muestran el amor por la tierra y el ganado. Uno de los hermanos Álvarez, Pedro se encuentra en la finca al cuidado de la hacienda de forma permanente, pero cuando es necesario cumplir con tareas como la señalada o la marcada se reúnen todos para colaborar y también pasar un momento juntos.

"Una cosa tiene que ver con la otra, nos juntamos para atender a la hacienda, y hacemos esas tareas para poder juntarnos también", indicó Dionicio.

PIALADA / VÍCTOR ÁLVAREZ EN PLENA TAREA GANADERA.

La señalada consiste en realizar un corte en la oreja del animal para poder distinguirlo entre otras haciendas, la forma del corte está registrado ante las autoridades sanitarias y esa forma en particular le pertenece a cada familia. La marcada consiste en plasmar en el pelo del animal con un hierro caliente una "marca" también con el propósito de distinguirlo entre otros animales.

EN ACCIÓN / TRABAJO EN EL CORRAL SEPARANDO ANIMALES

La familia Álvarez realiza estas tareas en dos ocasiones al año, en donde también aprovecha para vacunar al ganado, pero este año debido a la situación de aislamiento que dificulta el tránsito hacia la finca, se decidió realizar ambas tareas en un mismo día. El sábado pasado los hijos, nietos y bisnietos de don Ramón se dieron cita una vez más para continuar con la tradición que él sembró. Y luego de una jornada de intenso trabajo en los corrales en donde se señaló y marcó a todo el ganado de más de 6 meses compartieron el asado, el locro, la bebida y la guitarreada que llamó la atención de los más pequeños de la familia.