Se acerca el 26 de junio, cuando se peleó contra los realistas junto a la laguna de Tres Cruces y los españoles huyeron con dirección a Abra Pampa.
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Se acerca el 26 de junio, cuando se peleó contra los realistas junto a la laguna de Tres Cruces y los españoles huyeron con dirección a Abra Pampa.
Hoy la cercanía de Tres Cruces con Abra Pampa tiene otros significados, porque esas calles se sorprendieron con la presencia de un virus que parecía ser ajeno a los jujeños. "No tuve contacto con ninguna persona", contó una vecina trescruceña, "aquí la restricción es total, no se puede salir, sólo el horario permitido y la patrulla estuvo pasando a cada rato por todo el pueblo", agregó con su testimonio.
Es previsible que no haya acto junto al bajorrelieve mural que se alzara, en el lugar del hecho de armas, para su bicentenario, pero tampoco se oyeron por las calles de Tilcara las cornetas que acompañaban a los samilantes de San Juan desde Jueya o desde Huichaira. Capaz que alguna fogata en el patio de una casa, acaso alguien buscó agua de la acequia con su balde, probablemente nadie caminó sobre las brasas.
Pero a diferencia de la primera cuarentena, en este regreso a la fase uno ya se comentan menos estas ausencias.
Paisaje distinto
Pareciera que lo distinto, lo extraño, se terminó de instalar en las vidas cotidianas.
En el mercado: los puestos cerrados con cortinas de nylon, una pequeña ventanita por la que se pasa el dinero y la mercadería cubierta. En el tinglado, tras el mercado de Tilcara, los puestos de verduras espaciados a lo largo del polideportivo. Ya no hay otra oferta, ni de comida ni de nada de aquello que no es considerado esencial.
Un vecino de Maimará comentó que por primera vez puede entrar para hacer compras a Tilcara desde el retorno a la fase uno.
Los remises locales forman una larga fila de poco más de dos cuadras. Junto a los remises pasa la camioneta municipal anunciando por el altoparlante que los negocios están abiertos hasta las 15, y recuerda a los tilcareños que deben cuidarse, quedarse en las casas, hacer lo posible porque el virus no llegue al pueblo.
Resignación
La dueña de un negocio de suvenires, después de la breve primavera del "Jujuy para los Jujeños", dijo que tras veinte años capaz que sea la hora de cerrar. "Habrá que pensar en hibernar, como lo hace la naturaleza", señaló resignada.
Lo extraño dejó de llamar la atención. Ayer corrieron por las redes las fotografías de esa suerte de cometa que cayó en la tarde hacia los cerros del oeste, para el lado de la Puna. Su estela blanca cubrió un largo segmento del cielo tan celeste, algunos hablaron de un posible meteoro, otros especularon sobre deshechos de satélites. Como todo, es un fenómeno que debería poder explicarse, que hubiera sido conversación al otro día, pero pocos o nadie lo hizo en la mañana. Pareciera que ya nada llama la atención.