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"Los agentes de la salud somos seres humanos, no somos héroes"

El licenciado en Psicología (MP 703) y director de “Psi Salud” habló sobre la importancia de cuidar la salud mental de las personas que hoy se enfrentan de cerca a la pandemia.El profesional indicó que los trabajadores de la salud están bajo mucha presión y que hay una enorme cantidad de factores de riesgo por las condiciones en las que trabajaban.
Viernes, 10 de julio de 2020 01:00

-¿Cuál es la importancia de trabajar con la salud mental del personal de salud en este difícil momento?

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-¿Cuál es la importancia de trabajar con la salud mental del personal de salud en este difícil momento?

-La salud mental es indisociable del contexto social, político y económico. No se puede pensar en el bienestar psicológico de una persona sino desde las condiciones sociales en las que vivimos. Desde antes de la pandemia, las condiciones laborales de los agentes de la salud ya eran precarias, estamos hablando que en nuestro país los agentes sanitarios sufren una sobre explotación laboral, el bajo pago del salario, falta de garantías técnicas al momento de tener que aplicar cierto dispositivo o procedimiento. Esas condiciones se vienen estudiando hace tiempo, más que nada de cómo impactan, sobre todo en la eficacia de los agentes de la salud. Si vos no tenés condiciones de trabajo dignas, si no tenés derechos y garantías profesionales, si no te reconocen lo que te mereces por tu labor, tu trabajo se ve claramente alterado.

La pandemia agrieta y agrava las condiciones de desigualdad que ya veníamos viviendo. La pandemia aceleró que nuestras miserias sociales se incrementen, lo que venía ya siendo un proceso gradual y rápido, ahora es mucho más veloz y mucho más potente y se visibiliza muchos más. Entonces ya teníamos agentes sanitarios muy lastimados y con una enorme cantidad de factores de riesgo para su salud mental por las condiciones en las que trabajaban, ahora se incrementan porque se añaden nuevas dificultades, como una pandemia, de la cual desconocemos mucho todavía.

-¿Cómo hay que trabajar para asistirlos?

-Cuando hubo otros brotes, como el Ébola en alguna zonas de África u otra enfermedad respiratoria como sucedió en Canadá, se evaluó a los agentes de la salud, que si bien no son los únicos, también puede ser cualquier persona que se encuentra en constante contacto con la posibilidad de contagios, como agentes de seguridad, vendedores y otros. Se observó en estos estudios que los agentes de la salud tienen dos fenómenos: el primero, fue que los agentes de salud que se vieron expuestos al contacto y contagio de enfermedades, aumentaron significativamente la probabilidad de desarrollar algunos trastornos psicológicos asociados a la depresión y la ansiedad, y por otro lado se produjo algo muy llamativo y es que a nivel social se los empezó a estigmatizar. Entonces, estas personas eran estigmatizadas en sus barrios o distintos lugares por estar cerca del contagio y es algo que también estamos viendo hoy. A estos dos fenómenos, el aumento en los factores de riesgo para padecer un trastorno psicológico, acompañado del estigma social por la labor se le añade además lo que se le llama "lesión moral".

-¿Qué es la "lesión moral"?

-Se trata de un fenómeno en el cual, por la actividad que realiza un profesional, puede hacer un daño no deseado a alguien más. Por ejemplo, yo soy psicólogo y voy a atender a un paciente que tiene Covid-19 y vuelvo a mi casa y contagio a mi familia. Expuse sin querer a alguien de mi familia, me expuse a mí mismo a partir de una decisión mía, hubo consecuencias que no fueron deseadas por mí, pero que realmente pueden ser graves. Por todo esto que te digo, es fundamental la asistencia psicológica. Primero la asistencia del Estado, como las garantías laborales, y segundo, la asistencia psicológica para los colegas del ámbito público, porque la situación que atraviesan con el tema de los bajos salarios, la demanda social, la presión de la "lesión moral" de volver y contagiar a tu familia de no poder verla y de saber que estás en constante riesgo de contagiarte o contagiar a alguien más.

-¿Qué crees que sienten cuando deben asistir a un enfermo de coronavirus y sienten la presión de tener que cuidarse correctamente para no contagiarse?

-Lo que sienten lo saben solamente ellos en ese lugar, no puedo decirlo yo. Pero si puedo insistir con este fenómeno de la "lesión moral", que es este miedo y gran temor a que por mi acto, que es un acto de mi trabajo, porque tengo que estar ahí para atender, yo pueda contagiarme y contagiar a la vez a alguien más, por esto aumenta la vulnerabilidad psicológica.

El primer problema es el malestar del agente de la salud que no se siente bien, que no tiene calidad de vida, pero el segundo es que su capacidad laboral también disminuye. Si yo tengo un agente de la salud mal pago, sobreexplotado, en riesgo constante de contraer una enfermedad, con una sociedad que te persigue y además con el riesgo de contagiarte y enfermar a tu familia, tu capacidad profesional disminuye un montón, tu capacidad de atender, de recordar, de elegir bien las herramientas que vas a utilizar, realmente disminuyen.

-¿Los trabajadores de la salud, se encuentran bajo mucha presión?

-Los agentes de la salud son humanos, no somos héroes, somos seres humanos que nos estresamos, que nos sentimos mal. La gente además piensa que un agente de la salud no puede estar triste, que no se puede enfermar y ante toda esa presión y toda esa demanda, cualquiera puede hacer mal su trabajo, y efectivamente para un personal de la salud hacer mal su trabajo lo pone en riesgo no solamente a él y su futuro laboral, sino que está en riesgo la vida de una persona.

-Si bien las malas condiciones de los trabajadores de la salud llevan muchos años sin solución, ¿En esta circunstancia, colapsaron?

-Claramente colapsó, y no hay que olvidar que nuestra provincia es pobre, con mucha fragmentación social, que viene de años y años de inoperancia política. Históricamente es una provincia muy compleja, muy damnificada, muy olvidada por el centralismo nacional, y claro, de repente se desbordó todo, entonces hoy estamos buscando culpables cuando en realidad lo que tenemos que hacer es una tarea más solidaria, de acompañamiento, colectiva, verdaderamente popular, de comprometernos con los demás y no cuidarnos solamente a nosotros mismos, de entender que no hay nadie en este momento obteniendo ningún rédito por esto, menos los agentes de la salud. Además necesitamos de esa comprensión social, de ese apoyo para salir de esta difícil situación, porque si el sol sale, sale para todos, y si se tapa, se tapa para todos.

-Esta extrema situación a la que se enfrentan los agentes de la salud, ¿Usted cree que puede reforzar su vocación o puede hacer que se la replantee?

-Yo creo que se romantiza mucho la profesión docente y la profesión del agente de la salud. La gente tiene la idea de que uno es héroe o que tenemos que trabajar gratis o hacer todo por amor al otro. Me parece una falacia, creo que cualquier colega que este dudando de su profesión es válido, porque es una profesión muy dura, muy difícil, poco reconocida, mal pagada, pero efectivamente hay que dejar de pretender que los médicos, enfermeros o cualquier agente de la salud haga las cosas por amor a la sociedad y eso signifique no cobrar, signifique bancarse cualquier cosa y que cuando exijas garantías dignas la gente te juzgue por no ser puramente vocacional.

Mi mensaje sería que sin salud mental no hay salud. Los agentes de la salud somos un gremio que tenemos que estar unido y trabajar coordinadamente. Es momento de acompañarnos, de defendernos.