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En los cementerios recordaron a los papás jujeños fallecidos

En la víspera durante la mañana, se notó poca presencia pero las visitas aumentaron cerca del mediodía de ayer.
Lunes, 13 de julio de 2020 01:03

El fin de semana, exclusivamente por el festejo del "Día del Padre jujeño", abrieron los cementerios de la capital jujeña para que los fieles puedan recordar a sus seres queridos. La apertura se dio en sintonía con las medidas del Comité Operativo de Emergencia (COE) en el contexto de la Fase 1, en que se determinó aplicar estrictamente los protocolos de bioseguridad. Paralelamente también volvieron a la actividad los vendedores de flores quienes señalaron a El Tribuno de Jujuy que la venta fue baja y solicitaron medidas que les permitan poder trabajar durante la semana.

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El fin de semana, exclusivamente por el festejo del "Día del Padre jujeño", abrieron los cementerios de la capital jujeña para que los fieles puedan recordar a sus seres queridos. La apertura se dio en sintonía con las medidas del Comité Operativo de Emergencia (COE) en el contexto de la Fase 1, en que se determinó aplicar estrictamente los protocolos de bioseguridad. Paralelamente también volvieron a la actividad los vendedores de flores quienes señalaron a El Tribuno de Jujuy que la venta fue baja y solicitaron medidas que les permitan poder trabajar durante la semana.

En la mañana de ayer se pudo ver que había pocas personas que se dirigían a las necrópolis, situación que cambió en horas del mediodía que hubo más afluencia. Algunos lo hicieron solos y otros de a dos. En la entrada del cementerio El Salvador había empleados de la Municipalidad capitalina que controlaban el ingreso de dos familiares por sepultura, por un tiempo máximo de 20 minutos. También brindaban alcohol en gel para desinfectar las manos y tomaban la temperatura.

Cumpliendo con el distanciamiento social y portando tapabocas comenzaron a llegar las personas a los cementerios para poder colocar flores y rezar por los padres que ya partieron de este mundo.

Floristas con pérdidas

Al igual que varios sectores, los vendedores de flores también se vieron afectados por la pandemia del coronavirus. El vendedor Juan Carlos Condorí, quien trabaja desde hace 30 años afuera del cementerio El Salvador, indicó que las ventas no fueron favorables. Remarcó que antes de la vuelta a la Fase 1, los cementerios públicos de capital estuvieron cerrados por varios meses, mientras que las necrópolis de Perico y San Pedro estaban abiertas. "No entiendo a qué se debe esa medida. Perdí cerca de $10.000 de mercadería y algunas flores tuve que tirarlas", sostuvo.

Otra vendedora consultada apuntó que algunos productos sufrieron una remarcación de $20 y agregó que a comparación de otros sectores que cumplen la misma labor, tuvieron la apertura de sus locales antes que ellos. A su vez solicitó a las autoridades que se contemplen medidas para que los vendedores de flores puedan trabajar más seguido, considerando que, en algunos casos, es el único ingreso para sus familias.

Misa: saludo y oración
El saludo para los padres en su día y la oración por los que ya están en el cielo marcaron el inicio de la misa dominical de ayer, transmitidas por los medios y las redes sociales desde la Catedral Basílica.
El obispo de Jujuy Daniel Fernández destacó sobre la parábola del sembrador, que es la primera de siete que contiene el capítulo 13 del Evangelio de San Mateo, que lleva a hacerse la pregunta de por qué son tan diversos los resultados cuando la semilla es la misma. Y consideró que “el problema es el auditorio, el corazón, la tierra que le da la capacidad o no a la Palabra de desarrollarse”.
Monseñor Fernández trajo a colación en su homilía varios ejemplos tomados de cuando las misas eran presenciales. Es así que citó que “solía preguntar qué lectura habíamos comentado la semana anterior y la respuesta era muy pobre”.
Consideró que “estos ejercicios pequeños a lo mejor nos señalan que la Palabra rebotó o que no pudo dar fruto si es que entró”.
El obispo dijo entonces que el modelo de creyente es la Virgen María, quien “guardaba en su corazón la Palabra de Dios y la atesoraba”.
Además revalorizó la siembra realizada por el papá y la mamá en los hijos. Instó a “no bajar los brazos”.
Antes de la bendición se unió a las comunidades que rezan la novena a la Virgen del Carmen, cuya fiesta es el 16, y a las parroquias que cumplen 50 años este mes: San Pío X de Capital, Santiago Apóstol de Yala y San Juan Evangelista de Fraile Pintado, que tendrá la oportunidad de festejar cuando sea posible.

La necesidad de reactivación eclesial y los desafíos 
PADRE MIGUEL DAVID ACIAR DÍAZ *BFrutiger 45 párroco de San Pedro y San Pablo 

Las acciones sociocaritativas han de ser estrategias fundamentales en la tarea de reactivación de nuestro servicio apostólico.
Querida Comunidad: Dice el Evangelio que estaban de pie, en la orilla del lago, escuchando a Jesús, que se había sentado en una barca. La mayoría eran trabajadores pobres, campesinos a sueldo, cansados de trabajar una tierra ingrata, rocosa y árida, como era la tierra de Palestina. Y Jesús les hablaba del Reino mediante parábolas.
A nosotros nos toca hoy reinterpretar esa misma Palabra pero desde nuestro contexto actual. 
Este tiempo que transitamos es como mirar tras la ventana la vida pasar, cual niños penitenciados que añoran volver a salir a jugar; los más valientes -o imprudentes- no lo han dejado de hacer, y es extraño, porque sabemos que el peligro sigue estando presente; y sin embargo vemos también como, impedidos por variadas indicaciones, la política económica sin embargo vuelve a la lucha de cada día para “vivir al día”, y todo esto me interpela: ¿ha sido el confinamiento la medida acertada para la contención social?
Y desde esta misma ventana se observa lo que se vive en el interior de la Iglesia. Mirada hacia afuera se ha convertido en la “pastoral de la añoranza” que ha dado por fruto acciones muy interesantes: el perder el miedo a la tecnología ha sido un gran avance.
Pero dónde está la real añoranza, ¿será que nos animaremos a asumir la nueva normalidad como un modo idóneo para reactivar la vida en nuestras comunidades? 
La necesidad de reactivación eclesial nos pone frente al desafío de rediseñar los esquemas y estrategias. Y no se trata sólo de adecuarlos. Para rediseñar la pastoral será necesaria una mirada objetiva del caminar de un pueblo hoy dolido y lastimado por la pandemia, y que en muchos aspectos sufre el abandono de sus instituciones. La pandemia nos ha desarticulado en muchos aspectos. Por lo tanto, rediseñar en este contexto espera de nosotros la humildad para ofrecer espacios, sentarse a escuchar y aceptar la invitación a seguir aprendiendo, donde la “Pastoral en salida”-como lo pide la Iglesia- exprese una respuesta oportuna para que nuestro compromiso cristiano sea verdaderamente efectivo, cercano y útil.