En tiempos de coronavirus las tareas de Pastoral para que la fe no decaiga se tornan innovadoras para llegar en forma virtual a las familias.
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En tiempos de coronavirus las tareas de Pastoral para que la fe no decaiga se tornan innovadoras para llegar en forma virtual a las familias.
Es lo que pasó con la parroquia San Pedro y San Pablo que en las últimas patronales apeló a videos con actuaciones y humor, una fiesta online de catequesis, un monumento precioso realizado con tapas de gaseosas y la tan ansiada santa misa, oficiada por el obispo Daniel Fernández, y transmitida por la página de Face desde la sede de avenida Almirante Brown y Zegada.
El párroco Miguel David Aciar hizo llegar su carta semanal agradeciendo la amplia participación.
"Querida Comunidad: Hemos pasado un año más nuestra fiesta patronal pero enmarcada en una situación excepcional, desde la que me parece bueno y hasta aconsejable, hacer una pausa y reflexionar sobre esta oportunidad que hemos tenido, para reconocer en qué grado aprovechamos y celebramos este tiempo de gracia en nuestras vidas...
Como dice Viktor Frankl, no se trata de preguntarnos qué le pido yo a la vida, sino qué nos pide la vida a cada uno de nosotros...
Y es cierto que ante las crisis son diversas las actitudes que se pueden asumir: la huida, la amenaza, la depresión y/o la resignación...Pero está la opción de elegir aquellas que elevan nuestro espíritu optimista y nos hacen recargar fuerzas y esperanza para no temer el seguir arriesgándonos ante la oportunidad de avanzar y crecer...Estas acciones son la expresión de una misma actitud frente a la vida: la gratitud. Y desde esta posición, humildemente y sorprendido, quiero hacer llegar mi agradecimiento a todos los que se animaron a ‘sumar’ con sus aportes y esfuerzos para que nuestra fiesta patronal fuera celebrada con tanto entusiasmo y alegría".
El sacerdote destacó "desde el aporte sencillo pero muy valioso, anónimo y silencioso, de cada una de las tapitas que sumaron a poder admirar el hermoso monumento realizado con dedicación, constancia y delicadeza. Al tiempo ofrecido por quienes acercaron sus videos, con rezos, reflexiones, y hasta la audacia de improvisados actores que pusieron el corazón para hacer más cercanos y humanos a nuestros referentes a la santidad asociándolos a las vicisitudes de nuestras vidas y contexto. A todos los que accedieron con docilidad y prontitud a cada una de las solicitudes que fueron dando fuerza y contenido a los recursos con los que pudimos ofrecer nuestra novena y celebrar nuestra fiesta, a la particularidad de los carismas que supieron espontáneamente compartir como expresión de amor a la iglesia: Muchas gracias a todos y por tanto". "Ahora el desafío es continuar creciendo en una Pastoral creativa", resaltó.