¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

23°
26 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Cadáveres de víctimas de coronavirus en las calles

Está el caso de una familia cochabambina que decidió cortar la calle con un cuerpo ante la falta de respuesta funeraria.

Lunes, 06 de julio de 2020 01:03

Mientras los contagios y muertes por el coronavirus siguen en ascenso en Bolivia, el colapso de los sistemas sanitario y funerario sigue exhibiendo situaciones dramáticas, como la decisión de una familia de cortar con el ataúd de un familiar una calle de Cochabamba, ante la falta de respuesta de los servicios para la inhumación del cuerpo.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Mientras los contagios y muertes por el coronavirus siguen en ascenso en Bolivia, el colapso de los sistemas sanitario y funerario sigue exhibiendo situaciones dramáticas, como la decisión de una familia de cortar con el ataúd de un familiar una calle de Cochabamba, ante la falta de respuesta de los servicios para la inhumación del cuerpo.

 

Bolivia acumula hasta el momento 38.071 casos confirmados de coronavirus y 1.378 muertes.

 

Durante seis días los familiares de Roli Pinto Centeno, fallecido en su domicilio el domingo 28 de junio con síntomas de coronavirus aguardaron a que los servicios funerarios dieran respuesta a sus pedidos para retirar el cuerpo. Este sábado los familiares y otros vecinos de la avenida Simón López y Beijing, en Cochababmba, decidieron bloquear la calle con el féretro de esta persona.

"Estamos muy indignados, estamos muy asustados. El cuerpo está en descomposición. Sólo pedimos una cristiana sepultura", dijo uno de los vecinos, citados por el diario local Página Siete.

Mientras, otras personas se encontraban alrededor del ataúd que estaba cubierto con plástico negro y ubicado sobre una carretilla de donde colgaba un letrero con la frase: "Qepd, siete días muerto por Covid". Horas después, a las 11:00, una funeraria y autoridades recogieron el féretro.

Según Juan Carlos Orellana, presidente de la Asociación de Funerarias de Cochabamba, hay en estos momentos entre 20 y 30 cadáveres de víctimas de coronavirus, confirmadas o sospechosas, que permanecen en sus domicilios porque no encuentran un espacio en el horno crematorio y en el Cementerio General.

Además, varias familias se ven obligadas a mantener los cuerpos en sus casas porque deben esperar la verificación de los funcionarios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y el Servicio Departamental de Salud (Sedes), quienes se encargan de emitir el certificado de defunción. Este documento es requerido por las funerarias para levantar un cuerpo, precisó Orellana al diario boliviano.

El titular de la asociación de funerarios agregó que en más de un caso las familias se ven obligadas a trasladar los cuerpos de sus muertos de las clínicas a sus casas, porque varios establecimientos privados de salud no tienen depósitos y dan entre seis y 12 horas para retirar los cadáveres.

Además del riesgo sanitario que implica tener en un domicilio un cuerpo en descomposición, las familias que enfrentan este problema son atacadas por sus vecinos, que exigen retirar los cuerpos por temor a la propagación del coronavirus.

Tras el corte de protesta con el féretro de Roli Pinto Centeno una funeraria llegó al lugar y trasladó el féretro a un ambiente alejado de la ciudad.

Ante esta situación y para no ser rebasadas, la alcaldía de Cochabamba informó que en el Cementerio General de esa ciudad se habilitan tres tipos de inhumación: en nicho, en fosa y por cremación de forma coordinada con el Sedes y el Ministerio de Salud.

El último fin de semana de junio, el cementerio de Cochabamba no operó por protestas del personal y las funerarias no tenían un sitio donde dejar los cuerpos. El administrador de una de las empresas fúnebres -que prefirió guardar su nombre en reserva- contó que no podían embalsamar los cadáveres, así que optaron por dejarlos en las casas previa descontaminación y aislamiento. "Lo que está haciendo nuestra empresa es brindar el aislamiento para que el cuerpo se quede en el domicilio hasta que sea derivado al cementerio. Dejamos los cadáveres en bolsas plásticas mortuorias que son impermeables y no permiten que se salgan líquidos ni olores", contó.

Situaciones similares amagan con replicarse en La Paz y El Alto, donde las condiciones no son muy diferentes a las de Cochabamba.

Bolivia, según el recuento que realiza la universidad estadounidense Johns Hopkins, acumula hasta el momento 38.071 casos confirmados de coronavirus y 1.378 muertes.

 

Situaciones similares a la de Cochabamba amagan con replicarse en La Paz y El Alto, donde las condiciones no parecidas.

 

Internan a ministro de la Presidencia

El ministro de la Presidencia de Bolivia, Yerko Núñez, fue internado ayer debido a las “complicaciones en su salud” tras contraer el nuevo coronavirus, confirmó una fuente oficial. Núñez, quien confirmó el pasado jueves que padece de Covid-19 y cumplía con aislamiento, fue hospitalizado al presentar síntomas como “fiebre persistente”, fatiga general, debilidad, dolor de garganta, tos y “polimialgias”, según un comunicado difundido este domingo por el Ministerio de la Presidencia. “Debido a las complicaciones en su estado de salud, sin mejora en la sintomatología, al contrario, exacerbación de la misma, continuará internado recibiendo medicación endovenosa bajo el diagnóstico de Covid-19 complicada”, señala el boletín.

El médico a su cargo indicó que el tiempo del tratamiento de Núñez, de 47 años de edad, dependerá de su progreso, pero al tratarse del nuevo coronavirus “la variación clínica es fluctuante e incierta”. “Seguiremos en la batalla”, escribió Yerko Núñez en su cuenta de Twitter. Núñez confirmó el pasado jueves a través de una videoconferencia su resultado positivo para Covid-19, en la que sostuvo que estaba estable y que continuaba trabajando desde su aislamiento. A este caso se le suma el último confirmado este pasado sábado del ministro interino de Minería y Metalurgia, Jorge Fernando Oropeza, quien también se contagió de coronavirus, con lo que son dos autoridades del Ejecutivo boliviano surgido tras el golpe de Estado contra Evo Morales de fin de 2019 que padecen la enfermedad.

El pasado viernes el ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, dijo en un acto en la ciudad boliviana de El Alto que al menos “siete ministros han caído con Covid-19”, pero sin dar más detalles. En marzo pasado el ministro de Educación, Deportes y Cultura, Víctor Hugo Cárdenas, se aisló preventivamente por catorce días por estar cerca de un caso confirmado, mientras que en mayo el ministro de Defensa, Luis Fernando López, ingresó en aislamiento tras la confirmación de la prueba positiva de su esposa.

De la misma forma, la ministra de Medio Ambiente, María Elva Pinckert, también ingresó en mayo en cuarentena por la sospecha de estar contagiada, al tener contacto con un caso confirmado.