"Esa maravillosa ciudad de Buenos Aires, es al mismo tiempo una ciudad que nos llena de culpa, de verla tan opulenta, tan desigual y tan injusta con el resto del país"...; "Siempre soñé con el momento en que Buenos Aires le devuelva al resto del país todo lo que este le dio"...; "A la Argentina le fue mejor con el coronavirus que con Macri"...; "No se critica con manifestaciones, a los 15 días crecieron los casos", "prefiero que salgan al balcón y caceroleen". Las frases fueron elegidas entre decenas del mismo tenor, pronunciadas en la última semana por el Presidente Alberto Ángel Fernández. No se supone serio pensar que la ciudad más importante y capital del país tenga la culpa de estar mejor posicionada que el resto, ni deba iniciar un programa de devolución de riqueza. Quizá más acertado hubiese sido descartar la idea de nivelar hacia abajo y tratar de elevar a las ciudades que sobreviven semisumergidas en la crisis. Tampoco fue feliz el ataque a Macri. Si bien su gobierno agrandó la crisis nacional a límites insoportables, el coronavirus con su carga de muerte no le ofrece un "mejor" escenario a nadie ni a nada. Y pretender que la gente que le ganó las calles con sus reclamos al gobierno, se aísle en un balcón a cacerolear para evitar contagios, suena tan absurdo, como el perdón que le pidió el jefe de gabinete al personal sanitario tras el último banderazo. ¿Cómo se explica? En el primer caso quizá para bajarle un punto a Hora cio Rodríguez Larreta de los varios que lleva de ventaja en las encuestas de imagen. Ya colaboraron desde Educación para negarle un protocolo de clases presenciales para niños sin acceso a la educación virtual y cuestionaron su apertura gastronómica parcial. Lo de Macri, posiblemente sea para seguir sosteniendo al expresidente en el centro del ring, asesorado por quienes aseguran que es el contrincante más débil que se puede elegir para ganar una pelea política. Un juego parecido le habían sugerido al expresidente con la imagen de la señora Cristina Elisabet Fernández y el tiro les salió por la culata. Y con el caso de buscar culpables para el ascenso de las curvas de contagios y muertes de la pandemia en la gente hastiada del aislamiento e imposibilitada de trabajar, ya no merece más consideraciones. ¿Por qué el presidente persiste en buscar enfrentamientos, donde no los había, y donde debiera instalar la comprensión y la concordia?
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"Esa maravillosa ciudad de Buenos Aires, es al mismo tiempo una ciudad que nos llena de culpa, de verla tan opulenta, tan desigual y tan injusta con el resto del país"...; "Siempre soñé con el momento en que Buenos Aires le devuelva al resto del país todo lo que este le dio"...; "A la Argentina le fue mejor con el coronavirus que con Macri"...; "No se critica con manifestaciones, a los 15 días crecieron los casos", "prefiero que salgan al balcón y caceroleen". Las frases fueron elegidas entre decenas del mismo tenor, pronunciadas en la última semana por el Presidente Alberto Ángel Fernández. No se supone serio pensar que la ciudad más importante y capital del país tenga la culpa de estar mejor posicionada que el resto, ni deba iniciar un programa de devolución de riqueza. Quizá más acertado hubiese sido descartar la idea de nivelar hacia abajo y tratar de elevar a las ciudades que sobreviven semisumergidas en la crisis. Tampoco fue feliz el ataque a Macri. Si bien su gobierno agrandó la crisis nacional a límites insoportables, el coronavirus con su carga de muerte no le ofrece un "mejor" escenario a nadie ni a nada. Y pretender que la gente que le ganó las calles con sus reclamos al gobierno, se aísle en un balcón a cacerolear para evitar contagios, suena tan absurdo, como el perdón que le pidió el jefe de gabinete al personal sanitario tras el último banderazo. ¿Cómo se explica? En el primer caso quizá para bajarle un punto a Hora cio Rodríguez Larreta de los varios que lleva de ventaja en las encuestas de imagen. Ya colaboraron desde Educación para negarle un protocolo de clases presenciales para niños sin acceso a la educación virtual y cuestionaron su apertura gastronómica parcial. Lo de Macri, posiblemente sea para seguir sosteniendo al expresidente en el centro del ring, asesorado por quienes aseguran que es el contrincante más débil que se puede elegir para ganar una pelea política. Un juego parecido le habían sugerido al expresidente con la imagen de la señora Cristina Elisabet Fernández y el tiro les salió por la culata. Y con el caso de buscar culpables para el ascenso de las curvas de contagios y muertes de la pandemia en la gente hastiada del aislamiento e imposibilitada de trabajar, ya no merece más consideraciones. ¿Por qué el presidente persiste en buscar enfrentamientos, donde no los había, y donde debiera instalar la comprensión y la concordia?
En la política ocurre lo mismo. En el tironeo por la reforma de la Justicia Federal Penal, la "cláusula Parrilli" que obligaba a los jueces a una acción en contra de la libertad de prensa frente a la sospecha de una presión, fue retirada como era de esperar. La frase del propio senador ultra K patentizó la jugada: "se comieron el amague. Se tragaron el anzuelo con la línea y la caña y todo. Pero el objetivo está cumplido, el tema quedó instalado" dijo, anticipando que en cualquier momento volverá a completar el proyecto. El que sigue vigente es el DNU de "nacionalizar" el control de la internet, la telefonía celular y la tv paga, declarándolos servicios esenciales. Generó innumerables rechazos dentro y fuera del país. Al parecer, generaría desinversión, ahuyentaría capitales y confirmaría una posición dominante del Estado. Desde los más humildes operadores de tv cable hasta Carlos Slim, propietario de la empresa AMXC (Claro), la norteamericana Directv, Telecom, estallaron en críticas. Varias empresas de EEUU solicitaron explicaciones al embajador de Argentina Jorge Argüello. AAF por sostenerlo, lo comparó con el que se aplica en países modelo, como Finlandia. Fue el propio embajador de ese país en Argentina, quien respetuosamente, desmintió al presidente, en una conceptuosa carta donde destaca el respeto y apoyo del gobierno de Finlandia a la competencia y las libertades. ¿Por qué balearse el pie buscando falsos ejemplos para justificar lo injustificable?.
Dentro de este clima de inéditas contradicciones, la propia vicepresidenta de la Nación, se desmarcó del proyecto de reforma de la Justicia. "La verdadera reforma no es ésta" dijo, y el mazazo estalló en la nuca del presidente. E inmediatamente en la memoria de los argentinos se encendió el proyecto que soñó CEFK cuando era presidente, que incluía elección de jueces en elecciones populares incluyéndolos en las listas de los partidos políticos. Aquel proyecto no prosperó, y aparentemente éste de hoy también tiene destino de papelera. Si es así, la señora salvaguardará su posición y la derrota y el desgaste serán para el Presidente. Otro proyecto que avanza cavando en la grieta es el de los diputados Máximo Kirchner y Carlos Heller: el impuesto a la riqueza. Este tributo que no se aplica en ningún país, alcanzaría en Argentina a 15.000 contribuyentes y recaudaría $3 mil millones, aplicando una tasa del 2 al 3,5 a fortunas mayores de 200 millones. Necesitarán la mayoría especial de 129 diputados, y sería por única vez y de carácter de "aporte extraordinario". Este tema y otros se tratarán esta semana con la reforma impositiva que prevé instalar un aumento de Ganancias al 41%. La alícuota actual es del 35% y voces oficialistas ya negaron todo, quizás, para negociar un 38%, ¿o para instalar el tema para más adelante como la "cláusula Parrilli"?. JxC anunció que lo rechazará, pero el gobierno nacional está negociando (¿apretando con la billetera y obras?) no muy secretamente con los gobernadores en busca de votos en el Congreso. ¿Por qué forzar situaciones difíciles donde debiera imponerse la búsqueda de consensos?
No podía faltar en un escenario tan complicado, la dosis de locura que siempre acompaña a cierta dirigencia: aconsejando a la ciudadanía en sus mensajes diarios por TV, la secretaria nacional de acceso a la salud Carla Vizzotti recomendó no hablar en voz alta, no reír y no cantar, para evitar propagar el virus. Y el expresidente Eduardo Duhalde, anunció muy suelto de cuerpo la posibilidad de un golpe de estado en contra de Alberto Fernández y la posible suspensión de las elecciones intermedias del año que viene. Tras el escándalo que desataron sus dichos, admitió que a veces, tiene brotes psicóticos. Con lo del golpe de estado, convenció a muchos. Lo de suspender las elecciones legislativas, está por verse.
Gerardo Rubén Morales fue dado de alta del contagio del coronavirus y entre las primeras decisiones, tendrá que instruir a Gabriela Burgos y Jorge Rizzotti, la manera de votar todo lo que se viene por delante. Y pedir, obviamente, el acompañamiento de Osmar Monaldi, del PRO. Y acomodar las cargas con los seguidores de Sergio Massa que sobreviven dentro de su gobierno y en el bloque de Cambia Jujuy de la Legislatura. El presidente de la Cámara de Diputados, tuvo un destrato curioso: "Aprecio a Gerardo, pero cuando se le ofreció ayuda (por la pandemia) el planteó que no la necesitaba" dijo. Y remató: "Si le tuviera que dar un consejo le diría que tome el tema con la seriedad del caso, que no tenga miedo ni vergüenza de pedir ayuda al gobierno nacional". Casi un insulto las expresiones, que de ninguna manera pueden ser aceptables. Que se puedan encontrar errores en la gestión de la pandemia, de ninguna manera pueden indicar que el GM no haya tomado en serio su responsabilidad. Justo ahora que se espera -una vez más- que Alberto llegue de visita a Jujuy
Finalmente, el ministro Carlos Sadir reiteró en conferencia con los diputados jujeños, anteriores anuncios acerca de la deuda provincial. Dijo que asciende a 61 mil millones de pesos (la mayoría en dólares), aunque gran parte de la misma se destina a proyectos productivos. Desde el peronismo, los diputados Pedro Belizán y Luis Cabana, advierten en sus sumas que podría superar los 77 mil millones. Tema para discutir y seguir de cerca. Mientras tanto, menudearon las quejas y bocinazos de médicos, enfermeros, empresarios gastronómicos y hasta los fieles católicos. "Nosotros necesitamos las misas y también sabemos que hay otros credos otras religiones que precisan hacer sus reuniones. Hay muchas actividades que ya se han habilitado y nosotros creemos que la Iglesia, pero más que nada la eucaristía, es esencial en la vida diaria". Hoy el obispo Daniel Fernández anunciará el proto