Era el momento justo de dejar que a sus 21 años emigre a un potente desafío, merecido por las condiciones que mostró vistiendo la casaca "albiceleste".
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Era el momento justo de dejar que a sus 21 años emigre a un potente desafío, merecido por las condiciones que mostró vistiendo la casaca "albiceleste".
Valorado por la siempre exigente platea de Gimnasia y Esgrima, Matías Córdoba supo demostrar estar a la altura de un club como el "albiceleste", cumpliendo muchas de sus expectativas desde que llegó proveniente de su San Pedro natal.
Ahora en Talleres de Córdoba esperan que demuestre sus notables condiciones técnicas con la "albiazul" de la "T", algo que si le sale de gran manera será una importante vidriera internacional.
Pero, volviendo a estas tierras, ¿qué es lo que pierde Gimnasia con la salida del hábil jugador sampedreño? ¿Cuál es la mejor manera de compensar el vacío que deja el oriundo del Ramal en el ataque?
Cuestiones que seguramente están en la cabeza del DT, Arnaldo Sialle. Desde este medio trataremos de desenmarañar las consecuencias de la partida del jugador que también supo vestir la camiseta de Tiro y Gimnasia.
Su movilidad, su picardía para enfrentarse a los férreos defensores de la categoría, su juego por afuera del área y su efectividad a metros de la línea de gol son cualidades puras de Matías Córdoba. En síntesis un futbolista que con el tiempo fue mutando su físico a su favor y que acompañado de su habilidad para generar le sumó una buena forma de concretar las jugadas gritando varios goles con la casaca celeste y blanca.
Entonces, ¿cómo reemplazar todas esas cualidades de cara a lo que viene en un equipo que ya no peleará el descenso y cuyo proyecto futbolístico está pensado en dar sus frutos en 2021? Difícil. La dirigencia apunta a alguien con experiencia para el ataque, alguien más goleador para la ofensiva "albiceleste", pero para acompañar, en esa función que desarrollaba Córdoba, confían en los pibes del club. Una ecuación que puede resultar o no. Pero que tiene su antecedente más cercano fue exitoso con el propio atacante sampedreño.
En esa búsqueda del rearmado del plantel anda el cuerpo técnico de Gimnasia y Esgrima que ayer volvió a entrenar en el "23".
Bautista Madelón, uno de los jóvenes defensores del "lobo", contó: "Estoy bien, a poco agarrando confianza, tengo que volver a agarrar ritmo". Es que el futbolista viene de superar una seria lesión y pretende tener una buena temporada a las órdenes de Sialle.