Las adicciones hoy son un problema de salud a nivel mundial. El alcoholismo y la drogadicción son como una plaga que van dejando hogares rotos y familias disfuncionales. El tener a un ser querido atrapado en las adicciones deja destrozada a la familia, el dolor y la impotencia se ve reflejado en el rostro de padres, cónyuge e hijos.
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Las adicciones hoy son un problema de salud a nivel mundial. El alcoholismo y la drogadicción son como una plaga que van dejando hogares rotos y familias disfuncionales. El tener a un ser querido atrapado en las adicciones deja destrozada a la familia, el dolor y la impotencia se ve reflejado en el rostro de padres, cónyuge e hijos.
"Toda" la familia del adicto se ve afectada seriamente por la adicción. Las drogas dejan secuelas y efectos particulares en cada uno de los miembros de la familia, se dice que por cada adicto hay de 4 a 10 personas afectadas, física y emocionalmente.
Al verse la familia afectada con la adicción, la dinámica familiar, sin saberlo, a veces facilita el avance de la problemática adictiva, por tal motivo lo más recomendable para recuperarse como familia, es recibir asesoramiento y acompañamiento profesional para obtener intervenciones favorables para el logro de la recuperación.
El involucramiento de la familia es clave para la recuperación, ese es su rol determinante: ayudar a iniciar este proceso; ¿de qué forma? Informarse; Ayudar al adicto a buscar ayuda; Acompañar la recuperación (esto implica incluso empezar primero uno como familiar este proceso, aunque el paciente no quiera hacer el tratamiento).
Las adicciones son un problema complejo que tiene muchas aristas. Este trastorno está originado y mantenido por varios factores que son de naturaleza multidimensional. Tales factores son biológicos, psicológicos, sociales, culturales y espirituales. Estos interactúan entre sí: un solo factor no produce la adicción.
El adicto no controla su adicción, sino que vive en función de su droga: éste es el eje y el condicionante de toda su rutina. El adicto sufre una alteración de la personalidad, fundada en la falta de control que experimenta a diario manteniendo así una postura de esclavitud y silenciamiento y la no posibilidad de salida de un círculo vicioso de destrucción que lo encierra a él y a todo su entorno.
En síntesis, hablamos de adicción cuando una persona pierde el control de lo que consume o hace.
Para que el proceso de recuperación se lleve adelante, la familia necesita comprender lo que está pasando y prepararse para poder ayudar. Para esto, es necesario que se involucre tanto en informarse como en tratarse para la recuperación. La familia tiene el derecho y la necesidad de recobrar la vida, libre de drogas, recuperando la calidad en las relaciones.
En la mayoría de los casos, es primero un familiar el que toma acción para solucionar este problema, da los primeros pasos en búsqueda de ayuda, toma conciencia de la enfermedad y de lo que está pasando.
Se recomienda a la familia hablar, establecer una comunicación directa con su familiar, expresarle de manera tranquila y sin reproches cómo se siente por su consumo drogas y le aclara que no está dispuesto a aceptar que siga consumiendo. Necesita establecer condiciones y límites específicos para que el adicto asista a tratamiento, debe decirse con mucha claridad y dejar sentado que espera de él/ella.
Adoptar una actitud de escucha y atención, procurando evitar que se sienta intimidado y/o evaluado, y mantenga en todo momento una actitud calma y segura, "escuche" abiertamente y sin juzgarlo.
Ayudarlo, motivarlo realizar diferentes acciones para ayudarlo; por ejemplo, la búsqueda del tratamiento o ayuda especializada para dejar de consumir, proporcionarle información sobre temas relacionados con adicciones, alentarlo a que realice otras actividades que no estén relacionadas con el consumo.
Empiece por usted mismo, la droga no solo afecta al que consume también afecta a la familia. Por esta razón es esencial que la familia inicie su propio proceso de recuperación.
En estos puntos descriptos vemos que el rol de la familia es sumamente importante para iniciar el proceso de recuperación del adicto.
Hay que tener en cuenta que la recuperación es un proceso, lo cual lleva tiempo, los cambios no suceden de la noche a la mañana. Es recomendable para la familia enfocarse en el hoy, no culparse ni reprocharse por los errores del pasado; usted no es responsable del consumo de su familia, no es la causa ni la cura de su adicción, no busque culpables, empiece usted los cambios para sí mismo, no se desanime, vuelva a empezar, analice la situación, aprenda de esa experiencia y retome el camino y nunca pierda la esperanza.
La Fundación Luz de Vida brinda contención a las familias que atraviesan estas problemáticas. Comuníquese al 388 454 4620 o a la página de Facebook: Fundación Luz de Vida, e-mail: fundaciónluzdevidasiem [email protected]. Estamos para ayudarles.
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